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Cultura y Espectaculos

Director de orquesta y solista mexicano debutará en China

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 11 Abril 2018 Visto: 3133

SILOISTAAAdolfo Alejo, se presentará en el prestigiado Hunan Grand Theater en la ciudad de Changshá
JUAN CARLOS TALAVERA
“Es necesario demostrar que la música clásica no es elitista”, asegura Adolfo Alejo. Foto: Cortesía Adolfo Alejo
“Es necesario demostrar que la música clásica no es elitista”, asegura Adolfo Alejo. Foto: Cortesía Adolfo Alejo.
CIUDAD DE MÉXICO.
El director de orquesta y solista concertador Adolfo Alejo (Cuernavaca, 1986) debutará hoy en China, en el prestigiado Hunan Grand Theater en la ciudad de Changshá, una de las salas de concierto más importante del país asiático, donde dirigirá e interpretará la Sinfonía Júpiter 41 y el Concierto para violín No. 5 —también conocido como el Concierto turco—, de Mozart.

El músico mexicano ha ganado tres ediciones del Concurso Nacional de Violín Hermilo Novelo, en la UNAM; fue el primer solista que se presentó en la sala de la Filarmónica de Berlín, acompañado por la Berliner Camerata y fue calificado como “el Paganini de la viola”, en Polonia.

Adelantó, en entrevista con Excélsior, que ya tiene agendados conciertos con las orquestas Idomeneo de París, la Sinfónica de Khabarovsk de Rusia, la de Cámara de Arizona y la Joven de Cataluña, y aseguró que su presentación en China será una experiencia memorable y un concierto histórico, no sólo por su debut sino porque en este país existen grandes directores y solistas de renombre, por lo que existen pocas ocasiones en las que se puede escuchar a un mexicano.

Vía telefónica explicó que recibió la invitación del director artístico de la Orquesta Sinfónica de Hunan, Xiao Ming, “quien tenía conocimiento de mi trabajo en México y Europa, y me eligió como director invitado y solista”.

Luego de dos ensayos con la agrupación, dijo, “puedo decir que es una orquesta de primerísimo nivel. Además, en estos días he descubierto que México y China tienen una similitud en cuestiones culturales y de folclor, y, aunque estamos muy lejos uno del otro, creo que somos países que comparten una gran riqueza cultural”.

Aseguró que el Concierto para violín No. 5 es la obra más complicada y conocida del repertorio mozartiano, por lo que cada ejecución es un reto. “Siempre es un reto, porque tocar Mozart es complicado. Porque es complicado proyectar a la audiencia que se trata de música fácil cuando en realidad es música muy difícil, evocando la transparencia e ingenuidad del compositor”.

Durante la entrevista, recordó que en alguna clase magistral le preguntaron qué se imaginaba cuando tocaba o dirigía algún concierto de Mozart.

Lo que creo es que en muchos compositores predomina la parte intelectual en su forma de componer. Pero en el caso de Mozart, la música es más genuina y transparente y, en cierto modo, uno tiene que interpretarlo como si estuviera jugando. Cada vez que toco Mozart me acuerdo de mi infancia, de cuando era niño, de cómo jugaba y en ese momento la música empieza a tener claridad”.

En su trabajo como violinista, violista y director de orquesta, Adolfo Alejo aseguró que busca una conexión entre la orquesta, la música y el público. “Creo que el director funge como un catalizador entre estos tres elementos. Por esa razón he tratado que mi trabajo como director o solista no sólo se quede en la relación y el trabajo con la orquesta”.

Considero que cuando el director hace partícipe a la audiencia se logra el fin más puro de la música, que es proyectar una serie de sensaciones, colores y texturas. Siempre he creído que cuando un director y una orquesta simplemente dan un concierto, es decir, al sólo tocar las notas... el público se aburre. Por eso en México el público aún tiene miedo de ir a las salas de concierto”.

Reconoció que las salas de concierto vacías son, en parte, culpa de los músicos y directores de concierto, “porque la gente sigue viendo a los artistas como una joya de aparador, es decir, como algo muy valioso a lo que no se pueden acercar, y la verdad es que nosotros nos debemos al público; sin la audiencia no somos nada. Es necesario demostrar que la música clásica no es elitista y que es accesible a todas las personas”.

También lamentó que los programadores de las orquestas no sean congruentes con la oferta cultural, que persista la fuga de talentos en México ante la pobre oferta y que, en la mayor parte de escenarios mexicanos, se siga pensando “que los solistas y batutas extranjeros son mejores que los mexicanos, a pesar de que su calidad sea internacional”.

 

Identifican calendario inca en desierto chileno

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 11 Abril 2018 Visto: 3021

INCANotimex | La Jornada

Imagen tomada del sitio del Museo de Chileno de Arte Precolombino. Fotografía: ©Pepcandela

Santiago. Un grupo de arqueólogos, historiadores y científicos chilenos identificó la existencia de estructuras astronómicas incas en dos localidades ubicadas en el desierto de Atacama, en el norte del país, informaron hoy fuentes científicas.

Los expertos del Museo Chileno de Arte Precolombino, acompañados de astrónomos del radiotelescopio ALMA y la antropóloga Jimena Cruz, realizaron el hallazgo en las localidades de Vaquillas y Ramaditas, en la Región de Antofagasta, mil 330 kilómetros al norte de aquí.

La investigación “Navegantes del desierto: Cuando el cielo se inscribe en el camino” comprobó la existencia de “saywas” astronómicas en el desierto de Atacama, bordeando el Camino del Inca.

