La Jornada
Evitar que la obra y los preceptos humanísticos y teóricos de uno de los arquitectos y urbanistas del siglo XX mexicano más relevantes queden relegados en el olvido es el propósito del libro Alfonso Pallares: sembrador de ideas, que fue presentado la noche del jueves en el Palacio de Bellas Artes.
Publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México, este volumen es un rescate y al mismo tiempo un acto de justicia hacia ese prominente creador nacido en 1882, quien no obstante sus aportaciones se le mantiene apartado de la historiografía de la arquitectura nacional.
Así lo afirmó la autora de la obra, Elisa Drago Quaglia, quien describió a Alfonso Pallares como un visionario de aquella disciplina, pues desde la década de los años 20 del siglo pasado ya preveía varios de los problemas que aquejan hoy a la capital del país.
Entre ellos, el de la movilidad y el tráfico automotriz, y proponía vialidades en varios pisos, así como hacer peatonal la zona del Centro Histórico y que los grandes edificios produjeran su propia luz.
De acuerdo con la arquitecta y catedrática universitaria, la visión de vanguardia de este protagonista de la arquitectura mexicana sirve de excusa para revisar el periodo de la historia en el que se confirmó y afianzó el movimiento moderno en nuestro país.
El análisis de la obra de Alfonso Pallares nos obliga a replantear los límites estrechos de la historia tradicional de la arquitectura moderna mexicana. Sus vínculos peculiares con el pensamiento de las vanguardias europeas, así como sus complejas interpretaciones de la modernidad urbana y arquitectónica a lo largo de un extenso periodo, iluminan aspectos que hasta ahora se habían mantenido en las sombras de la historia oficial.
Un aspecto a destacar de Alfonso Pallares, según la autora, es que mantuvo una postura muy crítica y consciente de su momento histórico, con una visión a futuro realmente sorprendente.
Ejemplo de ello, dijo, es la ponencia que presentó en el Congreso Internacional de Arquitectos en Roma en 1911, en la que realizó planteamientos sobre el urbanismo moderno que años más tarde fueron retomados por el franco-suizo Le Corbusier.
El libro Sembrador de ideas abarca los 50 años de trayectoria profesional de Alfonso Pallares, de 1911 a 1961. Está dividido en dos partes. En la primera se trazan las similitudes e influencias de ese creador con el futurismo italiano, mientras en la segunda se refiere su gran proyecto urbano.
El primero de esos dos arcos temporales se distingue por la visión del arquitecto mexicano de una ciudad utópica, posible, soñada, en la que los seres humanos son felices y funcionan perfectamente. El segundo, en tanto, por la mirada de una ciudad que dejó de serlo, destacó Elisa Drago.
Alfonso Pallares, dijo, fue asimismo un constructor de mucha obra silenciosa, como casas habitación en las colonias Roma, Condesa y Juárez, que ahora se diluye en la gran ciudad.
En la presentación del volumen participaron también Carlos González Lobo y Xavier Guzmán Urbiola.