¿Saldrás de paseo con tus pequeños? Te ofrecemos algunos consejos (probados por nuestros expertos) que harán de tu próximo viaje una experiencia alegre y súper divertida. ¡Toma nota!
MÉXICO DESCONOCIDO
¡Se acercan las vacaciones! Para asegurarte de tener un viaje familiar sumamente enriquecedor y libre de contratiempos, sigue estas recomendaciones.
1. Consigue lecturas o información sobre el destino a visitar
Compra libros generales de viajes, profusamente ilustrados, para que vayan conociendo el lugar al que van. En internet también puedes encontrar información. Organízala y leela con ellos.
2. Acompáñense con mapas y catálogos
A los niños les gusta ir trazando el recorrido que realizan. Cómprales un mapa turístico o estatal para que vayan marcando la ruta de viaje. También es buena idea que tengan un catálogo, sea de plantas, aves, o arqueología, según el gusto personal.
3. Equilibrio ante todo
Un error frecuente es tratar de ver en cada destino "todo lo que hay que conocer". Tarde o temprano los niños se cansan. Evita esto equilibrando la diversión con el aprendizaje.
4. ¿Lugares con valor cultural?
Nadie discute que hay destinos turísticos con más relevancia histórica que otros; no obstante, todos tienen historia. Incluso, en destinos turísticos creados podrás encontrar historias dignas de ser escuchadas. Si no sabes mucho del pueblo que visitas, lleva a tus hijos a conocer el mercado, la iglesia y el palacio municipal: con ello tendrán un panorama de lo que hay en la comunidad.
4. Haz comentarios interesantes
Deja de lado las explicaciones tediosas y mejor induce la curiosidad de los pequeños con comentarios interesantes. En vez de una larga explicación sobre las arañas coméntales, por ejemplo, que el hilo de la araña es más fuerte que un alambre de acero del mismo grosor, o que las viudas negras se llaman así porque devoran al macho después del apareamiento. Es muy posible que esto motive al niño a preguntar más.
5. Otorga tiempos libres
En los pueblos pequeños y ciudades seguras puedes confiar en que tus hijos hagan, en determinados momentos, su vida aparte. Puedes permitirles que jueguen solos en la plaza o compren en el mercado. Eso les dará una perspectiva diferente del sitio y además podrán hacer amigos de su edad, quienes les mostrarán cosas que sólo los habitantes del lugar conocen.
6. Platiquen con personas de la comunidad
Si van a comprar un helado, alguna artesanía o simplemente están paseando por un Pueblo Mágico, platiquen con la gente del lugar, pues conocen mil detalles y aspectos curiosos que jamás verán consignados ni en las guías turísticas más completas.
7. Especialistas vs. generalistas
Los padres preferirían que sus hijos adquirieran una cultura general, pero la mayoría de los niños tienden más bien a ser especialistas. Sus intereses pueden ser la vida de los delfines, los tiburones, las aves, las armas de fuego, las historias de la piratería, etcétera. Déjalos así, pues la cultura general la irán adquiriendo con el tiempo.
8. ¿Qué lugares visitar?
En general, los niños gustan más de los museos interactivos o que tienen que ver con la naturaleza, y pocos se entusiasman en las pinacotecas o en los museos de arte moderno. No te empeñes en considerar como sitios de aprendizaje sólo a los museos formales. Si tu niño es muy inquieto o pequeño, la experiencia en un museo será más traumática que pedagógica. En realidad, todo lugar es un museo: un muelle, un faro, el zócalo de la localidad. Basta con dar un enfoque adecuado a la información.
9. Proporciona información suficiente, pero no en exceso
Cada niño es diferente, pero mientras más pequeños, entienden frases más simples y cortas. En una visita a un zoológico basta con que aprendan que los leones son africanos y, en una travesía por un museo, que Hernán Cortés conquistó Tenochtitlán.
10. Di la verdad
Algunos padres se sienten presionados a inventar cosas, porque para sus hijos "lo saben todo". No caigas en esa tentación, pero tampoco digas simplemente "no lo sé". Una mejor actitud es decir" no lo sé, pero cuando regresemos a casa lo consultaremos, ¿te parece?"
11. Armen un diario de viaje
Motiva a tus hijos a que lleven un diario de viaje. Mejor aún: también hazlo tú mismo. Compra un cuaderno pequeño y sugiere que lo titulen "Diario de mis vacaciones". El diario se actualiza en familia cada noche, comentando las curiosidades del viaje, los retos, las metas alcanzadas, lo que no se entendió y que habrá de consultarse en casa.
Recuerda que este diario es un documento privado y no debe ser leído más que por su propietario, pues con frecuencia contendrá pensamientos y experiencias personales. Este diario, además de registrar datos y ocurrencias será tal vez el mejor recuerdo de unas vacaciones, y sin duda verás a tus hijos leerlo y reelerlo muchas veces al paso del tiempo.
12. No olviden que son "vacaciones"
Si ni con todo lo anterior logras que tu niño deje otro tipo de diversiones por aprender algo, serénate. Hay otros momentos y lugares para que tus hijos aprendan. Las vacaciones o paseos recreativos deben ser, para ti y para ellos, momentos de diversión y de feliz convivencia familiar.