Un comunicado del Museo Chileno de Arte Precolombino precisó que, “a través de la sombra que proyectan sobre el suelo durante la salida del sol, las saywas, estructuras de piedra construidas por los incas, permiten identificar y predecir equinoccios, solsticios y otros eventos astronómicos”.

Los científicos chilenos estuvieron la madrugada del 21 de marzo de 2017 en Vaquillas, a cuatro mil 200 metros de altura sobre el nivel del mar, donde comprobaron “la exacta alineación de dos saywas centrales con el punto de salida del sol en el equinoccio de otoño”.

Luego, el 21 de junio de 2017 visitaron Ramaditas, junto a la quebrada del río Loa, donde los investigadores presenciaron “la salida del sol, en el solsticio de invierno, perfectamente alineada a dos saywas de 1.20 metros de altura”.

Los expertos llegaron a la conclusión que “las saywas son marcadores astronómicos y están alineados con fechas relevantes del calendario inca”.

“Las saywas, estructuras de piedra descritas por cronistas en documentos del siglo XVII y XVIII, no habían sido identificadas en otros lugares del Camino del Inca”, acotó el comunicado.

La historiadora Cecilia Sanhueza explicó que “el Cusco estaba rodeado por columnas donde se medía el tiempo y se elaboraban los calendarios, se predecían los equinoccios, los solsticios, la época de la siembra y de la cosecha”.

“Lo interesante fue encontrar estas saywas astronómicas en el Camino del Inca, o sea, fuera de las grandes ciudades, en lugares despoblados sin movimiento aparente”, apuntó.

El Museo Chileno de Arte Precolombino realizó la investigación con el apoyo de la minera BHP/Escondida y el Observatorio radioastronómico Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA).

 

Rudyard Kipling

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 11 Abril 2018 Visto: 3255

Rudyard KiplingRudyard Kipling. Algarabía
Rudyard Kipling, célebre por escribir El libro de la selva, logró «traducir» con sus obras el pensamiento de la India al mundo Occidental

A continuación te presentamos sus impresiones de cómo era el lugar donde nació, luego de haberse educado en Londres.

Soy, con la venia, el pobre hermano Lippo. No me acerquéis al rostro las antorchas.
Fra Lippo Lippi
Volvía a visiones y olores que me arrancaban frases vernáculas cuyo significado ignoraba.

Podría haberme ocurrido que mi madre no fuese «la clase de mujer que a uno le gusta», como en un caso terrible que conozco, o que mi padre resultase inaguantable. Pero mi madre demostró ser más encantadora de lo que yo hubiera podido imaginar o recordar; y mi padre no sólo era una mina de sabiduría y de valiosa ayuda, sino también un compañero experto, tolerante y lleno de buen humor. Me dieron habitación propia en la casa. El criado de mi padre, con toda la solemnidad de un contrato matrimonial, me cedió a su hijo para que fuese mi criado.
No sólo éramos dichosos, sino también conscientes de serlo.

Disfrutábamos más en familia que
 en compañía de los extraños y cuando, algo después, llegó mi hermana, la felicidad fue total.

Los diarios locales
Pero el trabajo era difícil. Yo era el cincuenta por ciento del «equipo editorial» del único diario del Punjab, hermano pequeño del gran Pioneer de Allahabad, que era del mismo propietario. Y un diario sale todos los días aunque la mitad de su equipo tenga fiebre.

Mi jefe me llevó, como quien dice, de la mano y, durante tres años o así, lo odié. Tuvo que adiestrarme y yo no tenía idea de nada. No sé hasta qué punto
 mi aprendizaje lo hizo sufrir, pero todo lo objetivo que llegara yo a ser, todo el hábito que adquiriese en verificar fuentes y en conseguir trabajar sin moverme del despacho, se lo debo a Stephen Wheeler.

Descubrí que un
 hombre puede 
trabajar con 
cuarenta de fiebre,
 aunque al día
 siguiente tenga que 
preguntar quién 
escribió su propio 
artículo.

Nunca trabajé menos de diez horas al día, y rara vez más de quince al día. Como nuestro periódico era vespertino, sólo vi la luz del mediodía los domingos.

[...] Desde 
una perspectiva
 moderna, supongo que aquélla era una vida perra; pero mi mundo estaba lleno de muchachos que, con muy pocos años más que yo, vivían solos y morían de fiebre tifoidea a los veintipocos años.

Bombay: mausoleo de fantasmas
No había libros, cuadros, obras de teatro, ni más entretenimientos que los deportes que permitía el invierno. El transporte se limitaba a los caballos y al ferrocarril que buenamente había. Esto significaba que el radio normal de viaje podía ser de unos diez kilómetros a la redonda.

La muerte era siempre una compañera cercana. Una vez, en nuestra comunidad blanca de 70 personas, se dieron once casos de una epidemia tifoidea. Como todavía 
no existían las enfermeras profesionales, los hombres cuidaron a los hombres, y las mujeres a las mujeres.

«Hombres y mujeres caían donde fuera, de ahí la costumbre de buscar a cualquiera que no llegara a las reuniones diarias»

Nos acompañaban los difuntos de todos los tiempos; en el gran cementerio musulmán abandonado que estaba cerca de la estación y donde, cualquier mañana, el caballo podía pisar fácilmente un cadáver medio desenterrado. Los cráneos y huesos afloraban entre los muros de adobe del jardín. Las lluvias los volvían a desenterrar y había tumbas a cada paso.

Una ciudad vociferante
Tan pronto como el periódico pudo confiar un poco en mí, que había hecho bien el trabajo rutinario, me envió primero a hacer informaciones locales y, después, a las carreras de caballos, donde pasé tardes curiosas en el tenderete de las apuestas.

