El mexicano, de 28 años, debutará en el Metropolitan Opera estadunidense donde compartirá escenario con Diana Damrau y el italiano Vittorio Grigolo
JUAN CARLOS TALAVERA. EXCÉLSIOR.
Luego de permanecer casi dos años fuera de México, el tenor Diego Silva (Ciudad de México, 1988) debutará en el Metropolitan Opera de Nueva York, dentro de la ópera Romeo y Julieta de Charles Gounod, donde compartirá crédito con dos figuras internacionales: la soprano alemana Diana Damrau y el tenor italiano Vittorio Grigolo.
En entrevista el tenor mexicano comentó que será en noviembre cuando viaje a Nueva York para preparar su primera presentación, programada para diciembre de este año, donde interpretará el papel de Teobaldo –el primo de Julieta–, bajo la dirección de Bartlett Sher.
De acuerdo con el Met, esta nueva producción arrancará en diciembre y concluirá en marzo de 2017. “Éste será mi debut en el Met, algo muy emocionante aunque no se trate del rol principal”, comentó vía telefónica desde Suiza el joven cantante mexicano que en 2007 ganó el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli y que debutara en 2014 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
“Me parece un rol de muy buen tamaño para empezar y debutar en este importante teatro. Espero que esta participación me pueda dar más oportunidades para trabajar en una casa tan importante como el Met”.
La invitación se consumó tras un largo proceso, recuerda. Primero acudió a varias audiciones al Met mientras estaba en la Academy of Vocal Arts (AVA) de Filadelfia y luego acudieron a verlo cantar como el caballero Dex Grieux en la ópera Manon Lescaut y en Fausto en la Ópera Nacional de París.
“Desde entonces había cierto interés. Recuerdo que mi primera audición en el Met fue en un salón pequeño y la segunda en la sala principal, donde sentí una emoción inmensa tras cantar en un escenario que guarda tanta historia”, detalló.
Luego de las audiciones Silva recibió la propuesta. “Esto me emociona mucho porque nunca imaginé que debutaría en el Met a los 28 años. Es emocionante. Pero esto no es el final, sino la señal que indica una cosa: voy por el camino correcto”.
¿El Met planteó la posibilidad de otros roles en el futuro?, se le preguntó al intérprete. “El elenco para los roles principales se elige con mucho tiempo de antelación. Este debut es una oportunidad grande para que me escuchen en este rol, Claro que me gustaría tener la oportunidad de cantar el principal, aquí o en otras casas de América. Ése es el plan. También debo considerar mi itinerario y lo que cantaré en el futuro”.
Trabajar lejos de México
Por ahora, Diego Silva se encuentra en la Ópera de Biel, Suiza, donde mañana, 1 de marzo, cantará su sexta función como Alfredo en La traviata de Verdi, programada hasta el próximo 17 de marzo.
Después viajará a Edmonton, Canadá, donde encarnará al Conde de Leicester en María Stuarda, con la Edmonton Opera; y estudia la posibilidad de presentarse en el Teatro de Lucerna –donde triunfaron los tenores Ramón Vargas y Octavio Arévalo– para repetir La traviata y un Duca de Mantua en Rigoletto de Verdi.
“Algo que me gusta del sistema europeo –a diferencia de México– es la cantidad de funciones que puedes llegar a cantar. Ahora estoy en La traviata y actuaré en 13 funciones, lo que me permite lidiar con los problemas que ofrece este rol. Cada función es distinta y ayuda a aprenderte totalmente el papel”.
A pesar de su intenso trabajo fuera de México, desde 2014, el tenor reconoció que aún no ha sido invitado por la Ópera de Bellas Artes (OBA) de México, encabezada por Lourdes Ambriz.
“Lamentablemente no hay ningún plan. Ojalá salga algo próximamente porque me gustaría tener un poquito más de oportunidad para cantar en mi país, dado que ahora estoy más en el extranjero.”
Silva fue aceptado en la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano (SIVAM) a los 17 años; dos años después se integró al Curtis Opera Theatre, en Filadelfia.