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Cultura y Espectaculos

Recuento Museo memoria

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Diciembre 2017 Visto: 2868

museo de la memoria tlaxcala 2Edith López Sánchez. CORACYT

Poco más de 44 mil visitas registra hasta el momento el Museo de la Memoria en este 2017, de ellas mil 24 fueron guiadas, afirma su director, Juan Carlos Ramos Mora.
Un año que el museo de la memoria reporta alrededor de 44 mil visitantes a sus instalaciones es un número muy aliciente, rompió record por varios proyectos pero en el cual podemos destacar playmohistoria de Tlaxcala que estuvo exhibida solamente 2 meses del 7 de octubre al 25 de noviembre aproximadamente
Con la finalidad de fortalecer las audiencias culturales del Museo de la Memoria se realizaron otras actividades como el taller de recuperación de recursos bioculturales de Tlaxcala y el curso de verano.
Estamos hablando precisamente del taller de agua de barranca que se llevó un día pero que contribuyó a fortalecer las audiencias culturales del Museo de la Memoria, de la misma manera podemos hacer hincapié en el taller que hicimos en verano y que invitó no solamente a los niños sino a los adolescentes y adultos a reencontrarse con su Tlaxcala prehispánico a través de la lectura y elaboración de códices
Actualmente, el Museo exhibe: “Mujeres dentro y fuera del campo de batalla”, que pretende mostrar el contexto cotidiano de las féminas en tiempos violentos. La exposición se estructura en tres grandes temas: Educación, Proceso de integración a la revolución y Vida Cotidiana.
Hasta el 2 de enero la muestra estará abierta al público, en horario de 10 a 18 horas en el Museo de la Memoria, un referente para conocer Tlaxcala.

 

Árbol natural navideño

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Diciembre 2017 Visto: 2743

arboles de navidad naturales 640x480Edith López Sánchez. CORACYT
Uno de los centros de atención en estas fiestas decembrinas es precisamente el árbol de navidad instalado en la sala o recibidor de la casa, quizá en los jardines o en las explanadas de comunidades e iglesias.

Si usted no ha adquirido su árbol, está a tiempo, existen algunas plantaciones en el estado como El Piñón, ubicado en Panotla. Enrique Vázquez, el productor, nos invita a conocer las variedades que ofrece.
De árboles tenemos el cembroides, es piñonero, si observan ya hay algunos conos, empieza a producir piñón y el otro es marximartinenzii o comúnmente pino azul, las 2 variedades son mexicanas, el pino azul es del estado de Zacatecas.

Otro espacio donde también puede adquirir su árbol natural es en el vivero ubicado sobre la carretera vía corta de Santa Ana, su producción proviene del estado de Hidalgo, comenta Noé Nava Acoltzi.

Se cultivan principalmente para esta temporada navideña y se cultivan aquí en... vienen de Hidalgo, de Acaxochitlán Hidalgo, de ahí los traemos.
Este es un cedro blanco y esta es una acaria

Ambos productores coinciden en que después de la temporada se pueden plantar en una maceta, reutilizarlos el siguiente año y finalmente reciclar, si así lo desean.

Qué es lo que estamos recomendando: que no los tiren, que los conserven, que lo poden y el próximo año lo usen. Ahorita han salido un promedio de 10 con cepellón para plantar

La productora El Piñón se ubica a la altura de la 23 zona Militar, recuerde que al adquirir su árbol natural en una plantación contribuye al cuidado del medio ambiente.

Así el árbol navideño además de ser un elemento decorativo, revívalo como una muestra de Fe y unión familiar.

 

Mensajeros de los dioses: los niños seleccionados para el sacrificio ritual

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Diciembre 2017 Visto: 3002

imagen 17 2Como parte de su cosmovisión, los mexicas y los mayas realizaban algunos rituales en los que los sacrificados eran niños pequeños con algunas características físicas especiales, que los hacían agradables a los ojos de los dioses, a quienes se dirigía la ceremonia propiciatoria. En el Templo Mayor de Tenochtitlan se exploró una ofrenda con varias decenas de esqueletos de niños, en su mayoría de tres a seis años de edad. Estos pequeños fueron seleccionados y mediante un ritual fueron designados como mensajeros de los dioses, en este caso del dios Tláloc, para pedir la lluvia. En Chichén Itzá los mayas también efectuaron algunas ceremonias de sacrificio de niños, cuyas edades también oscilaban entre los tres y seis años. Las enfermedades de estos niños estaban asociadas a una mala nutrición, en especial por la falta de vitaminas y minerales. Los problemas infecciosos debieron ser una constante entre los niños, cuyo aparato inmunológico no estaba totalmente desarrollado, aunado a su fragilidad por las deficiencias en la dieta. Sabemos que en el mundo antiguo las madres amamantaban a sus pequeños hasta los tres o cuatro años, y después de este periodo se incrementaban los problemas alimenticios y los niños estaban más expuestos a virus, bacterias y parásitos. Es probable que estos pequeños, en condiciones de salud precaria, fueran ofrecidos por sus madres para transformarse en un elemento divino en la ceremonia de sacrificio. Los estudios actuales acerca de los niños mesoamericanos han permitido acercarnos al conocimiento de diversos aspectos de su vida

, sus problemas de salud, su papel en los rituales religiosos, así como al concepto del niño como parte de la sociedad. Falta mucho por investigar sobre la niñez en las poblaciones del pasado, pero cada vez encontramos un interés creciente por desarrollar investigaciones bioarqueológicas sobre los niños.
Márquez Morfín, Lourdes, “La gente invisible. Los niños en las sociedades antiguas”, Arqueología Mexicana núm. 143, pp. 26-30.
Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar:

http://raices.com.mx/tienda/revistas-bioarqueologia-AM143

 

“Posverdad” ya figura en el diccionario de la RAE

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Diciembre 2017 Visto: 2732

DLEAfp | La Jornada
Según la RAE, el diccionario digital recibió en 2016 más de 600 millones de consultas. Imagen tomada de www.dle.rae.es

Madrid. Términos como "posverdad", "chusmear" y "postureo", además de extranjerismos como "fair play", "halal" o "hummus" figuran entre las novedades del diccionario digital de la Real Academia Española de la lengua, anunció la institución este miércoles.

La institución con sede en Madrid decidió incorporar términos muy extendidos y en primera línea de la actualidad. Entre ellos, "posverdad", definida como la "distorsión deliberada de una realidad" con el fin de influir en la opinión pública, y atribuida a menudo al presidente estadunidense Donald Trump o a la campaña del Brexit.

El diccionario incorpora en total 3 mil 345 modificaciones, entre adiciones de palabras, acepciones nuevas, matizaciones y supresiones de términos en desuso.

Entre los cambios, la RAE se decidió a incorporar "latino" como sinónimo de "latinoamericano", o más ampliamente, persona "que es de origen latinoamericano o hispánico y vive en los Estados Unidos de América".