Lee: Ama lo que haces y haz lo que amas

Informé sobre fiestas de aldea, con las inevitables epidemias de cólera o viruela; sobre motines populares a la sombra de la mezquita de Wazir Khan, donde las pacientes tropas, tendidas en los parques o en las callejuelas laterales, esperaban la orden de cargar contra la multitud y pegarle a la gente en los pies con la culata del fusil —en aquella época, la Administración civil consideraba que matar equivalía a reconocer un fracaso.

Y así la ciudad vociferante, enfervorizada, ebria de sus propias convicciones, era dominada sin derramamiento de sangre o con la comparecencia de un virrey que gesticulaba mucho.

Relaté también visitas de virreyes a los príncipes vecinos, junto al gran desierto de la India, donde había que lavarse las manos y la cara con agua mineral; revistas de ejércitos dispuestas a invadir Rusia a la semana siguiente; recepciones de algún potentado afgano con el que el Gobierno indio quería estar a bien —éstas incluyeron un paseo hasta el Khyber, donde me alcanzó el disparo perdido de un bandido que no aprobaba la política exterior de su gobierno.

A la tierra que fueres...
Recibí el primer intento de soborno a los 19 años, cuando me encontraba en un Estado indígena donde, naturalmente, uno de los afanes de la administración era conseguir más salvas de honor para el representante oficial en sus visitas a la India británica, propósito para el que podía ser útil hasta la recomendación de un corresponsal perdido.

Como el remitente era de casta alta, le devolví el regalo mediante un barrendero, que era de una casta inferior.

De vuelta al periódico, me encontré con que el director estaba enfermo y tenía que quedarme al cargo. Entre la correspondencia editorial, había una carta del mismo Estado indígena, en la que se daba cuenta de la visita de «su reportero, un tal Kipling» que, al parecer, había violado uno por uno los diez mandamientos desde el rapto al robo.

Les contesté que acusaba recibo de la queja en calidad de director interino, pero que debían comprender en mí cierta parcialidad ya que la persona de la que se quejaban era yo mismo.

Volví a visitar alguna vez aquel Estado y nada ensombreció ni por asomo nuestras relaciones. Yo tenía ya práctica en el insulto a la manera oriental, que ellos entendían. Y me devolvieron la pelota a la manera asiática, que yo entendía, y asunto concluido. [...]

Encuentra el relato completo de la experiencia que obtuvo Kipling como periodista en la India, para inspirar sus narraciones en las que exalta los valores del Imperio británico, en Algarabía 86.

 

Picasso, Artista malagueño

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 09 Abril 2018 Visto: 2875

hVictoria García Jolly. algarabia

Sin duda, uno de los nombres más sonados en el arte es el de Picasso. El pintor malagueño es referente de la vanguardia y nos lleva a un mundo pictórico distinto a cuanto ocurrió hasta la transición del siglo XIX al XX. Para ser concisos, cubismo y Picasso significan lo mismo. Esta idea se construyó con el tiempo y con la fama que acumuló durante su vida, que no fue corta. Como todos, Picasso empezó de cero y, como pocos, empezó de niño.

Al ser Picasso una de las figuras centrales del arte universal, a casi nadie escapan obras como Guernica (1937) o Las señoritas
de Avignon; otros, que han visitado sus exposiciones, tal vez recuerden sus esculturas, objetos, cerámicas, dibujos y grabados: un cúmulo de obras del infatigable pintor
español que a los 14 años pintaba como adulto —magistralmente— y a los 90 lo hacía con absoluta sencillez: «Me llevó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevó toda una vida hacerlo como un niño». Es decir que, en cierto sentido, la historia de Picasso se desarrolló
a la inversa: comenzó por el final.

Hemos criado un monstruo

El pintor y profesor José Ruiz Blasco y María Picasso López fue la pareja que trajo al mundo a este genio al que llamaron Pablo Diego José Juan Nepomuceno Cipriano de la Santísima Trinidad María de los Remedios Ruiz Picasso (1881-1973), quien mamó arte en el seno familiar. Rodeado como estaba de intelectuales y creadores que frecuentaban a su padre, Picasso no quiso otra cosa en la vida que dedicarse a pintar. En 1893, a los 12 años, era alumno de la Escuela de Bellas Artes en la Coruña; sólo tres años después realizó una de sus primeras obras maestras: La primera comunión, en la que los miembros de su familia le sirven de modelos y la ocasión para manifestar que a su corta edad era capaz de comprender la psicología de los personajes y mostrar lo que sienten, acaso lo que piensan. Un año después pinta Ciencia y caridad, en la que una mujer agoniza al lado de un doctor —su padre fue el modelo— y una monja que lleva en brazos a un pequeño niño quien quedará huérfano en cualquier momento.

Estas pinturas y una gran cantidad de dibujos fueron suficientes para que José Ruiz se diera cuenta de que su hijo era diferente y que estaba destinado a algo grande como María vaticinó a su pequeño Edipo: «Cuando era un niño, mi madre me dijo, “Si te haces soldado, serás un general. Si te haces monje, terminarás siendo Papa.” En lugar de eso me hice pintor y me he convertido en Picasso».

