Por Dpa. La Jornada
Oviedo. El escritor estadunidense Richard Ford fue distinguido hoy con el Premio Princesa de Asturias de las Letras por ser el "gran cronista del mosaico de historias cruzadas que es la sociedad estadunidense".
El jurado del galardón, reunido en la ciudad española de Oviedo (norte), destacó en su acta "la épica irónica y minimalista" que define a sus personajes, tramas y argumentos, así como "la desolación y la emoción de sus relatos".
Autor de obras como El periodista deportivo, Acción de gracias y Canadá, Ford ha llegado a ser considerado el heredero de Hemingway, etiqueta que rechaza. En sus obras muestra personajes vulgares, marginados y desencantados que se mueven en atmósferas densas.
El novelista reivindica la huella de Faulkner y asegura que un escritor está marcado por su experiencia.
Nacido en Mississipi en 1944, su infancia y adolescencia no fueron fáciles. Su padre murió cuando tenía 16 años. Disléxico y mal estudiante, Ford llegó a convertirse en un pequeño delincuente.
Tras su paso por la Universidad, a los 22 años se licenció en Literatura. Un lustro después, una beca de la Universidad de Michigan le permitió comenzar a escribir su primera novela, A Piece of My Heart (Un trozo de mi corazón, 1976).
Antes de dedicarse a la literatura a tiempo completo, fue profesor universitario y periodista deportivo. Aunque reniega del llamado "realismo sucio", ha sido calificado por uno de sus referentes, Raymond Carver, como el mejor escritor en activo de Estados Unidos.
Ahora, el Premio Princesa de Asturias se suma a otros galardones recogidos a lo largo de su carrera, como el Pulitzer, obtenido en 1996 por El día de la independencia, o la Orden de las Artes y las Letras de Francia.
El de las Letras, otorgado en 2015 al cubano Leonardo Padura, es el sexto galardón de esta XXXVI edición de los Premios Princesa de Asturias, que otorga cada año la fundación del mismo nombre.
Considerados los Nobel españoles y dotados con una escultura de Joan Miró y 50.000 euros (56 mil dólares), serán entregados en octubre por el rey Felipe VI en una ceremonia celebrada en Oviedo.}