Suma también a su diccionario el elocuente término de "chusmear", aplicado a quienes hablan "con indiscreción o malicia de alguien o de sus asuntos", o "espadón" como manera coloquial de referirse a un militar golpista.

Los numerosos cambios incluyen la incorporación al léxico español de extranjerismos procedentes de varias lenguas. Del inglés se adopta "fair play" (juego limpio), "cracker" (los que vulnerar sistemas de seguridad informáticos) o "container" (en las acepciones de contenedor y de barco destinado al transporte de mercancías en contenedores), y se añade el verbo "clicar".

Del árabe se toman "sharía" -la "ley religiosa islámica reguladora de todos los aspectos públicos y privados de la vida"-, "umma" -la comunidad de creyentes del islam-, "halal", el término empleado para designar la comida apta para consumo de musulmanes observantes, y "hummus", una crema de garbanzos muy popular en Oriente Medio.

Por otro lado se incorporan términos muy de moda en España, entre ellos el neologismo "postureo", esa "actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción".

También "buenismo", vocablo despectivo muy extendido en política y reservado a quien ante un conflicto "cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia".

Entre las curiosidades figuran dos términos de etimología griega, la "aporofobia", o miedo al pobre, y la "amusia", definida como la "incapacidad de reconocer o reproducir tonos o ritmos musicales".

Según la RAE, el diccionario digital recibió en 2016 más de 600 millones de consultas. A final de este año "esperamos superar ampliamente esta cifra acercándonos, incluso, a los mil millones", dijo el director de la institución, Darío Villanueva.

 

Libro de lava y fumarolas

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Diciembre 2017 Visto: 2646

1824044El Colegio Nacional lanza una edición facsimilar de Cómo nace y crece un volcán. El Paricutín, del Dr. Atl
Virginia Bautista. Excélsior

Gigante purépecha. El volcán Paricutín, un coloso de tres mil 170 metros de altura, nació en Michoacán el 20 de febrero de 1943.

CIUDAD DE MÉXICO.

El volcán Paricutín, ese coloso de tres mil 170 metros de altura que nació en Michoacán el 20 de febrero de 1943, marcó para siempre la vida del pintor y escritor mexicano Gerardo Murillo, el Dr. Atl (1875-1964). No sólo porque tuvo la oportunidad única de registrar como artista su evolución durante ocho años, sino porque perdió una pierna a consecuencia de un accidente sufrido en una de sus expediciones.

El vulcanólogo jalisciense realizó “un diario ilustrado” del Paricutín, como él lo denominaba. Unos 124 dibujos, fotografías y pinturas, más 37 ilustraciones, dan cuenta de la pasión del explorador por esta montaña cuya lava arrasó todo lo que se encontraba a 25 kilómetros a la redonda, incluido el pueblo tarasco de Parangaricutiro.

Tras haber pintado y hasta escalado volcanes como los mexicanos Popocatépetl e Iztaccíhuatl y los italianos Etna y Strómboli, quien estudió filosofía en la Universidad de Roma y derecho penal en la Sorbona de París no pudo resistirse a registrar con minuciosidad las etapas eruptivas, los flujos de lava y las fumarolas del Paricutín.

Así, Los hechos y Las deducciones que apuntó el Dr. Atl desde días antes de la aparición de la primera columna de gases, hasta junio de 1950, integraron el libro Cómo nace y crece un volcán. El Paricutín, publicado ese año por Editorial Stylo.

Ahora, 67 años después, El Colegio Nacional, al que el pintor aceptó ingresar el 6 de noviembre de 1950, aunque renunció a ser miembro el 5 de julio de 1951, lanza la primera edición facsimilar de este “libro de culto que ya no se consigue”.

El editor Alejandro Cruz Atienza, director de Publicaciones de este organismo que también nació en 1943, como el volcán, explica que el Dr. Atl es aún uno de sus miembros, ya que aceptó el nombramiento, por lo que decidieron reeditar este título, del que en 1950 se publicaron mil 200 ejemplares, la mayoría de ellos firmados por el artista.

“El Dr. Atl, quien se consideraba biógrafo y partero del Paricutín, hizo una bitácora, un día a día, del nacimiento de ese volcán, del que se cumplen 75 años en 2018. Este fue el pretexto para recuperar esta obra de valor bibliográfico, por su belleza, por su documentación y por su historia”, comenta en entrevista.

“Estamos ante un libro que complementa de manera muy afortunada tanto la parte artística de este hombre polifacético, sensible y maravillado por la naturaleza, como de su aproximación y apreciación científica al fenómeno.

“Es decir, él no sólo era un amante de contemplar la naturaleza de los volcanes, sino que estudió la vulcanología. Hay aportaciones científicas de valor, conjuga arte y ciencia de manera excepcional”, agrega el editor.

Cruz Atienza detalla asimismo que la edición que presentan ahora es idéntica a la original. “Ha sido todo un trabajo de traducción de materiales, de investigación, de ver cómo llevarlo a una factura lo más cercana posible a lo que hizo en aquel momento el Dr. Atl”.

Explica que lo lanzaron en dos versiones: una en tapa dura, con una tela que la cubre, la portada grabada en seco, guardas. “Todo es igual, excepto el grosor del cartón de la portada de tapa dura y los óleos, que el pintor imprimió en un cartón más grueso que metía en el libro, y ahora lo incluimos en el pliego del couché”.

Dice que además se imprimieron mil ejemplares en edición rústica, “para que circule de una manera más amplia”.

El editor destaca la importancia de rescatar esta monografía vulcanológica. “El original es una pieza de mucho valor que está agotada. Si lo encuentras en segunda mano cuesta como 20 mil pesos cada ejemplar. El diseño es de Cristina Paoli y fue un diálogo permanente para elegir papeles, forma de escaneado, acabados, para hacerlo más cercano al original”.

Reporte valioso

En el prólogo, el geofísico Jaime Urrutia señala que, además de las observaciones y las imágenes de Gerardo Murillo, Cómo nace y crece un volcán... recoge los relatos de los testigos del nacimiento y la actividad del Paricutín.

“El reporte del Dr. Atl de la etapa inicial de la actividad eruptiva del Paricutín es especialmente valioso, pues da cuenta del rápido crecimiento del cono, la emisión de lavas y el carácter cambiante de las erupciones.”

El miembro de El Colegio Nacional concluye que “los dibujos al carbón, tonales y a lápiz ilustran la capacidad de observación, abstracción e interpretativa del Dr. Atl, resultado de su experiencia y sus estudios de otros volcanes”.

Para Alejandro Cruz, el Dr. Atl es “un personaje sensacional, siempre a contracorriente, maestro de Diego Rivera, huelguista, revolucionario contra Victoriano Huerta. Estuvo en Inglaterra, Alemania, Francia, España e Italia. Siempre con una veta muy cuestionable de atracción hacia lo nazi, más por excéntrico que por una cuestión de orden social”.