En busca de escuelas que contribuyeran más al desarrollo del pintor la familia se trasladó de una ciudad a otra; en
esta etapa el pequeño Pablo estudió la obra de El Greco, de Goya y de Velázquez, cuyo efecto podemos ver manifiesto
en su obra, además, aprendió a la perfección la técnica y
las reglas clásicas que más tarde rompería con asombrosa genialidad. Nada le era suficiente, su apetito por devorar y asimilar todo lo que veía siempre fue insaciable. En el año
de 1900 visita París por primera vez con motivo de la Gran Exposición Universal: la deslumbrante Torre Eiffel, nuevecita, los pabellones Grand y Petit Palais, el Impresionismo, los carteles de Toulouse-Lautrec y el tesoro alojado en el Louvre de inmediato lo atraparon, entonces supo que era ahí donde tenía que estar, donde su obra sería lo que debía ser.
«Los grandes artistas no piden prestado, roban»
Ésta es una de esas frases típicas que Picasso no tenía empacho en pronunciar y ejecutar con la mayor frescura; él sabía qué hacer con todo lo que sus ojos miraban, cómo crear, cómo componer una imagen impactante e icónica. Poseía un finísimo instinto para saber de qué estilo y en qué momento dejarse influenciar, cómo transformar su obra y
en qué dirección. No sólo fue el trabajo de Toulouse-Lautrec, sino lo que vio en Van Gogh, Gauguin y, sobre todo, en el arte de Cézanne; lo que absorbió del Simbolismo y sus colores intensos salidos de los pinceles de Vlaminck, Rouault y Matisse que, a su vez, había creado un estilo propio con el que había contagiado a sus contemporáneos, es algo que se va a reflejar mucho más adelante en su obra.

Periodo azul
En 1901 Picasso instala su estudio en Montparnasse, en él pinta Niño con la paloma, cuya figura central muestra un contorno negro poco común en el pintor español, pero que deja en evidencia cómo su obra sistemáticamente se vuelve azul. La muerte por suicidio de su amigo Carlos Casagemas lo impresiona en la misma manera que su entorno bohemio, empobrecido y arrabalero, de tal suerte que el color azul se hizo un recurso con el cual mostrar el patetismo y el clima fatídico que encuentra en sus nuevos personajes: parias, mendigos, ancianos, alcohólicos y mujeres enfermas que Picasso conoce al frecuentar un hospital para sifilíticos; con ello su obra adquiere un carácter triste y revela un cierto miedo mórbido.

Bajo la paleta azul subyacen libertad sobre el realismo aburrido, alguna reminiscencia de El Greco y una atmósfera perenne de «ausencia-presencia, de mágica suspensión» como señala el crítico de arte Renato Barilli. Se trata de retratos psicológicos en los que Picasso se abstiene de pintar lo que ve para plasmar lo que siente. Un ejemplo de ello son los autorretratos de esos años, donde se muestra consciente de quién es y qué busca. El periodo azul culminó en la primavera de 1904.

Periodo rosa
Para Picasso la llegada de los circos itinerantes con sus extraños personajes y sus ruidosos desfiles se convirtieron en renovada temática: los acróbatas, saltimbanquis, jinetes
y arlequines afectan, además, la paleta de color —con predominio del rosa y toques azules—, con la que entra en lo que se conoce como periodo rosa. Aunque conserva el mismo propósito de idealizar la escena como en el periodo anterior, ahora busca reflejar tanto el pensamiento contemporáneo como las nuevas ideas estéticas y crear una atmósfera casi teatral, ficticia. El Greco y su alargamiento desaparecen.
En cambio, se percibe la influencia de Ingres que conoce
en el Louvre: se transforman la composición, las posturas
y el manejo armónico del color. En general, su temática circense suele verse como burda y obvia; sin embargo, se celebra que durante este periodo Picasso se entregara a la plástica y al intenso trabajo de dibujo todavía académicoy portentoso. Años más tarde, el compositor Erik Satie creará en 1917 su ballet Parade, que es un retrato sonoro de cómo dichos personajes van abriéndose paso en las calles parisinas anunciando su llegada; la música estridente complementada con los ruidos de la ciudad, como una máquina de escribir, dibujan con sonidos lo mismo que Picasso hizo para la escenografía y el vestuario que estuvo a su cargo.

«Siempre estoy haciendo cosas que no sé hacer, de manera que tengo que aprender cómo hacerlo»

Hacia el final de este periodo, el Retrato de Gertrude Stein, realizado en la primavera de 1906, además de mostrar
el refinamiento técnico logrado por el artista, captura la severidad y fuerte personalidad de su amiga quien, de todos los atributos del pintor, lo que más apreciaba eran las chispas que desde sus ojos anunciaban su genialidad.

Hacia el cubismo y más allá
Si se mira todo el legado de Picasso —más de 15 mil cuadros y 660 esculturas, dibujos, grabados, piezas de cerámica y proyectos especiales— podemos constatar que amalgamaba todo lo conocido con todo lo nuevo, que no permanecía mucho tiempo haciendo lo mismo y que su trabajo mudaba de intereses con frecuencia. Sin embargo, el cubismo sería la piedra angular de su trabajo, su propio paradigma.

Picasso, como muchos de sus contemporáneos, quedó extasiado ante la obra de Cézanne expuesta de manera retrospectiva en 1906, año de su muerte. Además, el contenido de una carta que el maestro dirigió a un
joven pintor fue divulgado y llegó a los ojos de Picasso y
sus contemporáneos; en ella aconsejaba contemplar la naturaleza traduciéndola en cubos, conos y cilindros. Esta idea a la postre será el planteamiento que George Braque y Picasso aplican de manera literal: «Hace tiempo que hemos renunciado a representar las cosas tal como aparecen ante nuestros ojos. [...] No queremos fijar sobre la tela la impresión imaginaria de un instante, [...] nuestro verdadero fin es construir antes que copiar algo. [...] En adelante, un número creciente de artistas dio por supuesto que lo que importaba en el arte era hallar nuevas soluciones a los problemas de la forma. Para ellos, la forma siempre se presenta primero, el tema después».

