LA JORNADA DE ORIENTE
Paula Carrizosa
Manuscrito es todo aquel escrito a mano producido hasta la segunda mitad del siglo XV, cuando en Europa se inventó la imprenta que permitió la reproducción mecánica de los textos en copias múltiples. Este tipo de documentos, precisamente, son la materia del libro Repertorio de manuscritos antiguos.
Publicado por la Editorial UDLAP, el volumen integra algunos de los manuscritos franciscanos –reproduciendo sus portadas– escritos entre los siglos XVIII y XIX, y resguardados actualmente en el Archivo histórico de la provincia del santo evangelio de México, en la Biblioteca Franciscana.
Se trata de copias de obras editadas, libros y apuntes de ciencias y de filosofía que develan la forma en que, a pesar de existir la imprenta, en ciertos momentos se optó por la copia manuscrita que incluso resultaba más económica que la edición impresa.
Asimismo, su existencia y ahora su presentación editorial, permiten conocer que en los conventos franciscanos los manuscritos tuvieron una vigencia tardía.
En el volumen aparecen las portadas de libros como Definiciones morales (1844), de Eliseo Magaña Ocampo; El sol en virgo. Elogios a la pureza virginal de san Sebastián de Aparicio que le fueron dedicados en el convento de San Francisco de México en 25 de febrero de 1791, día en que se celebró su beatificación (1791); o Manual de Ceremonias (1888), de José de Guerras.
Además del compendio de manuscritos resguardados en la Biblioteca Franciscana, el libroRepertorio de manuscritos antiguos integra dos ensayos realizados por Laurette Godinas y Olivia Moreno Gamboa, especialistas del tema que presentan características particulares de este tipo de libros.
Laurette Godinas, investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, presenta el ensayo Los manuscritos autógrafos y sus vínculos con el mundo de la imprenta.
En él, la especialista explica la visión acerca del proceso de impresión de los libros en la época colonial haciendo referencia a un manuscrito que fue preparado para su publicación, que cuenta con una portada ilustrada, dedicatoria e índice, aunque finalmente no fue impreso.
Mientras que el segundo ensayo Textos manuscritos y cultura letrada, escrito por Olivia Moreno Gamboa, quien invita a la reflexión sobre los soportes de la cultura escrita y oral, cuyo estudio empezó a interesar a los especialistas del libro en México apenas hace pocos años.
“Desde el punto de vista material, la cultura de las letras de la Nueva España fue una cultura mixta, hecha de manuscritos e impresos”, escribe la investigadora en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.
Destaca además que los impresos se han vuelto el centro de las investigaciones, “pasando por alto que el códice manuscrito era la base material e intelectual del volumen impreso..., se ha pasado por alto que la producción escrita del periodo colonial circuló primordialmente en forma manuscrita”.
El volumen Repertorio de manuscritos antiguos se suma a colección Biblioteca Antigua de la Biblioteca Franciscana, la cual está conformada por otros títulos: Della Franciscana, un compendio de 19 libros europeos de 1504 a 1796, y 21 libros mexicanos del mismo periodo;Marcas Tipográficas, una selección de las marcas tipográficas más representativas de la misma biblioteca; y Ciencia y Arte en la Música de los XVI y XIX, sobre la visión de abundancia en el arte, una aproximación al gran Pablo Nasarre y una muestra de ejemplares resguardados en el acervo ubicado en el ex convento de San Gabriel, en San Pedro Cholula.
Todos estos títulos comparten además una singularidad: que han sido diseñados tipográficamente con la familia Espinosa Nova, una interpretación digital de la primera letra romana impresa en la Nueva España acuñada por Antonio Espinosa.