En este sentido, asegura, debe entenderse la renuncia del inventor de los aeropaisajes a ser miembro de El Colegio Nacional. “Le mandaron una carta para anunciarle que fue seleccionado y él envió una misiva muy agradecida, en la que expresaba que por fin con esto podía encontrar un puerto de anclaje para darle estabilidad a su vida. Lo tomó como un llamado a puerto. Aceptó el reconocimiento, por eso sigue siendo miembro.

“Poco después dio el giro y renunció dando dos argumentos: que la carta que le enviaron estaba a nombre de Gerardo Murillo (su nombre de pila) y que él es el Dr. Atl (su seudónimo), una persona distinta; además, que él no podía estar en muelle, que seguiría su vida apasionada y que su naturaleza era estar en altamar”, indica.

Finalmente, el editor evoca cómo ni la pérdida de la pierna frenó la creatividad del Dr. Atl. “Él era un gran caminante. Llegaba a pie a todos los paisajes que retrató, se sentaba cerca y dibujaba lo que veía frente a sus ojos. Cuando va al Paricutín a hacer este libro, la lava toca una de sus piernas y la pierde. Se queda minusválido, ya no puede caminar.

“Sin embargo, para seguir creando paisajes, se subía en helicópteros o aviones para verlos y seguir retratándolos, así nacieron sus aeropaisajes. Era incansable en ese sentido de búsqueda. También creó una serie de pinturas, Atl Colors, unos pigmentos pasteles hechos para tener ese registro tan particular de los paisajes”, apunta.

Con 328 páginas, esta edición facsimilar escrita e ilustrada por el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1958, cuya obra ha sido decretada Monumento Artístico, se terminó de imprimir en noviembre pasado y el tiraje consta de 500 ejemplares en tapa dura y mil copias en rústica.

 

Dickens y la reinvención de la Navidad Carlos Bautista Rojas

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Diciembre 2017 Visto: 2709

carlos51 interior7Si existe una historia recurrente en Occidente —por influencia de la cultura anglosajona— durante esta época, es la célebre Canción de Navidad, de Charles Dickens. Y, aunque la historia es harto conocida, parece que jamás nos cansamos de verla.
Si existe una historia recurrente en Occidente —por influencia de la cultura anglosajona— durante esta época, es la célebre Canción de Navidad, de Charles Dickens. Cada año se producen nuevas versiones para cine y televisión y, aunque la historia es harto conocida, parece que jamás nos cansamos de verla. ¿Cómo fue la vida de su autor? ¿Por qué sus relatos han influido tanto en el imaginario colectivo?

«En una habitación pequeña del último piso, a la que yo tenía acceso por estar justo al lado de la mía, había dejado mi padre una pequeña colección de libros de los que nadie se había preocupado. De aquella bendita habitación salieron, como gloriosa hueste para hacerme compañía, Roderick Random, Peregrine Pickle, Humphry Clinker, Tom Jones, El vicario de Wakefield, Don Quijote, Gil Blas y Robinson Crusoe. Gracias a ellos se conservó despierta mi imaginación y mi esperanza en algo mejor que aquella vida mía».

Este fragmento de la novela David Copperfield describe la infancia de Charles Dickens; pero esto no se sabría sino hasta seis años después de la muerte del escritor.

De la cuna a la cárcel
Charles John Huffam Dickens nació el 7 de febrero de 1812, cerca de la ciudad de Portsmouth, Inglaterra. Su padre fue un funcionario público que se mudó con su familia a Londres en 1814, pero en menos de tres años huyeron al condado de Kent, por la vida despilfarrada que llevaba el padre y las deudas que había contraído.

Al cumplir 9 años, Dickens fue enviado a tomar clases particulares, pero en menos de dos años tuvo que interrumpir estos estudios porque su siguiente mudanza fue a la cárcel de Marshalsea, en Londres: su padre fue arrestado por las deudas y, debido a una ley que existía en aquella época, toda la familia tenía «el derecho» de compartir la prisión con el deudor.

A partir de entonces, Dickens comenzó a trabajar diez horas diarias en una fábrica de grasa para zapatos —esta experiencia también la describe con efusividad en David Copperfield— a cambio de seis chelines semanales, con los que debía pagar su estancia y ayudar a su familia, que vivía en la cárcel. La situación de todos mejoró cuando la abuela materna les heredó 250 libras, que sirvieron para cubrir gran parte de las deudas. Sin embargo, el niño fue obligado a seguir trabajando en la fábrica —algo que nunca dejó de reprocharle a su madre.

Aunque Dickens no recibió ninguna educación formal —sus críticos siempre se lo echaron en cara cuando se convirtió en un célebre escritor—, su memoria prodigiosa le permitió ser un experto del lenguaje y un emotivo narrador.

En Little Dorrit (1855), Dickens cuenta la historia de una niña que nace en la cárcel; el entorno de este relato, como gran parte de los acontecimientos, están basados en su estancia en la cárcel de Marshalea.

Papeles nada póstumos
En 1827 consiguió que lo aceptaran como asistente de abogado en un despacho y rápidamente aprendió taquigrafía. Comenzó redactando minutas de lo que ocurría en los tribunales, y unos años más tarde fue aceptado como periodista parlamentario. En 1836 logró publicar —bajo el seudónimo de Boz—, unos Bocetos de la vida londinense, y ese mismo año lo invitaron a escribir la que podría considerarse su «primera obra»: Papeles póstumos del Club Pickwick.

Uno de los propietarios de la editorial Chapman & Hall le ofreció escribir historias por entregas a partir de unas ilustraciones realizadas por Robert Seymour, pero Dickens logró convencerlo de que procedieran a la inversa: él crearía un relato y el artista lo ilustraría con algunas viñetas.

Antes de publicar el segundo número, el dibujante se suicidó y el relato debió crecer a 32 páginas para cubrir el espacio de la publicación, en lo que encontraban otro caricaturista que agradara al público. Al poco tiempo dieron con Phiz —como firmaba Hablot Browne—, de quien hasta la fecha se conservan sus dibujos en varias obras de Dickens.

Pickwick tuvo un éxito inusitado. De imprimir sólo 400 ejemplares en los primeros cinco números, el tiraje se elevó a 40 mil, con las sucesivas reimpresiones. Según el convenio editorial, Dickens recibiría sólo 14 libras por cada entrega, pero a partir del número cinco, el editor aumentó su pago a 25; al término del primer año de la publicación, éste le regaló 500 libras como agradecimiento. Al finalizar la obra, Dickens obtuvo un cheque por 750 libras. Fue el comienzo de una carrera de abundantes encargos editoriales, reconocimientos y, por supuesto, dinero.