Si a esto le sumamos que hacia 1907, gracias a su relación con Matisse, Pablo conoce el arte africano y sus formas primitivas en una pieza tallada en madera, y que además su dibujo se sumerge en nuevas formas etnográficas, el resultado provoca en Picasso una aproximación escultural a las figuras que
no se alcanzan a desprender del realismo. En La dríada el dibujo, a pesar de sus trazos reales y cierta geometrización, es orgánico y no mecánico, además, es posible percibir la influencia de Cézanne. Las señoritas de Avignon, que son un hito en su obra, son producto de esta búsqueda en la que logra equilibrar la apariencia externa de las figuras y su estructura interna, y ser percibidas de la misma manera:
con el intelecto y con los sentidos.

Pero Picasso de inmediato pone en práctica las teorías del divisionismo que buscaban segmentar la figura y retomarla en distintos momentos, pero reunidos en una sola forma.
El resultado fue la invención de una nueva técnica en la que el objeto original se fragmenta y se reconstruye de manera alternativa, provocando en el espectador la inquietud por «descubrir ese objeto escondido»; para lo cual recurría a objetos perfectamente identificables como violines, guitarras, mesilla, etcétera. A esto se le denominó cubismo analítico, técnica con que pinta Mujer en un diván, una de las primeras obras netamente abstractas, en la que las «pistas» han desaparecido.

Chagall y Picasso
Marc Chagall (1887-1985), el gran pintor ruso de personalidad modesta
y reservada, solía tener sus opiniones y convicciones. Devoto de sí mismo, se hizo de numerosas enemistades en el mundo del arte a lo largo de
sus 98 años de vida: Malevich, Lizsisky, Cendrars, Miró, Mané-Katz, entre otros, fueron blanco de sus rencores. Pero fue Picasso con quien pasó por varios episodios que lo hicieron detestable para el ruso.

Hacia 1911 Chagall, que residía en París desde hacía un año, escuchó hablar de Picasso, quien tenía fama en el medio por ser una especie
de bully cubista producto de su gran ego. Finalmente, Marc conoció a Picasso en 1923, pero no fue sino hasta 1948 en la Costa Azul francesa que se volvieron a ver. Picasso vivía en Vallauris, y su primer encuentro fue una mera casualidad, que le dio oportunidad al español para «burlarse» de Chagall: «¿Me pregunta, amigo, que cómo conseguí gasolina si está racionada? Fácil, hay océanos de gasolina para quienes pueden pagarla».

Nuevamente, la casualidad acercó a estos dos a otro desastroso encuentro ocurrido en los talleres de cerámica Madoura donde ambos trabajaban; se cuenta que Chagall dejó una pieza inacabada y Picasso se tomó la libertad de terminarla, en su lugar, imitando su estilo. Cuando Chagall la vio no dijo nada, sencillamente jamás regresó al taller.

Un año más tarde, Ida, la hija de Chagall, organizó una cena para tratar de suavizar la relación entre los dos pintores, dada la proximidad con la que vivían, pero salió peor. Picasso, quien estaba de mal humor, en un tono mordaz conminaba a Chagall a regresar a Rusia: «Usted que viaja tanto ¿cómo es que no ha vuelto a su Patria después de la guerra?», Chagall en un tono no menos incisivo respondió: «Tal vez vaya después de usted, mi querido amigo, tengo entendido que allá es muy apreciado, no así su pintura», y Picasso siguió: «Veo que para usted es sólo cuestión de negocios, vaya, le vendría bien hacerse de una pequeña fortuna». Jamás volvieron a verse.

Meses más tarde Chagall se encontró con Françoise, en ese tiempo la exmujer de Picasso, y como no se había olvidado de aquel sangriento encuentro, Chagall concluyó: «Este Picasso es un genio, ¡qué pena que no pinte!».

«El futuro del arte se encuentra en la cara
de una mujer... Picasso, ¿cómo se hace el amor con un cubo?»

 

Grupo Imprudentes Teatro

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 09 Abril 2018 Visto: 2729

25442811 1481190098664658 8204709937526177715 nLa muestra regional de teatro llega al final de temporada con la presencia del grupo tlaxcalteca Imprudentes Teatro el viernes 13 de abril a las 18:30 horas.
Si gustan de ver buen teatro en Tlaxcala, vengan este próximo 13 abril al teatro Xicohténcatl al gran cierre de la Muestra Regional de Teatro 2018, estara con nosotros el grupo Imprudentes teatro con la obra Leche de gato, los esperamos, la entrada es completamente gratuita.
La invitación a que sigan las actividades próximas a realizarse como los es el festival de danza y el festival de música, esté pendiente de la programación en www.culturatlaxcala.com.mx Hernández Muñoz resaltó la participación de 3 agrupaciones tlaxcaltecas en uno de los festivales internacionales de México con gran prestigio del 12 al 19 de mayo.
Estarán presentándose en el Festival Internacional de las jornadas Alarconianas en la ciudad de Taxco Guerrero, danza, música y teatro , 3 agrupaciones tlaxcaltecas en este gran festival 2:13 Recuerde la cita es el viernes 13 de abril a las 18:30 horas en el teatro Xicohténcatl, la entrada es libre

 

