Mónica Mateos Vega. La Jornada
Elena Poniatowska y la directora del Claustro de Sor Juana, Beatriz López Portillo, durante el festejo. Foto Guillermo Sologuren
La escritora Elena Poniatowska cumple mañana viernes 85 años y la celebración comenzó este jueves en la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), donde se le otorgó la Presea Sor Juana Inés de la Cruz.
La periodista y colaboradora de este diario, antes que nada, expresó su “tristeza indignada” por la situación que atraviesa en México el oficio al que ha dedicado toda su vida: “quiero recordar aquí a dos corresponsales de La Jornada: Javier Valdéz, asesinado hace unos días en Culiacán y Miroslava Breach, quien murió de igual manera hace más de un mes en Chihuahua. Aunque no los conocí son hermanos del alma y de oficio. Unos sicarios les quitaron la vida porque denunciaron a narcotraficantes. Estos asesinatos ponen al periodismo mexicano en estado de indefensión”.
Enseguida dijo que es “una gratificación muy estimulante recibir a los 85 años una presea que les ha sido entregada a Leonora Carrington, Teodoro González de León, Carmen Aristegui, los ex rectores de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente y José Narro, la editora Beatriz de Moura, Olga Sánchez Cordero, Estela de Carlotto, defensora de derechos humanos en Argentina, Carlos Slim, el antropólogo físico Arturo Romano Pacheco, el editor Jorge Herralde, Carlos Monsiváis, el ex rector de la Universidad del Claustro de Sor Juana Juan Manuel Silva Camarena y María Dolores Bravo, maestra de muchas generaciones.
“Pasar a formar parte de este grupo bajo la bóveda del Primero Sueño de Sor Juana es un honor que me compromete a seguir como lo hago desde los 21 años, cuando salí de un convento del Sagrado Corazón en el que me di muchos golpes de pecho porque a esa edad comete uno un rosario de espantosísimos pecados por intención, acción y omisión”.
Elena afirmó que la religión le concedió un alma, “no sé de qué color o tamaño, pero he vivido con esa presencia invisible y misteriosa casi 85 años. Quién más la cultivó fue mi madre, Paula Amor Poniatowska, una mujer que podía confundirse con un instrumento musical, una nube, una rama de nogal o un jardín porque era, en verdad, un jardín.
“Pienso que si alguna vez me abrieran la caja del pecho y me sacaran el alma encontrarían en ella pruebas de la inmensa generosidad de la vida y una fotito cuadrada tamaño pasaporte con el óvalo perfecto y los ojos tristes de mi madre”.
A propósito del libro Cronología del Progreso de Gabriel Zaid, que la escritora se encuentra leyendo estos días, la periodista comentó que “desde el rollo de papiro, las tablillas de cera, el pergamino, el lápiz de grafito, la pluma fuente, la impresión de la Biblia por Gutenberg, hasta la página Web a la que todos recurrimos, no hemos dejado de progresar pero no por eso somos mejores mujeres y hombres. “Somos hijos de lo que Zaid llama 'conciencia negativa del saber' ya que lo que le está sucediendo ahora a México está muy cerca de Frankenstein o el moderno Prometeo, la novela de Mary Shelley publicada en 1818. Escribe Zaid que 'en las nuevas versiones del mito, Prometeo no quiere liberar a los hombres: quiere someterlos, acumulando saber, poder y capital'.
“En nuestro país no son pocos los que venden su alma a las cadenas televisoras y a los nefastos partidos políticos. Goethe tendría mucho material de trabajo y su Fausto sería un cuento para niños al lado de nuestro diario acontecer político”.
Elena agradeció a Sor Juana Inés de la Cruz, “a su Claustro, gracias a su directora Carmen Beatriz López Portillo, a la maestra Sara Poot Herrera que ha sido diestra y generosa, y gracias a todos ustedes por no haberse ido con Mefistófeles y ofrecernos en este claustro que es un tesoro, su limpia cara libre de todos los pecados que nos han agobiado en este horrible sexenio”.
La Presea Sor Juana Inés de la Cruz es el máximo reconocimiento que otorga la Universidad del Claustro de Sor Juana a quienes han contribuido al desarrollo cultural, artístico y académico de México.
Durante la ceremonia, esa casa de estudios presentó también el tercer número de su revista Inundación Castálida, dedicado a la galardonada, en el que se incluyen dos artículos inéditos de la galardonada, así como textos de Octavio Paz, Carlos Fuentes, Margo Glantz, José Emilio Pacheco, Marta Lamas, Raquel Serur y Sara Poot Herrera, un texto de Sergio González Rodríguez y un cuento inédito de Enrique Serna.
La obra literaria de Elena Poniatowska ha sido distinguida con premios como el Cervantes en 2013, el Alfaguara de Novela en 2001, el Internacional de Novela Rómulo Gallegos en 2007, el Biblioteca Breve de Novela en 2011 y el Quijote de las Letras Españolas en 2013.