Aceptación y crítica de la sociedad
Si bien Pickwick no recibió grandes elogios de los críticos, sí repercutió profundamente en el público inglés, que adoptó la historia en sus conversaciones cotidianas. Pronto los comerciantes capitalizaron esa atención poniéndole el nombre de los personajes de Dickens a productos de toda índole, así como la gente los adoptó para nombrar a sus mascotas.

En 1836, al tiempo que Dickens aceptó trabajar como editor del Bentley's Miscellany, se casó con Catherine Hogarth, hija del director del periódico The Morning Chronicle, donde no tardaron en aparecer sus novelas por entregas. De todos sus relatos publicados hasta entonces, hubo uno que causó conmoción en la sociedad inglesa: Oliver Twist (1837). En éste, Dickens comienza a hacer referencia a los maltratos de los que fue testigo —y protagonista— durante su infancia, y de inmediato puso en una situación vergonzosa a las instituciones de asistencia y a la sociedad misma, que permanecía inmutable ante la orfandad y la miseria. Pero más allá de una lección moral, lo que buscaba Dickens era hacer una alegoría de la bondad: ésta podía encontrarse más fácilmente entre asaltantes que entre quienes se ufanaban de «ayudar» a los desamparados. Para él, la bondad sobrevive a cualquier circunstancia, y ésa es la constante de su relato más célebre: Canción de Navidad (1843).

La primera traducción que se publicó de Dickens en México, fue Cuento de Navidad, en 1870, aunque un año antes Ignacio Manuel Altamirano lo dio a conocer en su revista literaria El Renacimiento.

Reconciliarse con la Navidad
Dickens necesitaba reconciliarse con su público —en especial con el estadounidense— que, lejos de divertirse, empezaba a sentirse agredido por sus ideas contra la esclavitud.

Para ello, comenzó a caminar por las calles de Londres de 25 a 30 kilómetros cada madrugada para concentrarse en la trama de la historia —que escribió en seis semanas— y, sobre todo, «encontrar valor» para escribir de algo que en secreto odiaba con toda su alma y que atacaba con sarcasmo e ironía en sus relatos: la hipocresía que rodeaba la Navidad. De paso, él mismo buscaba apaciguar su ánimo con esa festividad, y la mejor forma que encontró fue reinventar su significado; que la Navidad no se limitara sólo a su connotación religiosa, sino que fuera una reflexión de cuanto hacemos a diario, cómo disfrutamos la vida o dejamos de vivirla.

El resultado fue uno de los arquetipos más emblemáticos de la historia: Ebenezer Scrooge, un viejo rico y avaro que no disfruta de nada, al que visitan tres fantasmas para mostrarle cómo ha sido su vida y cuáles serían las tristes consecuencias de continuar con esa actitud mezquina.

Los personajes de Dickens no se limitan a criticar o ejemplificar a la sociedad inglesa, sino que se han convertido en referentes universales de cómo uno puede abandonarse o sobreponerse a sus propias circunstancias. En sus relatos triunfa el espíritu y la virtud, algo que nunca debe confundirse con el «final feliz», pues ése no existe en la vida real y tampoco en la literatura, que es la historia no contada de la Historia.❧

El autor de esta nota, al igual que su tocayo Dickens, abomina la Navidad porque es la época en que se hacen más evidentes las diferencias sociales; pero no por ello le hace el feo a las fiestas, las comilonas y, sobre todo, a los repetidos y generosos brindis que se acostumbran en estas fechas, en las que se desea «paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad». Con gusto recibirá sus comentarios en Twitter. Sígalo como @alguienomas

 

Zona arqueológica de Cacaxtla

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 18 Diciembre 2017 Visto: 3133

cacaxtla 1x1Historia
La zona arqueológica de Cacaxtla, es un sitio fundado por la cultura Olmeca-Xicalanca entre los años 100-1100 D.C. Se puede apreciar la riqueza de esta cultura, a través de la enorme plataforma del complejo arqueológico y la suntuosa decoración.

Cacaxtla representó un punto estratégico para controlar el paso de la ruta comercial entre Teotihuacan y las tierras bajas del Golfo por las que se llegaba a Tabasco y Campeche, ubicación determinante para su crecimiento y esplendor.

Es una joya de la creación artística de nuestros antepasados, considerada como pintura naturalista, producto del biculturalismo de los Olmecas-Xicalancas, que dejaron plasmada en frágiles paredes, historias de mar, batallas, hombres aves, mazorcas humanas, estrellas y serpientes. Todas ellas realizadas con el color de los pigmentos del caolín, la obsidiana, la cal y otros minerales de la región

 

Ciudades del Clásico y la ruralización de Tlaxcala

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 18 Diciembre 2017 Visto: 3039

ciuraxcacalaatlaxRevista Arqueología Mexicana
De los tres periodos, el Clásico es el menos conocido para Tlaxcala, pero recientemente se han logrado avances significativos. Mientras que en la literatura anterior sobre el Clásico del Altiplano Central se daba prioridad a Teotihuacan, ahora se sabe que hubo varias subtradiciones regionales; las ciudades de Cholula y Cantona siguieron trayectorias urbanas propias pero compartieron ciertas características fundamentales. Aunque Teotihuacan fue la ciudad más grande e influyente en el nivel interregional, la urbanización del Clásico cristalizó en un paisaje con tres nodos urbanos principales. Esta nueva apreciación de la contemporaneidad y la importancia de Cholula y Cantona influyó en las consideraciones sobre la interacción en Mesoamérica, incluyendo Tlaxcala, que se encuentra precisamente en el cen- tro de estos tres nodos urbanos.

La transición a este nuevo paisaje se registró en Tlaxcala mediante grandes cambios en la ubicación de asentamientos y en los patrones demográficos, obtenidos por medio de recorridos arqueológicos y por cronologías comparativas. Algunas partes de Puebla-Tlaxcala experimentaron fuertes disminuciones poblacionales, lo que corresponde con los aumentos demográficos en Cholula y Teotihuacan, e indica episodios de migración a estas dos ciudades. Después de ocupar el primer lugar en la jerarquía de asentamientos del norte de Tlaxcala durante el Preclásico Terminal, el sitio de La Laguna fue abandonado durante la transición al Clásico, y un asentamiento de segundo nivel, Cerritos de Guadalupe, se convirtió en el sitio más grande de la región. Este sitio se encuentra justamente en el corredor Tlaxcala, vía natural de comunicación entre el norte de la Cuenca de México y la costa del Golfo. Algunas afinidades materiales con Teotihuacan sugieren que el crecimiento de la ciudad tuvo un efecto directo en el norte de Tlaxcala. Esto se aprecia claramente en la región de Calpulalpan, donde Enrique Martínez ha documentado estilos arquitectónicos en La Herradura que se vinculan estrechamente con Teotihuacan. Esta relación fue más tenue con la región de Huamantla, como lo muestra el sitio de Los Teteles de Ocotitla.