TransLímite

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 09 Abril 2018 Visto: 2714

15420920 1273477916028524 3268617888270530272 nUna chica trans lanza un discurso y obtiene reconocimiento frente a una audiencia mundial, por otro lado, otra chica trans aparece asesinada con un mensaje contundente, una advertencia. Trans es una pieza escénica documental La compañía de teatro TransLímite decide tomar el caso de una persona transexual, que fue asesinada en Granjas del Valle, al norte de la ciudad de Chihuahua, durante la polémica legislativa que aprobó la unión civil de personas igualitarias en esa entidad. En paralelo a este caso en México, TransLímite expone el de Bruce Jenner en Estados Unidos, quien recibe toda una cobertura mediática al realizar su pronunciamiento público como mujer transgénero.
La escenificación que conducen las actrices Myrna Moguel y Cecilia Ramírez Romo, aborda ambos acontecimientos, la obra además cuestiona la aún vigente categorización binaria de género, que consiste en masculino o femenino excluyendo otras definiciones La agrupación recurre a la proyección de imágenes de internet sobre los casos transgénero en cuestión, una oleada de preguntas en voz alta, también gestos corporales de dolor. La obra “Trans”, autoría de Bruno Ruís y dirección de Luis Rodríguez, se presentó en dos funciones en el Teatro Xicohténcatl como parte de la Muestra Regional de Teatro Zona Centro.

 

John Mraz: la fotografía ha permitido entender cómo se construye la cultura en el país

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 09 Abril 2018 Visto: 2838

fotografiassPor Paula Carrizosa. La Jornada de Oriente

John Mraz sostuvo que tras la Revolución la fotografía en México se dividió en vieja y moderna ■ Fotorreproducción Abraham Paredes

La fotografía mexicana ofrece una rica mina para entender cómo se ha construido y cómo se sigue construyendo la cultura en la cual vivimos, consideró el estudioso de la imagen John Mraz, al hacer un breve, rápido y coloquial repaso de la forma en que la disciplina en el país, desde 1865, ha abonado en la construcción de la identidad de México.

Algo que se refleja en la exposición y sus 56 fotografías en blanco y negro que retratan episodios sociales, políticos, culturales y artísticos significativos de México, es la forma en que la imagen fotográfica ha sido un medio moderno que ha servido para historiar la memoria de este país, expuso el miembro del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Alfonso Vélez Pliego” de la UAP.

Sin utilizar las imágenes para hacer una descripción de la exposición sino más bien apoyado en ellas para construir un panorama general, Mraz advirtió que el significado de una fotografía se puede atisbar si se mira el contexto en el que fue construida y en el que está inserta.

Expuso que en el caso de México la fotografía ha estado presente desde sus inicios, pues arribó al país en 1839, cuando el hacer una imagen exigía periodos lentos de exposición –de hasta 30 minutos–, privacidad, un costo alto de manufactura y nula circulación.

Agregó que no fue sino hasta las llamadas tarjetas de visita, cuando la fotografía comenzó a circular “haciendo un entretejido visual” con la cultura y marcando el nacimiento de las “celebridades de cartón” gestadas a partir de este medio moderno.

El autor del libro México en sus imágenes expuso que además de las tarjetas de visita, circulaban otro tipo de fotografías: aquellas sobre los “tipos mexicanos” en las que se representaban a pulqueros, artesanos, gente del pueblo que no eran “más que modelos vestidos”, y otras sobre la representación de los indígenas que no fue hecha por fotógrafos mexicanos sino extranjeros como Teodoro Maler o Leon Diget.

Mraz distinguió que otros como Celerino Gutiérrez hicieron imágenes indígenas de exportación y otros como Guillermo Kahlo la ocuparon para documentar el pasado y lo nuevo en México, como lo fueron las tomas de templos y de los puentes de acero del ferrocarril. Un caso único fue Gerónimo Hernández, creador de la imagen de la “Adelita”, una construcción fotográfica.

“Una fotografía solo tiene significado dentro de un contexto particular. La foto de Gerónimo fue la de un fotoperiodista que piensan que la imagen que hace va a salir con un encuadre. Hizo una foto que se puede recuadrar. Pienso que eso hizo. Otra foto de Hernández –que era maderista– es sobre Madero llegando al zócalo para hacer frente a tropas de Díaz, y en ella también pensó en el reencuadre”.

El investigador sostuvo que tras la Revolución la fotografía en México se dividió en vieja y moderna. La primera acorde al folklore, bien encuadrada, con miradas como la del “fotógrafo imperialista Hugo Brehme” que retrata a mexicanos menos humanos, con una ideología de la pasividad. Y la otra marcada la llegada de fotógrafos como Edward Weston o Tina Modotti que rompieron con las convencionalidades, abriendo los ojos hacia una nueva manera de ver a través de los sueños, el sexo, el dolor, la muerte, el compromiso político y las necesidades básicas.

Un caso particular, acotó John Mraz, fue el fotoperiodista Nacho López, constructor de una fotografía de la ciudad como aquella en la que la actriz Maty Huitrón paraliza una calle de México rodeada de hombres que le silban y lanzan piropos. “Ella esta fotografiada desde la cintura en un ángulo de contrapicada con el que le da poder. La foto de Nacho es una celebración del machismo tanto en la forma como el contenido, en la forma en que se hizo como en lo que se embalsama: un hipermachismo singular de México”.

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La exposición Memoria fotográfica de México está organizada en siete ejes temáticos: Arqueología, Arquitectura, Modernidad, Paisaje, Retrato, Revolución y Vida Cotidiana, que dejan ver las formas de vida cotidiana, la evolución del paisaje, el desarrollo urbano y la paulatina transformación de la identidad de sus habitantes.

