El fotógrafo EmanueleSatolli se enfocó en un aspecto más íntimo de las personas que buscan una mejor vida fuera de su país
Garuyo. Ciudad de México. Excélsior. La migración es un fenómeno que ha cautivado a los fotógrafos, no sólo por el hecho de capturar a las personas y sus deseos esperanzados en tierras extranjeras, sino por el hecho de que estas personas sufren realizando un acto históricamente natural.
El fotógrafo EmanueleSatolli se adentró no sólo a las historias de migrantes indocumentados, sino a sus equipajes, los cuales cuentan también una historia a través de las partencias preciadas y necesarias.
El proyecto del fotógrafo italiano inició en el año 2007 cuando radicaba en Guatemala y vio que la mayoría de la gente dependía su vida de la inmigración, pues había personas que sólo pensaban en ahorrar para ir al norte; por su parte, las mujeres cuidaban de sus familias en la ausencia del padre que estaba en algún otro país en busca de mejores salarios y trabajos.
Impactado por el fenómeno, Emanuele no quiso realizar una serie más de personas cruzando ríos, brincando a trenes en busca del sueño americano, así que se enfocó en una nueva forma de hablar del tema: retratar los detalles ordinarios de la vida cotidiana.
“Me interesé en las pequeñas cosas que los inmigrantes traían consigo en este viaje largo y peligroso” dijo el fotógrafo para TIME, quien conoció a los personajes de esta trabajo en La Casa del Migrante.
Entre los objetos empacados, se puede ver que un hombre lleva consigo una figura pequeña de la Virgen, gel, papel de baño, mientras otro sólo carga unos lentes.
*Texto: Claudia AguilarVisita, Garuyo.com.