Proyectos arqueológicos más recientes han proporcionado nueva información sobre ese im- portante corredor durante el Clásico. El sitio de Quimicho ha sido explorado gracias al salvamento dirigido por Ramón Santacruz Cano, del Centro inah Tlaxcala, asociado con la construcción de una autopista entre la Ciudad Industrial Xicohténcatl y Huamantla. Las excavaciones revelaron fuertes similitudes arquitectónicas con los patios domésticos de Teotihuacan. Del mismo modo, Linda Manzanilla y sus colegas han documentado recientemente fuertes vínculos entre Teotihuacan y Xalasco, en la región de Nautla, Veracruz, el cual creen que funcionó como un nodo en este intercambio interregional. El colapso de la red de comercio en el corredor Tlaxcala se asocia con un nuevo periodo de fuertes cambios en los patrones de asentamiento durante la fase Acopinalco (650-850 d.C.). El asentamiento más denso en el norte de Tlaxcala se trasladó a la Sierra de Tlaxco, y el corredor Tlaxcala se convirtió en una región con baja población, lo que sugiere una especie de “tierra de nadie” que se disputaron los nuevos centros del poder que se establecieron durante esta transición.

Tomado de David M. Carballo, “Del Preclásico al Epiclásico en Tlaxcala”, Arqueología Mexicana núm. 139, pp. 32-41.
Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar:
http://raices.com.mx/tienda/revistas-tlaxcala-AM139

 

Martín Lutero, la Reforma protestante y el mundo hispánico: 500 años de distancia y cercanía

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 18 Diciembre 2017 Visto: 3030

luetrooPor Leopoldo Cervantes-Ortiz
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Monumento a Lutero fuera de la iglesia luterana de Marktkirche en el centro histórico de la ciudad de Hannover. Fuente: flikcr/CC BY-NC-ND 2.0

Lutero tenía características que rara vez encontramos reunidas y muy corrientemente vemos en hostil contraposición. Era a la vez un místico soñador y un hombre de acción práctico. Sus pensamientos no tenían sólo alas, sino también manos; hablaba y obraba. No fue sólo la lengua sino también la espada de su tiempo. Era simultáneamente un frío discutidor escolástico y un profeta entusiasta y ebrio de Dios. [...] El mismo hombre capaz de soltar palabrotas como una pescadera podía también ser tierno como una doncellita.

Heinrich Heine

Todo hombre libre debe colgar en su muro, como el de un redentor, el retrato de Martín Lutero.

José Martí

Las razones de la conmemoración

En diversas partes del mundo, pero sobre todo en Alemania, se han conmemorado durante todo 2017 los quinientos años de los inicios del movimiento encabezado por el monje agustino Martín Lutero, quien, según la leyenda, el 31 de octubre de 1517 clavó en la iglesia de la ciudad de Wittenberg, sus famosas noventa y cinco tesis contra las indulgencias. Dicho acontecimiento representó, según las interpretaciones históricas tradicionales, un verdadero parteaguas religioso, ideológico y cultural, pues, aunque influyó en la ruptura de la cristiandad, significó también la apertura de buena parte de Europa a las ideas que trataron de establecer nuevas formas de vida eclesiástica, así como otras posturas teológicas. Los alcances políticos, religiosos y culturales de la Reforma protestante están fuera de duda, aunque en el mundo hispánico fue resistida rotundamente, como se puede constatar en la fuerte reacción que Carlos v, y después Felipe ii, tuvieron en su contra, pues se sintieron amenazados por la fuerza de un movimiento que se extendió por prácticamente toda Europa. La Reforma en España, y después en sus colonias, pues no hay que olvidar que fue contemporánea de la conquista de México, fue perseguida hasta en sus manifestaciones más pequeñas.

A diferencia de 1983, cuando se cumplió medio milenio del nacimiento de Lutero (todavía con la existencia de la República Democrática Alemana, que asumió la parte oficial del festejo, con su consabida orientación política), las celebraciones han tenido un carácter ecuménico, pues incluso el papa Francisco asistió en la fecha simbólica de 2016 a un gran acto litúrgico en la ciudad sueca de Lund. Esa reunión fue un paso más en el diálogo entre católicos y luteranos que ya había dado como resultado el acuerdo sobre la doctrina de la justificación por la fe en 1999 y, más recientemente, el documento “Del conflicto a la comunión”, dedicado específicamente a la conmemoración común de los quinientos años. En este último texto se afirma: “Análisis históricos más sobrios realizados por otros teólogos católicos han mostrado que las cuestiones más cruciales de la Reforma, tales como la doctrina de la justificación, no fueron las que llevaron a la división de la Iglesia, sino las críticas de Lutero sobre las condiciones de la Iglesia de su tiempo, que surgieron de estas cuestiones.” El informe de la comisión conjunta de 1983 designó a Lutero como “Testigo de Jesucristo” y declaró que “los cristianos, ya sean protestantes o católicos, no pueden ignorar la persona y el mensaje de este hombre”.

Entre la multitud de estudios acumulados hay otras lecturas críticas que continuamente actualizan el debate. La comprensión de los movimientos reformadores del siglo xvi ha sido variada, desde aquella que lo entiende como un auténtico fenómeno liberador del espíritu (Goethe) hasta quienes la aprecian de un modo más relativo: “Más que una reforma que unos quieren limitar al siglo xvi, se trata de un largo período de transición que va del siglo xii hasta el siglo xviii y que abre el camino a la sociedad moderna e industrial” (Jean-Pierre Bastian), sin dejar de lado a quienes la ven como “el componente religioso de la modernidad”, “la última etapa del desarrollo de la conciencia” (Hegel), o como la demostración del “triunfo de la burguesía” para adueñarse por completo de la vida humana, tal como lo dijeron en su momento Karl Marx y Friedrich Engels al referirse a la gesta luterana. El primero, desde la perspectiva de su análisis económico en El capital, y el segundo, al criticar la actuación de Lutero en la tristemente célebre Guerra de los campesinos de 1524-1525, episodio en el que el monje agustino se puso al lado de los príncipes a fin de no arriesgar el destino de su empresa.

Estas y otras afirmaciones, algunas llevadas por el celo y el entusiasmo, otras por el desgaste y el desaliento, y unas más por el desinterés y el desengaño, resumirían las múltiples formas en que es abordada la Reforma protestante y sus derivaciones en el mundo actual. Algo completamente normal, puesto que los grandes sucesos históricos seguirán abiertos a la interminable variedad de interpretaciones. En este caso, la confluencia entre historia de las ideas y teología siempre ha sido complicada y exigente, máxime si se trae a colación algunas de las supuestas consecuencias, directas o indirectas, de las reformas, algunas las cuales seguramente habrían exasperado a los reformadores: el libre examen de las Escrituras (y sus consecuentes derivaciones educativas, culturales e interpretativas), el “sacerdocio universal” (mediante la posibilidad efectiva de deshacerse para siempre de cualquier forma de intermediación humana para acercarse a Dios), la secularización (y su secuela de transformaciones para dar otro rostro al mundo conocido), la laicidad (no sólo en la forma de la separación entre la Iglesia-Estado con su mosaico de situaciones dispares y contradictorias), la democracia (a través de su impacto en la Ilustración y en las revoluciones burguesas posteriores...

