PATRICIA ARREDONDO. ALGARABÍA
¿Hacia dónde vamos? ¿De dónde venimos?
Si ni para los filósofos la respuesta a estas preguntas es clara, para los gramáticos sí lo es el hecho de que el donde es fundamental cuando queremos referirnos explícitamente a un lugar —o a una dirección— del cual se parte o al cual se va.
A más de uno de nosotros al pegar la oreja al teléfono nos
han bombardeado con algunas de estas preguntas: ¿A dónde vas? ¿En dónde estás? ¿Por dónde andas? ¿Hacia dónde te diriges? ¿Para dónde vas? o al llegar a la fiesta y quejarnos
por el tránsito: ¿De [desde] dónde vienes?
Notarás entonces,
que el elemento común entre todos estos ejemplos es el dónde.
Éste en los casos anteriores funciona como un adverbio interrogativo, es decir, como un complemento que modifica
a los verbos que acompaña: ir, estar, andar, venir; aunque de distinta manera, porque cuando se va, se va a algún lado, cuando se está, se está en algún lugar, cuando se anda, se anda por y cuando se viene, se viene de.
Es así que el dónde, con tilde y en su sentido interrogativo, y que también puede ser exclamativo: ¡Dónde fue a caer!, así como en su función de adverbio relativo, es decir, cuando aparece sin tilde y añade información circunstancial a la acción verbal: Llévame a donde está él, puede acompañarse de diversas preposiciones que indican relación de espacio, tales como: a, de, desde, hacia, en, para, por, según el verbo al que acompañen y según lo que se quiera expresar. sin embargo, el único significado constante que éste tendrá será el de «lugar», pues es el elemento al que normalmente designa, aunque en ocasiones también expresa «destino, origen, situación, dirección, tránsito».
De este modo, cuando el donde, ya sin tilde, va precedido
por la preposición a suele ir acompañado por un verbo que enuncia «movimiento, destino», «lugar al que»: Voy a donde
me digas. con la preposición a se reconoce también la forma cohesionada que ha caído en desuso: adonde; y el uso de ambas formas a donde y a donde —o adónde— es aceptado por la rae y puede significar «el lugar que»: Iré a la ciudad adonde nací, sin embargo se prefiere lo segundo. mientras que, cuando el donde aparece detrás de la preposición en indica un lugar en el que se está o una ubicación: «lugar en que, lugar en donde»: Aquí es en donde sucedió todo.
En este último caso el donde también puede y suele ir sin la preposición: Aquí es donde sucedió todo.