Cuenta con personajes anónimos y famosos, como Tin Tan o los artistas Diego Rivera y Tina Modotti; soldaderas, federales y caudillos; trabajadores callejeros, niños haciendo pininos en el baile de salón, mujeres observando un eclipse parcial de luna o pruebas de vuelo en los campos de Balbuena.

 

El perro como guía al inframundo

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 09 Abril 2018 Visto: 2819

el perroaRevista Arqueología Mexicana

En el pensamiento náhuatl y maya, como en el de muchos otros pueblos del mundo, el perro ha sido el guía de los espíritus de los muertos hacia el inframundo, lo que se conoce como psicopompo. Ha sido el compañero inseparable de los hombres no sólo en la vida, sino también en la enfermedad y en la muerte. Algo que aprovecharon los hombres prehispánicos es el calor excepcional de los xoloitzcuintlis, lo que se expresa en las figurillas de barro de Occidente que representan hombres enfermos o moribundos acostados en una cama con uno o dos perritos en sus piernas, tal vez protegiéndolos del frío de las reumas o de la muerte. Asimismo, por su gran sensibilidad y capacidades, se les ha adjudicado poderes que los seres humanos no tienen. Dice don Lauro Conde, nahua de Tepoztlán, Morelos: “Los perros ven muy bien de noche a las almas que salen de los cuerpos cuando éstos duermen, por eso aúllan”. Según estas creencias, si los perros pueden ver a las almas cuando el hombre duerme, también pueden verlas cuando se separan del cuerpo en la muerte. En realidad, los perros no ven muy bien, pero tienen un olfato mucho más desarrollado que los humanos –ahora se sabe que pueden detectar hasta el cáncer– y siempre están alertas cuidando a sus amos; es bien conocido el hecho de que los perros hacen guardia sobre la tumba de sus amos, olvidándose de comer, y a veces hasta mueren. Eso, y su relación simbólica con la oscuridad, explican por qué se consideró universalmente al perro como conductor del alma al reino de la muerte.

Los nahuas y los mayas pensaban que cuando el espíritu del muerto llegaba al gran río del inframundo, encontraba al de su perro y montaba sobre su lomo para atravesarlo y llegar al recinto del dios de la muerte; por ello, sacrificaban al perro del difunto y muchas veces lo enterraban con él. Es ilustrativa de este concepto una imagen del Códice Laud, p. 26, que muestra al espíritu del muerto llegando hasta Mictlantecuhtli, la deidad de la muerte, al lado del espíritu de su perro; éste es claramente un xoloitzcuintli, pues salvo un mechón de pelo sobre el lomo (que muchas veces tienen esos perros), es pelón. Ambos hacen una ofrenda de papel al dios. Los textos afirman que cuando llegaba ese momento, al final de un largo y peligroso camino, los espíritus morían definitivamente.

Cuando el cuerpo de un guerrero quedaba en el campo de batalla, se hacía un bulto mortuorio simbólico durante cuatro años después de la muerte, el cual llevaba colgada sobre el pecho la imagen de un perro, a manera de pectoral. Éste se llamaba xolocózcatl, lo cual revela que el perro acompañante era un xoloitzcuintli. Así lo vemos en la p. 72 del Códice Magliabecchiano.

Tomado de Mercedes De la Garza, “El carácter sagrado del xoloitzcuintli entre los nahuas y los mayas”, Arqueología Mexicana, núm. 125, pp. 58-63.

Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar:
http://raices.com.mx/tienda/revistas-el-perro-mesoamericano-AM125

 

Gabriela Mistral

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 09 Abril 2018 Visto: 2831

mistrallMariela Ortiz. Algarabía

Lucila Godoy Alcayaga —quien cambiaría su nombre a Gabriela Mistral muchos años después— nació el 7 de abril de 1889 en la pequeña ciudad de Vicuña, en Chile.

«Yo canto lo que tú amabas, vida mía,
por si te acercas y escuchas, vida mía,
por si te acuerdas del mundo que viviste,
al atardecer yo canto, sombra mía.»

Gabriela Mistral

Lucila Godoy Alcayaga —quien cambiaría su nombre a Gabriela Mistral muchos años después— nació el 7 de abril de 1889 en la pequeña ciudad de Vicuña, en Chile. Su madre, Petronila Alcayaga, era bordadora y modista. Su padre, Juan Jerónimo Godoy, era un profesor de escuela muy preparado y poeta amateur. Juan abandonó a la familia cuando Gabriela tenía 3 años, por lo que la figura materna siempre tuvo más peso en su vida y en sus poemas.

«¡Oh, dulce Lucila
que en días amargos
piadosos los cielos
te vieron nacer!»

Gabriela Mistral vivió su infancia en la provincia chilena, siempre rodeada de naturaleza, un elemento que permearía su poesía durante toda su carrera.

En 1902, Gabriela comenzó a escribir poemas y se volvió autodidacta. Tiempo después, fue maestra del pueblo y logró publicar algunos textos en un periódico. A los 16 años planeó estudiar para educadora, pero no fue aceptada debido a que todos conocían el carácter ateo y revolucionario de sus publicaciones.

Unos años después conoció a un personaje que tocaría su vida: el empleado ferroviario Romelio Ureta, quien fue su gran amor e inspiración. Cuando Gabriela tenía 20 años, Romelio se suicidó, lo que causó un gran impacto en su poesía.

Luego del trago amargo, Gabriela consiguió finalmente el título de maestra y ejerció su vocación a lo largo del país. Su dedicación la llevó hasta la capital, continuando con su trabajo educador, donde tuvo la oportunidad de publicar sus poemas en diarios y revistas, incluso en el medio francés Elegancias, dirigido por Rubén Darío.

