El proyecto, que es parte del programa institucional Ciudad y Palabra, implica intervenir más de 27 mil bardas de la urbe en un año, en especial en zonas violentas
LUIS CARLOS SÁNCHEZ. EXCÉLSIOR
CIUDAD DE MÉXICO.
La frase dice: “Los hombres no son nada, los principios lo son todo”. La acuñó Benito Juárez y en donde ha sido pintada recupera sentido. Desde las diez la mañana, trabajadores de la Secretaría de Obras de la Ciudad de México llegan a la esquina de Congreso de la Unión y Sidar y Rovirosa — justo en una de las esquinas de la Cámara de Diputados— para pintar de blanco una de las tantas bardas descuidadas del Sistema Colectivo Metro. La idea es que el muro quede listo para ser utilizado como lienzo y poder escribir la frase.
Si grafitear una barda en la ciudad sigue siendo ilegal, esta forma de intervención cuenta con el respaldo de las autoridades. Desde el 11 de abril pasado, cuando se publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, la estrategia forma parte del programa Ciudad y Palabra CDMX, que busca intervenir con poesía, a lo largo de todo un año, más de 27 mil bardas —privadas y públicas— en toda la capital, especialmente en colonias con altos índices de violencia.
La iniciativa tiene dos objetivos. Por un lado, “embellecer” espacios que han quedado olvidados para recuperarlos; por el otro, mandar un mensaje “positivo” a la ciudadanía a través de sus muros. “El mensaje es que el espacio público, en concreto las bardas, no sólo sirven para hacer grafitis, pegar propaganda o dejarlas en obra negra, sino que nos gusta tener una ciudad limpia y con expresión de pensamiento; queremos potenciar el espacio público y las fachadas sirven para expresar ese pensamiento”, dice José Ramón Amieva, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) capitalina.
El proyecto es impulsado por esa dependencia, en coordinación con la Secretaría de Cultura local, el Instituto de la Juventud y otros organismos, y también participan las asociaciones civiles Mensajeros Urbanos y Fundación Corazón Urbano; todas bajo el esquema de lo que creó hace 20 años en Monterrey el poeta Armando Alanís Pulido, bajo el nombre de Acción Poética y que se ha extendido a decenas de urbes en el mundo y a casi todas las ciudades mexicanas.
Supieron negociar
“La verdad, al principio nosotros dijimos que no, porque no se amoldaba a lo que estamos acostumbrados a hacer”, dice David Sandoval, representante de Acción Poética en la Ciudad de México. Él comenzó hace ocho años a intervenir bardas en la Ciudad de México de manera independiente y se convirtió en representante del proyecto luego de establecer comunicación con Alanís. “Estando allá me di cuenta de que había poemas pintados por la calle, y me llamó muchísimo la atención, la idea se apoderó de mí y me atrapó; tenían frases poderosísimas”.
Un amigo conocía a Alanís y los puso en contacto. “Yo le pedí hacerlo en el DF y le pareció buena idea. Nos lo trajimos por acá y desde entonces nos hemos dado a la tarea de replicarlo con versos de creación propia y de autores conocidos”. Las primeras bardas que pintó estaban en Tlatelolco y en el Circuito Interior. Sandoval recuerda que la mayoría de las veces “pedía perdón y otras veces pedía permiso” para ocupar las bardas, “pero casi nunca nos lo daban”. Para él pintar las frases “es un homenaje para la ciudad, es un regalo para la gente”.
¿Pero no pierden institucionalizándose?, se le pregunta. “Nuestro proyecto tiene muchas implicaciones positivas, habrá quien diga que nos vendimos, pero estamos convencidos de que se puede colaborar estrechamente con la autoridad, a pesar de que te digan ‘no lo hagas’ o te persigan, supimos negociar”. La parte de la negociación ha implicado un pago (no especificado) y establecer parámetros para funcionar: sólo frases con menos de ocho palabras y mayormente poéticas, aunque han aceptado cívicas como la que se lee sobre Congreso.
La Sedeso fue quien buscó a Acción Poética. Ellos ya habían participado en un proyecto para la Feria del Libro del Zócalo y fueron el contacto. Amieva dice que se trata de absorber experiencias ciudadanas exitosas para utilizarlas en beneficio de toda la ciudad. “Nos estamos acercando a una experiencia exitosa, que nos puede ayudar como mensaje para la ciudad; lo que hacemos es allegarnos esa experiencia. Parte del ejercicio de gobierno es reconocer, apoyar y acompañar la iniciativa de la sociedad civil organizada”.
El proyecto ha comenzado a avanzar, y será a partir del 6 de junio cuando arranque con más fuerza. Los organizadores piensan que podrán intervenir hasta 100 bardas en un día. Las frases serán elegidas a partir de un catálogo de más de mil con que cuenta Acción Poética, muchas con versos del propio Alanís, otras de Sandoval y muchas más de autores consagrados como Octavio Paz, Pablo Neruda o Jorge Luis Borges, pero también con las propuestas de las propias dependencias capitalinas. Las bardas que serán intervenidas serán públicas, pero también se invitará a la gente para donar sus muros y que ellos mismos participen con frases y pintándolas. “La frase representativa que hemos elegido para el programa es: “Qué es la ciudad sino su propia gente”, dice Amieva.