Tania Tagle. Algarabia
El Día Internacional de la Mujer Trabajadora fue instaurado en 1977 por la ONU. No obstante, sus orígenes se remontan a principios del siglo XX.
Cada 8 de marzo las mujeres de todo el mundo recibimos felicitaciones y halagos por el «Día de la Mujer», como
si se tratara de festejarnos sólo por haber nacido con dos cromosomas x. Casi 40 años después de haberse vuelto una fecha oficial, cada vez son menos quienes recuerdan su propósito original.
El verdadero nombre de la efeméride es Día Internacional
de la Mujer Trabajadora, y fue instaurado por la Asamblea General de la onu en 1977, a pesar de que, casi 70 años antes, durante la ii Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas —realizada en Copenhague en 1910— ya se había proclamado la misma fecha para conmemorar las luchas obreras de las mujeres y exigir su derecho al voto.
El 8 de marzo de 1911 se realizaron mítines alrededor del mundo a los que asistieron millones de mujeres que pedían condiciones laborales más justas. Tan sólo un par de semanas después, las trabajadoras de la fábrica textil Sitwoodcotton, en Nueva York, anunciaron una de las primeras huelgas femeninas de la historia. Tomaron las instalaciones y se negaron a seguir trabajando hasta ser escuchadas.
El dueño de la fábrica respondió rociándola con gasolina
y prendiéndole fuego; las 129 mujeres en huelga murieron dentro. A partir de ese trágico suceso, la celebración del
Día Internacional de la Mujer Trabajadora pasó a ser una conmemoración en honor de las obreras calcinadas. Cada año, trabajadoras de todo el mundo salían a las calles a recordar a sus compañeras asesinadas.
Entre sus peticiones estaban: mejor salario, un día de descanso, jornadas laborales de 8 horas —trabajaban más de 12—, licencia por maternidad y por incapacidad, —muchas sufrías lesiones que las imposibilitaban para seguir trabajando y simplemente las despedían.
s10-curiosidades-protestaSin embargo, cuando la Asamblea General de la onu aceptó reconocer el día dentro del calendario de efemérides oficiales, el espíritu de la fecha fue perdiendo fuerza y poco a poco terminó convertido en otro Día de las Madres, donde las mujeres reciben flores, cumplidos y tarjetas nada más por serlo.
Pero este día no se trata de un festejo a la femineidad, sino de un homenaje a quienes perdieron la vida luchando porque hoy se reconozca nuestro papel en la sociedad y el derecho a un trabajo digno.