Aquí nos centramos, sobre todo, en autores de habla hispana y en algunas traducciones relevantes. En México, las referencias obligadas fueron durante mucho Hombre y mundo en el siglo xvi (Fondo de Cultura Económica, 1944), de Wilhelm Dilthey; El protestantismo y el mundo moderno (Fondo de Cultura Económica, 1951), de Ernst Troeltsch, y la biografía de Lucien Febvre, Martín Lutero, un destino (Fondo de Cultura Económica, 1956, traducción de Tomás Segovia). Pasarían varios años más para la aparición de la obra monumental de George h. Williams, La Reforma radical (Fondo de Cultura Económica, 1983), en versión de Antonio Alatorre, sobre la corriente denominada “el ala izquierda de la Reforma”, con la colaboración de José c. Nieto, autor, a su vez de otros dos volúmenes publicados por la misma casa editorial: Juan de Valdés y los orígenes de la Reforma en España e Italia (1979) y Místico, poeta, rebelde, santo: en torno a San Juan de la Cruz (1982), obras muy emparentadas entre sí. Más tarde apareció Los fundamentos del pensamiento político moderno, ii. La Reforma (Fondo de Cultura Económica, 1986), de Quentin Skinner.

En la España de finales del siglo xix llama la atención cómo se expresó el poeta Gaspar Núñez de Arce (1832-1903), en el prólogo a “La visión de Fray Martín” (1880), por la forma en que resumió la comprensión que se tenía de Lutero y su movimiento en la Península Ibérica:

Lutero y las potestades de su época no se dieron cuenta exacta del movimiento religioso y social en que eran importantes actores, hasta, que el mal no tuvo remedio y el cisma sobrevino. El oscuro fraile de Wittemberg no creía, al principio, inferir ninguna herida a la Iglesia, combatiendo el tráfico que entonces se hacía de las Indulgencias; León x, espíritu generoso y suave, se reía de las agudas argumentaciones del doctor agustino, celebrando á veces su ingenio; el invicto Carlos v exclamaba, al verle, con aire distraído y desdeñoso: –¿Y este es el hombre que ha de trastornar mi imperio?–. Enrique viii le escarnecía con burlas acerbas, y las más perspicuas inteligencias de Italia se encogían de hombros, no pudiendo comprender que un bárbaro, como le llamaban, tuviese fuerzas bastantes para turbar la paz del catolicismo y remover el mundo.

Este poema inspiró un par de obras pictóricas de Vicente Nicoláu Cutanda y de José Jiménez Aranda, la primera de las cuales se halla en el Museo del Prado. Patrocinio Ríos Sánchez ha hecho un estudio muy amplio de la presencia del reformador en la literatura española.

Reforma, reformas e impacto sociopolítico

La figura de Lutero, para bien o para mal, siempre ha centralizado la atención de los estudios sobre la Reforma. A las clásicas biografías (en español) de Roland Bainton y Lucien Febvre, se han sumado en 2017 dos nuevas, particularmente, importantes: la de Thomas Kaufmann, Martín Lutero: vida, mundo, palabra (Trotta), y la de Lyndal Roper, profesora de la universidad de Oxford (Taurus), a las que se debe agregar Martín Lutero. La Reforma Protestante y el surgimiento de la sociedad moderna, del profesor valdense italiano Mario Miegge (clie). Otras obras reconocidas son: Martín Lutero, emancipador de la conciencia (1878), de Federico Fliedner; Lutero o el advenimiento del yo (1923), de Jacques Maritain; Lutero (1958), de Frantz Frunck-Brentano; Martín Lutero: el fraile hambriento de Dios (1973), de Ricardo García-Villoslada; A la nobleza cristiana de la nación alemana sobre el mejoramiento del estado de los cristianos (unam, 1977), de Lutero; La Reforma protestante (1981), de Giuseppe Alberigo; El caso Lutero (1983), de Jean Delumeau; Escritos reformistas de 1520 (sep, 1988); de Lutero; Lutero: un hombre entre Dios y el diablo (1992), de Heiko Oberman; y, más recientemente, la obra de teatro Lutero o el criado de Dios (unam, 1999), de Francisco Prieto, para rematar con la edición crítica de Francisco Gil Villegas de La ética protestante y el espíritu del capitalismo (2003). En Argentina se publicó una serie de volúmenes de la obra completa de Lutero (Paidós-La Aurora, 1967-1983)

No se puede ignorar el monumental trabajo de Alicia Mayer, “Lutero en América Latina”, que forma parte de la enciclopedia sobre el reformador publicada por la Universidad de Oxford. En dicha colaboración, Mayer ubica la presencia de Lutero en todas sus manifestaciones, siguiendo la línea de Lutero en el Paraíso. (2008): “La figura de Martín Lutero en América Latina fue construida durante un largo periodo de tiempo en la perspectiva historiográfica y teológica. La forma en que se ha retratado a Lutero en esta región ha derivado principalmente de las fuentes producidas por las élites y los escasos letrados. En la mayor parte de este período fue moldeado por el interés de la Iglesia católica. La forma en que fue interpretada su figura varió a través de los siglos: luego de ser considerado durante mucho tiempo como “emisario del mal”, posteriormente se definió como un “genio religioso cuya vida y obra cambió los rumbos de la cristiandad y de la Iglesia” (Sabino Sola).

Con esos trabajos, Mayer continuó la tradición de su maestro Juan a. Ortega y Medina, quien desde la década de los cincuenta del siglo pasado abordó las diferencias profundas entre protestantismo y catolicismo (Reforma y modernidad). De manera similar, desde el ámbito de la filosofía, José Luis l. Aranguren esbozó sus ideas en dos de sus obras principales: Catolicismo y protestantismo como formas de existencia (1952) y El protestantismo y la moral (1954), en las que, sin dejar de reconocer algunas de las múltiples aportaciones de la Reforma, no renuncia a criticar rotundamente varios de los elementos que vio como negativos, en la misma línea de Marcelino Menéndez y Pelayo, quien con su Historia de los heterodoxos españoles (1880-1882) marcó a toda una generación de estudiosos católicos españoles. Otra voz de la época, al respecto, Miguel de Unamuno, sería identificado como simpatizante del protestantismo por sus afinidades con autores como Søren Kierkegaard, a quien se consagró intensamente.

