Es un tributo a las víctimas de la violencia y la tortura en México y el mundo; en particular, la dedica a los 43 de Ayotzinapa
Enseña cómo la belleza tiene cabida en la crueldad y el dolor
Ángel Vargas. Periódico La Jornada
La muestra Duelo, la cual marcó el regreso de Francisco Toledo al Museo de Arte Moderno (MAM), 35 años después de su primera retrospectiva montada allí, concluirá este domingo.
Visitada por 153 mil personas desde su inauguración el pasado octubre –según un corte realizado por el museo el 20 de marzo–, en ella se exhiben 95 obras en cerámica de alta temperatura creadas en los primeros meses de 2015.
Son piezas en las que el pintor, escultor y grabador, considerado el artista mexicano vivo más importante en el ámbito internacional, alude a la crueldad, el dolor y la violencia, a partir de su desbordada imaginación y compromisos ético, estético y crítico.
Cajas, vasijas, ollas, platos mecates, armas y urnas se entremezclan con seres grotescos, rostros aterrados o sin facciones, personajes amordazados, miembros humanos mutilados y restos óseos para configurar un macabro discurso visual, apegado a la realidad imperante en el orbe.
Esta serie de Francisco Toledo, en la que no faltan ejemplos de su zoología fantástica (como reptiles, arácnidos y perros) y predomina el color rojo, en evidente referencia a las sangre, cobra un cariz aún más dramático y sobrecogedor merced a la iluminación dispuesta en la sala, la cual apenas supera la penumbra, generando tétricas sombras por cada obra.
Duelo es un tributo del artista a las víctimas de la violencia, la injusticia y la tortura en México y el mundo, no sólo de nuestra época, sino las de otros tiempos. En particular, la dedica a los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala.
La muestra Duelo, la cual marca el regreso de Francisco Toledo al Museo de Arte Moderno (Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec), 35 años después de su primera retrospectiva montada en ese recinto, concluirá este domingo, con entrada libre. Reúne 95 obras en cerámica de alta temperatura, creadas en los primeros meses de 2015, en las que el pintor, escultor y grabador, considerado el artista mexicano vivo más importante en el ámbito internacional, alude a la crueldad, el dolor y la violencia, a partir de su desbordada imaginación y compromisos ético, estético y crítico. Arriba, una de los trabajos incluidos en la exhibiciónFoto Francisco Olvera
El diseño y montaje museográfico permite una proximidad física y visual con las piezas, algo poco común para un espacio museístico, gracias a que están distribuidas en una serie de repisas ubicadas a lo largo de la sala, sin ninguna protección, aparentemente.
Esto permite al espectador una inmersión directa en la provocadora cosmogonía de Toledo, en la que la iconografía indígena es predominante, así como entablar una relación casi orgánica con la crueldad, el dolor, la aflicción, el odio y la desesperanza. La muerte despiadada.
Es como estar en medio de una pesadilla, pero al mismo tiempo resulta inquietante admirar y disfrutar la sutileza estética con la que el también activista social aborda y recrea un tema complejo y cruento.
¿Cómo es posible que la belleza tenga también cabida en la crueldad y el dolor?, es una de las inquietudes, reflexiones y sensaciones que quedan al concluir la visita a esta imponente exposición del maestro Toledo.
El MAM se ubica en Paseo de la Reforma y Gandhi s/n, Bosque de Chapultepec. Este domingo el horario será de de 10:15 a 17:30 horas. La entrada es gratuita.