Cuatro instancias culturales dieron a conocer las actividades con las que se festejará el cumpleaños 90 del proyectista y sus siete décadas como creador
VIRIGINIA BAUTISTA. EXCÉLSIOR
CIUDAD DE MÉXICO.
“La arquitectura tiene que operar como creador de cruces para que sea comunidad. Algo que persigo es que los edificios enfrenten el espacio público, que éste los penetre”, afirma el artista visual Teodoro González de León en la antesala de sus 90 años, que cumplirá el próximo 29 de mayo.
Por este motivo, ayer se dieron a conocer las actividades con las que se festejará el cumpleaños del proyectista y sus siete décadas de vida dedicadas a la arquitectura, entre las que destaca la propuesta de declarar Monumento Artístico al inmueble que aloja El Colegio de México, diseñado por él en colaboración con el arquitecto Abraham Zabludovsky e inaugurado en 1976.
El programa en el que participan las secretarías de Cultura federal y capitalina, El Colegio de México y El Colegio Nacional integra tres mesas redondas, en las que se analizará la obra de González de León y su legado, una escultura transitable diseñada por él que se instalará dentro del Museo Rufino Tamayo y la publicación de una guía que propone un recorrido por las obras que proyectó, sobre todo en la Ciudad de México.
“Además de ser uno de los más extraordinarios arquitectos que ha dado México en su historia, es un hombre que ha logrado una visión integral de la cultura, a semejanza de esos hombres del Renacimiento, a los que ninguna de las disciplinas les era ajena”, comentó Rafael Tovar y de Teresa.
En rueda de prensa, el secretario de Cultura federal agregó que “Teodoro no sólo ha desarrollado plenamente su talento arquitectónico, sino que es uno de los hombres de cultura con mayor visión en conjunto de las artes.
“Sus conocimientos de la literatura, la música, de las artes visuales, la fotografía, la historia universal, le dan una perspectiva única. En este homenaje se ofrecerá una visión integral de su obra a través de distintas generaciones de colegas y amigos”, añadió.
Detalló que la declaratoria de El Colegio de México como Monumento Artístico fue solicitada por la presidenta de la institución educativa, Silvia Elena Giorguli, con la que se han realizado reuniones y se está armando el expediente para poder considerarlo. “Es significativo que a un artista en vida se le pueda reconocer como parte de un patrimonio colectivo”.
Por su parte, Eduardo Vázquez Martín, titular de la Secretaría de Cultura capitalina, destacó que la obra del Premio Nacional de Ciencias y Artes 1982 “pone el acento en algo fundamental en la vida pública y social: es una arquitectura abierta al espacio público, se deja penetrar por él, acoge a los ciudadanos, abre los brazos al peatón, son piezas habitables, no son búnkers sino ventanas y puertas abiertas a la ciudad”.
El escritor y promotor explicó que “Teodoro ha abrazado a la ciudad con sus obras. Sueña, como todos, con una urbe abierta a los ciudadanos, acogedora, habitable y hospitalaria. Una ciudad futura donde los ciudadanos estén en el centro de su vocación. La ciudad le debe mucho”.
La dependencia que dirige, además de la exposición que reúne diversas maquetas de las obras del egresado de la UNAM, que aún se exhibe en el Museo de la Ciudad de México, apoya la guía Teodoro González de León, que se publicará en septiembre próximo y la escultura transitable que se exhibirá a partir de octubre en el Museo Tamayo.
Un edificio vivo
Giorguli, presidenta de El Colegio de México, dijo que la sede de la institución diseñada por González y Abraham Zabludovsky cumple 40 años y sigue vigente. “Lo entendemos como un edificio vivo. Cuando se inauguró tenía 225 estudiantes y 80 profesores, 40 años después tiene el doble de estudiantes y el triple de profesores. Se han reacomodado los espacios en un diálogo permanente con Teodoro”, indicó.
Aseguró que la obra merece el reconocimiento que le dará la declaratoria como Monumento Artístico, lo que implica un compromiso en términos de su preservación. “Lo más apreciado es el patio central que convoca al diálogo y el corazón es la biblioteca, en la que se inaugurará una nueva ala, en cuyo diseño colaboró Teodoro”.
Sobre la concepción de la actual sede de El Colmex, González de León señala que “un colegio es un lugar de comunidad y lo único que hace comunidad es ser un edificio bajo con un patio, las puertas abiertas a todos los segmentos del colegio. Forzosamente es un lugar de cruce. Yo he vivido en el Colegio al proyectarlo y reproyectarlo. Es un espacio que congrega. Discutimos el problema de si una declaratoria no es paralizante. Yo creo que no si lo conciben como un edificio dinámico, que se va moviendo imperceptiblemente. El chiste es que los aumentos sean imperceptibles, aunque sean grandes, y vaya adaptándose a las necesidades de una institución que crece y cambia”, recomienda.
La titular del INBA, María Cristina García, dijo que el proceso de integración del expediente y su análisis para determinar a El Colegio de México como Monumento Artístico durará por lo menos seis