Octavio Paz bucearía también en esas aguas en un amplio arco que va desde El laberinto de la soledad hasta muchos de sus escritos de los años ochenta recogidos en Tiempo nublado (1983), subrayando constantemente la importancia de la Reforma protestante en el origen de Estados Unidos, a diferencia de los países latinoamericanos, herederos directos de la Contrarreforma, con las consecuencias políticas y sociales que podían esperarse de esa influencia tan directa para los segundos: una escasa disposición para la crítica estructural y para la democracia: “Desde su nacimiento, la América sajona fue una utopía en marcha. La española y la portuguesa fueron construcciones intemporales. En uno y otro caso, anulación del presente. La eternidad y el futuro, el cielo y el progreso niegan al hoy y a su realidad, a la humilde evidencia del sol de cada día. Y aquí termina nuestro parecido con los sajones. Nosotros somos los hijos de la Contrarreforma y la Monarquía universal; ellos, de Lutero y la Revolución industrial. Por eso respiran con facilidad en la atmósfera enrarecida del porvenir. También por eso están mal instalados en la realidad” (“Literatura de fundación”, 1961). Enrique González Pedrero, con esa misma orientación, escribió: “Reforma y Contrarreforma son, pues, los puntos clave para abrirnos y explicarnos menos el mundo de ayer cuanto, sobre todo, al mundo de hoy. El protestantismo ayudó a los pueblos que lo adoptaron a desplegar capacidades y vo-caciones que ya tenían [...] En cambio los pueblos del sur continuaron en esplendor y la brillantez de la Iglesia” (“Reflexiones barrocas”, 1990).

El desarrollo más reciente sobre la necesidad de hablar en plural de estos movimientos tan diferenciados en muchos de sus aspectos, aun cuando compartían elementos comunes, es relativamente reciente. Siguiendo con autores de habla hispana, conviene incluir los trabajos de Teófanes Egido, especialista en Lutero (suya es una edición de Obras, 1977) e historiador de amplias miras de los protestantismos iniciales. En Las reformas protestantes (1993) explicó muy bien las causas y el sentido de esta nueva taxonomía: “No creemos preciso justificar que Lutero, su ruptura y los conflictos que la acompañaron ocupen el primer mayor espacio ni que su proyecto y su Reforma se encuadren en el ambiente que los explica. Pero el protestantismo no fue sólo luterano: en un Estado singular, de muy segundo orden político pero relevante en el humanismo, como era la Confederación Helvética, se formaría el modelo llamado a dinamizar la Reforma con capacidades que faltaron al luteranismo. Reforma y siglo xvi son incomprensibles si se olvida lo acontecido en Inglaterra partir de Enrique viii: aunque con reservas, porque el anglicanismo tuvo poco de protestante en sus fases más animadas, es una exigencia histórica insistir en su personalidad”. Sobre los movimientos anabautistas, siempre marginados en los grandes recuentos, señaló: “Fueron los radicales, inclasificables por su personalismo esencial, perseguidos por todos y que originaron las utopías, inviables en aquellas condiciones, empeñadas en la transformación, en la revolución social.”

Lutero y la modernidad, un debate interminable

Negado él mismo para asumir la incipiente modernidad que se asomaba para modificar definitivamente el rumbo de la fe cristiana y de la historia en su totalidad, Lutero se veía como un ente extraño al momento de percibir que, finalmente, había contribuido al surgimiento de la pluralidad y del enorme abanico que formarían las iglesias ya “protestantes” después de él. El eco de su labor se percibe con toda claridad en sus continuadores: Ulrich Zwinglio (su colega suizo, rival acérrimo en el tema de la Eucaristía), Thomas Müntzer (con quien escenificó el desencuentro trágico de la Guerra de los campesinos), Martín Bucero (quien lo conoció y escuchó en Heidelberg en 1518), Juan Calvino (con quien nunca se encontró, pero a quien dio el espaldarazo para su mítica y paradójica labor en Ginebra), Felipe Melanchton (su sucesor directo y a quien se acusó, adentro del luteranismo, de falsear sus enseñanzas), Heinrich Bullinger (heredero de Zwinglio en la Iglesia reformada de Zúrich) y Menno Simons (uno de los padres del anabautismo, el mayor dolor de cabeza para católicos, luteranos y reformados), entre otros.

La relación de Lutero con la modernidad fue explicada brillantemente por Ortega y Medina: “Creemos que en la Reforma está la clave de la Modernidad; en la cual [...] aun nos encontramos los pueblos hispánicos, no por casualidad ni por cortedad de luces [...] No será pues, ocioso añadir, que en la Reforma está la llave de la Antimodernidad hispánica.” Otro analista español, José Jiménez Lozano, libre ya de las trabas dogmáticas, describió con especial lucidez las grandes líneas del pensamiento renovador protestante: “...luteranismo significa que el hombre debe aceptar los límites de la condición y de la existencia humanas y destruir todas las engañosas esperanzas en las salvaciones de sí mismo que puedan prometerle la ciencia, las ideologías, los cre-dos políticos y sus praxis, o las transformaciones económicas y sociales, o las religiones que brindan garantías absolutas; pero que, sobre todo, debe destruir su seguridad en sí mismo, que, como Narciso, se revela ahora de modo muy específico en la complacencia en el poder tecnológico y en todas las otras autosatisfacciones que arrancan a ese hombre el sentido de su finitud y sus limitaciones” (El País, 8 de noviembre de 1983).

Aunque para muchos hablar de la Reforma como movimiento, y del protestantismo como conjunto actual de iglesias o confesiones, luego de cinco siglos de Reforma y de protestantismo en el mundo, no significa lo mismo, existe una relación profunda entre ambas realidades. La continuidad y discontinuidad evidentes que se encuentran entre ellas permite que, incluso por contraste con algunas de sus consecuencias, se pueda apreciar la importancia de ese movimiento hasta nuestros días. Todo ello debido a que, tal como escribió Samuel Segura: “La redacción y publicación de Disputatio pro declaratione virtutis indulgentiarum, popularmente conocido como ‘Las 95 tesis’, convulsionó a Europa por los siguientes dos siglos. A través de guerras confesionales entre reinos y principados, se gestarían principios y normas que hoy en día forman parte del canon de la conducción de las relaciones internacionales. Pero la denominada reforma protestante también vendría a cimbrar las relaciones sociales en Europa y, más allá, abriendo paso a la modernidad” (“Martín Lutero y el cambio social”, Nexos, 12 de enero de 2017) •

 

Otorgan premio nacional de artes a chamán de la etnia seri

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 18 Diciembre 2017 Visto: 2865

chamannLa distinción llega en un momento perfecto, porque al mundo le falta espiritualidad, dice a La Jornada Carlos Ogarrio, enlace del galardonado con el exterior

Don Chapo, como es conocido, no es curandero ni brujo; busca dar a las personas un tesoro: la felicidad, señala el profesor

Periódico La Jornada
El gobierno de México otorgó el Premio Nacional de Ciencias, Artes y Literatura 2017, en el rubro de Artes y Tradiciones Populares, a un chamán de la etnia seri (comcáacc, en su lengua).