En 1922, Gabriela se trasladó a México invitada por José Vasconcelos, entonces ministro de Educación, para colaborar con un programa educativo. En este país fue muy bien recibida por sus colegas y por la gente. Después de dos años, la poetisa partió a una gira de conferencias por los ee.uu., Europa y finalmente Sudamérica, hasta estar de vuelta en Chile.

En 1928, Gabriela Mistral adoptó a su sobrino Juan Miguel —a quien ella llamaba Yin Yin—, pues su medio hermano quedó viudo.

Gabriela Mistral siempre se preocupó por los derechos de las mujeres, de los niños y de los pueblos, y lo dejó ver en textos como «La cacería de Sandino», en el que demuestra el apoyo a los rebeldes de Nicaragua y deja ver su desaprobación ante la intromisión de los ee.uu., o «La muerte de Stefan Zweig», donde habla sobre este escritor judío, quien huyó con su esposa —para refugiarse de los nazis— a Brasil, donde terminarían suicidándose para no ser entregados.

En 1935, luego de vivir en varios países y continuar con la publicación de sus obras, la escritora adquirió un cargo vitalicio como cónsul por parte del gobierno de Chile, por lo que se mudó a Lisboa, Portugal, durante algunos años.

La muerte golpeó de nuevo a la puerta de Gabriela en 1943, cuando su sobrino Yin Yin se suicidó, pero, aunque este hecho se muestra en los poemas de la escritora, ella no se rindió y continuó publicando en varios medios, preparándose para ser candidata al Premio Nobel.

Gabriela Mistral ganó el Premio Nobel de Literatura en 1945 gracias a una poesía inspirada en emociones fuertes que la llevó a ser todo un símbolo en América Latina.

En 1954, en un evento en Nueva York, Gabriela afirmó: «En un país sin nombre voy a morir». Murió el 10 de enero de 1957, en los ee. uu., debido a un cáncer pancreático. Sus ganancias por venta de libros en América Latina las destinó a los niños pobres de la localidad de Montegrande, en el Valle del Elqui.

Algunas de sus obras
Desolación – New York: Instituto de las Españas, 1922
Ternura: canciones de niños. – Madrid: Saturnino Calleja, 1924
Tala – Buenos Aires: Sur, 1938
Los sonetos de la muerte y otros poemas elegíacos – Santiago: Philobiblion, 1952
Croquis mexicanos; Gabriela Mistral en México. – México: Costa-Amic, 1957
Recados: Contando a Chile – Santiago: Editorial del Pacífico, 1957
Poema de Chile – Barcelona: Pomaire, 1967
Antología poética de Gabriela Mistral – Santiago: Editorial Universitaria, 1974
Gabriela anda por el mundo – Santiago: Andrés Bello, 1978
Grandeza de los oficios – Santiago: Andrés Bello, 1979
Elogio de las cosas de la tierra – Santiago: Andrés Bello, 1979
En verso y prosa: antología – Madrid: Real Academia Española, 2010

 

La importancia de usar el casco cuando viaje en moto

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 09 Abril 2018 Visto: 2862

casoccLa motocicleta es uno de los medios de transporte más populares en todo el mundo. A diario millones de personas hacen uso de ellas para desplazarse, así como para practicar un deporte o recreación. A pesar de la gran adhesión y demanda con la que cuentan estos vehículos motorizados, su popularidad lamentablemente no las hace más seguras. Un porcentaje elevado de motociclistas fallecen o se lesionan gravemente producto de los accidentes en las carreteras.

El manejo y uso de medidas e implementos de seguridad adecuados, pueden marcar la diferencia entre la vida o la muerte para un amante de las motocicletas. Se ha comprobado que el uso del casco puede salvar la vida del conductor, y el pasajero, ya que reduce el impacto de las lesiones o daños en el cráneo. Estos imprescindibles implementos de seguridad salvan las vidas de los motociclistas al evitar o amortiguar los golpes y las heridas en la cabeza. Los motociclistas que no utilizan un casco tienen un porcentaje más alto de probabilidades de muerte o sufrir lesiones permanentes.

Seguridad vial: Razones e importancia para el uso del casco cuando viaje en moto
Los motociclistas que usan el casco tienen un 73% menos de mortalidad que los que no usan el casco.
Los motociclistas que usan el casco tienen hasta un 85% menos de lesiones graves que los que no usan casco.
Algunas otras estadísticas sobre la importancia del uso del casco provenientes de diversas fuentes especializadas señalan que:

2 de cada 3 accidentes de moto tienen lugar dentro de zonas urbanas. Debido a que en carretera el casco tiene un uso generalizado, la mayoría de conductores lo utilizan; mientras que en la ciudad siempre es un asunto pendiente para los motociclistas.
La mayoría de las muertes ocurridas a causa de accidentes de moto se producen como efecto de las lesiones cerebrales y un gran porcentaje de éstas son una consecuencia de no usar el casco.
El índice de mortalidad de motociclistas en los accidentes cuando no se encuentran utilizando un casco, es tres veces mayor que quienes si lo utilizan.
Las cifras indican que en las lesiones a causa de accidentes de moto más del 67% se centran en el cráneo o en el cuello.
En casos de un accidente el casco absorbe gran parte de la energía del impacto con su estructura, y el cerebro golpea contra las paredes del cráneo con menos fuerza. Dispersa además la fuerza del impacto hacia una superficie más grande por lo que la energía del choque no se concentra tanto en una sola parte de la cabeza. Finalmente actúa como una barrera que evita el contacto entre el cráneo y el objeto del impacto (por ejemplo, el suelo).

 

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