La arenga poética que el Nobel mexicano escribió hace 80 años, en solidaridad con España, protagonizará una mesa redonda en la Biblioteca Vasconcelos
VIRGINIA BAUTISTA. EXCÉLSIOR
Lucha política y poética. En 1936, el poema ¡No pasarán!, de Octavio Paz (con el puño derecho levantado) tuvo una asombrosa edición de tres mil 500 ejemplares.
CIUDAD DE MÉXICO.
La publicación hace 80 años del poema “de compromiso social” ¡No pasarán!, uno de los pocos de este corte que Octavio Paz (1914-1998) escribió, en septiembre de 1936 por la editorial mexicana Simbad, marca el regreso del joven bardo al panorama literario del país.
Después de tres años de no publicar “absolutamente nada”, el futuro Nobel de Literatura mexicano, entonces un joven de 22 años, sorprende con esta propuesta a los “monstruos de la poesía” y, afirma Ángel Gilberto Adame López, abre la puerta del reconocimiento internacional que “lo llevó a convertirse en lo que es: un grande de la poesía universal”.
Con una “asombrosa” edición de más de tres mil 500 ejemplares, “no conozco algún poema, en singular, que haya tenido tanta difusión”, ¡No pasarán! nace “como un compromiso, un grito, un llamado de solidaridad con el pueblo español, que él considera que es injustamente agredido”, comenta Adame López en entrevista.
El estudioso de la obra del también ensayista y diplomático explica que, en ese entonces, el último proyecto literario de Paz había sido la revista Cuadernos del Valle de México, que terminó de publicar en 1933.
“Habían pasado tres años que, sin dejar de escribir, estaba totalmente ausente del panorama literario, no publicaba absolutamente nada. Esto se debía a situaciones familiares muy tristes: se muere su padre de una manera terrible, tenía problemas económicos y conoce en 1935 a Elena Garro, iniciando así un romance en el que, si uno lee las cartas que le escribió, parecía que la cabeza del poeta no estaba más que en ese amor”, agrega.
El investigador egresado de la UNAM añade que el fallido golpe militar al Estado español por parte de Francisco Franco, en julio de 1936, “detona entre los jóvenes mexicanos imbuidos de un pensamiento marxista, del que Paz en ese momento era parte, una reacción de enojo y solidaridad contra la arbitrariedad hacia un gobierno legalmente constituido”.
Detalla que ¡No pasarán!, “un poema de compromiso, de arenga, de lucha política”, tuvo tal éxito que el autor de El laberinto de la soledad fue invitado al año siguiente al Segundo Congreso Internacional de Intelectuales Antifascistas, que se realizó en Valencia, Barcelona y Madrid, siendo el más joven de los invitados.
En este encuentro, Paz, quien asistió con la futura dramaturga Elena Garro, con quien se acababa de casar en 1935, conoció y fue reconocido por intelectuales de la talla de Pablo Neruda, André Malraux, César Vallejo, Rafael Alberti, Antonio Machado, Vicente Huidobro y Luis Cernuda, entre otros.
“Es tal el impacto que unos meses después lo pone en el centro del debate en España, se imbuye de todas estas personas y regresa un Paz distinto al que se fue: convencido de sus habilidades, porque es reconocido por estos monstruos de la poesía y entra a ser parte de su círculo.
“Fue como la puerta de entrada para que su talento brillara y decidiera seguir por el camino de la literatura y la poesía. Quizá si no hubiera escrito este poema, no hubiera ido a España, conocido a estos personajes, no hubiera sido reconocido por ellos y probablemente hubiera tomado la cómoda ruta de ser abogado”, señala.
Lo echó al cajón
Para Gilberto Adame, ¡No pasarán! es un buen poema. “Hay poesía panfletaria mal hecha, pero aquí se trata de un muchacho de 22 años cuyo escrito fue reconocido por los poetas españoles. El texto fue publicado en 1937 en la revista emblemática Hora de España, nunca se consideró como un poema panfletario”.
Admite que Paz siempre renegó de sus escritos de juventud. “Tan es así que no recuperó este poema si no hasta 1980, en una edición de su poesía completa. Es decir, lo echó en el cajón durante más de 40 años. Sin embargo, cuando lo reeditó no le cambió ni una sola letra”.
El también notario y catedrático dice que más que desdeñarlo porque no le gustaba cómo estaba escrito, el autor de Piedra de Sol era muy especial ante la poesía social o de compromiso. “Escribió sólo dos poemas más de este tipo: Elegía a un compañero muerto en el frente y Oda a España, en esa misma época. Fuera de estos tres, su poesía tuvo otros matices, después cae en el surrealismo, en los juegos; nunca más volvió a escribir poesía comprometida”.
Destaca que ¡No pasarán! es sin duda uno de los diez poemas de Paz que más se conocen en la actualidad, por lo que piensa que sería bueno hacer una edición facsimilar del poema original o incluso una edición crítica de los tres poemas de corte social mencionados. “No debemos olvidar que es nuestro único Nobel de Literatura”.
Adame, junto con María Andrea Giovine, Christopher Domínguez Michael y César Arístides, celebrará mañana, cumpleaños de Paz, los 80 años de la publicación de este poema con una mesa redonda en la Biblioteca José Vasconcelos, a las 17:45 horas.
Los invitados
Pablo Neruda, escritor chileno (Premio Nobel de Literatura 1971).
André Malraux, literato francés.
César Vallejo, bardo peruano.
Rafael Alberti, poeta español.
Antonio Machado, poeta español.
Vicente Huidobro, bardo chileno.
Luis Cernuda, poeta español.
Carlos Pellicer, escritor mexicano.
Octavio Paz, literato mexicano (Premio Nobel de Literatura 1990).