Por su fuerza como líder espiritual que expresa los valores estéticos del pueblo Comcáacc de manera integral y que trasciende a las nuevas generaciones, don Francisco Barnett Astorga fue distinguido con el máximo reconocimiento que otorga la República a sus creadores culturales.

Don Chapo, como lo llaman en su comunidad, no habla español. Vive en Punta Chueca (municipio de Hermosillo), poblado con poco menos de 200 viviendas, justo donde el desierto desemboca en el Golfo de California, a pocos pasos de la isla Tiburón, la más grande del país.

Es otro mundo, el hogar de los hombres de arena, como llamaron los yaquis a los seris, descendientes de nómadas guerreros, hoy transformados en pescadores.

Ahí es donde Chapo Barnett, a sus 79 años, cura el espíritu de quien se acerca con dolencias físicas, con un profundo conocimiento de plantas medicinales, de piedras a las que se atribuyen virtudes mágicas; sabe los movimientos corporales necesarios y, sobre todo, sabe los cantos que son el idioma de los espíritus, explicó la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el comunicado donde se anunció su premio.

El galardón llega en un momento perfecto, porque lo que más le hace falta al país y al mundo es espiritualidad, ni religión ni política, sino espiritualidad, la esencia del ser humano, dice a La Jornada Carlos Ogarrio, profesor de la Universidad de Sonora, estudioso de la cultura y tradiciones de los de comcaácc, y enlace de don Chapo con todo lo que hay afuera del entorno que rodea al chamán.

Nos hace falta la sensibilidad hacia lo vivo, hacia el planeta. Dejar de ver todo como recursos para explotar, sino como seres vivos, esa es la enseñanza de don Chapo, reitera el investigador quien desde hace 25 años es testigo del quehacer del haaco cama (hombre medicina, en idioma comcáacc).

Ogarrio cuenta que fue la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) la que apoyó la candidatura de Barnett al premio nacional de artes.

Les ayudé con información para formar el expediente, añade. “A Chapo lo conocí en 1992 cuando vino a Hermosillo para participar en una ceremonia con un jefe de la tribu dakota, en la cual algunas personas van a orar a una montaña durante cuatro días, sin tomar alimentos ni agua, mientras los chamanes esperan abajo con sus cantos y danzas rituales, pendientes de que todos estén bien. Ese es el trabajo espiritual que hace don Chapo.

Un chamán posee el conocimiento de la naturaleza, la cual nos provee de todo, por ejemplo, de las plantas medicinales que él conoce muy bien. Pero también cura a través del canto, pues conoce también la naturaleza humana. Él dice que la sanación debe ser emocional para restaurar y equilibrar el cuerpo, y hacer que las personas recuperen la serenidad y la felicidad.

Hasta Punta Chueca, pueblo que queda a unos 30 kilómetros de Bahía de Kino, llegan decenas de personas de todo el mundo en busca de los saberes del chamán, entre ellos artistas y algunos famosos, “pero no como los de Televisa, sino artistas de verdad, reales, sinceros, creadores de arte y cultura por inspiración, no por negocio. Políticos no, porque ellos desconocen este mundo, viven en lo material.

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Don Chapo no habla español. Vive en Punta Chueca (municipio de Hermosillo), poblado con poco menos de 200 viviendas, justo donde el desierto desemboca en el Golfo de CaliforniaFoto Carlos Ogarrio
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Chapo está entusiasmado con la idea de visitar al presidente Enrique Peña Nieto; piensa cantar o hacer alguna oración cuando visite Los Pinos, si se lo permitenFoto Carlos Ogarrio
“Chapo no es curandero ni brujo. No lee la mano para decir a quién le va a ir bien o mal, o quién se va a ganar la lotería. Es un hombre que busca dar a las personas un tesoro: la felicidad, la cual se adquiere a través de la disciplina y de la salud, del desapego material. Por supuesto, quien viera a Chapo andar por las ciudades, lo calificaría de loco, pero ese no es su mundo.

Muchas personas ni saben a qué van, pero llegan con él, porque todos tenemos algo que se llama intuición. La espiritualidad es lo que guía hacia don Chapo, tener alguna enfermedad del cuerpo y del alma. Chapo con sólo ver a las personas sabe qué necesitan, y los atiende, toma algunas plantas, las sopla hacia la persona y, sobre todo, les canta, hasta que poco a poco va cambiando la actitud o el estado de ánimo de quien es sometido al ritual.

En una ocasión, el investigador tuvo oportunidad de acompañar al chamán a una ceremonia con indígenas en el Amazonas, fuimos a la tribu huitoto, donde se dieron cita más de 400 pueblos indígenas, y fue sorprendente ver cómo se comunicaron todos ellos, aun cuando hablan lenguas diferentes. Se entendieron a la perfección mediante el lenguaje que llamamos de la armonía, un lenguaje corporal, anímico, gestual. Fue el entendimiento sin palabras, una gran retroalimentación.

Apenas se supo del galardón al chamán seri, Ogarrio fue a avisarle. La noticia, afirma, le causó felicidad a don Chapo, quien en su lengua se llama Cazzim (hermoso), pero no dijo más, “no piensa en el dinero que recibirá, creo que ni siquiera lo sabe. Él está en otra frecuencia, entero, muy fuerte físicamente.

“Lo que sí le entusiasmó fue tener la oportunidad de visitar al Presidente que, como a muchos líderes en el mundo, se le refleja la maldad del pueblo, pues los gobernantes son reflejo de su rebaño. Hará algo espontáneo, quizá cantar o alguna oración, si se lo permiten en Los Pinos. Él ya le cantó en Alemania a los líderes que participaron en el Grupo de los Diez.

Don Chapo lo único que quiere es compartir su alegría, transmitir un mensaje de amor, emociones que van junto con la salud para conformar la trinidad más importante, pues él quiere que el mundo retome su camino, ya que a la vida venimos para ser felices, por eso él canta y baila, siempre en éxtasis.

Las enseñanzas de don Chapo las recibió de su padre, don Miguel, quien vivió 100 años y del que sólo se sabe que quedó huérfano muy niño; se crió solo en la isla Tiburón, hasta que se unió a un clan. No se sabe quiénes fueron los padres de Miguel, vivió de manera silvestre su infancia y adolescencia. Cuando fue la persecución de los seris por parte de los ganaderos mexicanos, en un rancho lo recibió un inglés que lo bautizó con el apellido Barnett.

Raymundo, uno de los seis hijos de Chapo está en camino para convertirse en chamán, pues la enseñanza no se acaba; y todavía están sus nietos, tiene como 20, celebra Carlos Ogarrio.

Los galardonados con el Premio Nacional de Artes y Literatura también son distinguidos con su ingreso como creadores eméritos al Sistema Nacional de Creadores de Arte.

 

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