Por Paula Carrizosa. La Jornada de Oriente
Alejandro Andrade Campos, historiador del arte por la UNAM, presentará este viernes 20 de mayo uno de los frutos de la investigación emprendida desde hace tiempo, acaso el más importante, sobre un importante pintor y poeta novohispano que desarrolló su obra en la ciudad de Puebla: José Joaquín Magón, activo de 1742 a 1763.
El historiador egresado de la UAP presentará en la Biblioteca Palafoxiana –5 Oriente número 5–, a las 18 horas de hoy, el libro El pincel de Elías, José Joaquín Magón y la orden de Nuestra Señora del Carmen.
El acto contará con los comentarios de Pablo Amador Marrero, académico e investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, y de Paula Mues Orts, profesora e investigadora de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH.
Asimismo, del rector de la UAP, Alfonso Esparza Ortiz, y de la investigadora de la Maestría en Estética y Arte de la misma universidad, Isabel Fraile.
En el libro “El pincel de Elías, José Joaquín Magón y la orden de Nuestra Señora del Carmen”, Andrade Campos aborda a este pintor del siglo XVIII que es considerado heredero de la tradición artística angelopolitana, probablemente aprendida a manos de Luis Berruecos.
“Magón se configuró como el máximo pintor poblano de su época, esto gracias a su novedosa interpretación del gusto local mezclado con las novedades pictóricas que en ese momento se gestaban en la ciudad de México”, explicó Alejandro Andrade.
Añadió que la habilidad de Magón para resolver discursos particulares mediante un estilo novedoso y acorde a la época, logró configurarlo como el pintor del prelado Domingo Pantaleón Álvarez de Abreu, amistad que le generó varios encargos a lo largo del obispado.
El investigador explicó que si bien la diversidad de sus clientes fue considerable, José Joaquín Magón fue, por excelencia, el pintor selecto de los carmelitas poblanos, hecho que es patente en la gran cantidad de lienzos que pintó para la orden, cuya producción es abordada en el libro.
“El nombre de El pincel de Elías radica en que Magón logró plasmar visualmente los controvertidos argumentos que situaban el origen de la orden a manos del profeta Elías, en un momento en donde la pintura, tomada como un argumento legítimo, sirvió para emprender una defensa de principios, misma en la que el pincel de pintor debió haber tenido un peso discursivo vital”.
Alejandro Andrade mencionó que, en cuanto a la vida personal del pintor, se sabe que perteneció al Regimiento de Pardos, estructura militar que permitía a los miembros de la mencionada casta escalar socialmente.
“Su presencia en la milicia fue abruptamente cortada debido a que Magón sufrió epilepsia, mal que en ese momento se creía endémico en la ciudad y que le impedía realizar las actividades propias de su cargo”, indicó el también curador de exposiciones como “María Reina”.
Alejandro Andrade detalla la descendencia del pintor
De José Joaquín Magón, añadió, se sabe que tuvo varios hijos; de ellos, sobresale Joaquín Magón, homónimo de su padre, que también se dedicó a la pintura y fue perseguido por la Santa Inquisición. Asimismo, dentro de los descendientes célebres de la familia Magón resaltan los periodistas revolucionarios Enrique, Jesús y Ricardo Flores Magón.
La obra de José Joaquín Magón, añade el doctorante en Historia del arte en la UNAM, es basta y se encuentra diseminada en varias colecciones del país y del mundo. Sus lienzos más importantes se localizan en Ocotlán, Tlaxcala, así como en Tochtepec y Tecamachalco, aquí en el estado Puebla, lo mismo que en la Ciudad de México y Madrid.