Convento de San Simón y San Judas y Parroquia de San Antonio de Padua.- La Iglesia y el convento de Calpulalpan se encuentran bajo la advocación de San Antonio de Padua, San Simón y San Judas, aunque aparecen esculpidos en la fachada de la Iglesia sobre el tercer cuerpo, han quedado olvidados a pesar de ser los nombres cristianos de aquella población. En la archivolta se descubre chalchihuites y guías con elementos propios de la cultura mexicana. Las dos torres también son de tres cuerpos, la del norte es la original, la otra fue construida en 1940-42. La nave tenía bóveda de medio cañón, pero el incendio provocado por los carrancistas en 1915 lo destruyó, por ello, años más tarde se construyó una bóveda plana de ladrillos.
Después de haber sido tan rico, el interior es de los más pobres, tanto el retablo como las imágenes religiosas, todo lo que se encontraba en el interior se incineró durante la revolución. Parroquia de San Antonio de Padua. El retablo destruido no era el original, más bien se colocó a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Era de estilo neoclásico, semejante al que se conserva en la actualidad en la capilla de la Tercera Orden. El primer retablo era barroco, estaba decorado en oro, incluía pinturas al óleo y esculturas de madera en bulto, un fragmento de él se conserva en buen estado, el que tiene actualmente es del segundo cuarto de este siglo.
La Capilla de la Tercera Orden.- Conserva el retablo y los altares laterales neoclásicos, así como esculturas antiguas de santos. A un costado se encuentra una pequeña capilla destinada al culto de la Virgen María, en cuyo interior se aprecian los muros y el cielo raso con decoraciones de principios del siglo. Las capillas del Rosario y de San Antonio de Padua se decoraron a mediados del presente siglo. El baptisterio es austero. Todas las naves, excluyendo la mayor, tienen cúpulas ricamente elaboradas con ladrillos y argamasa de cal y arena.
El claustro de dos plantas se conserva casi intacto con excepción de los pretiles que se modificaron. El brocal primitivo del pozo fue destruido en la década de los sesenta. Resulta necesario destacar el colorido y la belleza de las pinturas murales protegidas en los nichos de los rincones, según parecen haberse elaborado en 1764 por Sebastián de Avila. Interior de la parroquia de San Antonio de Padua. En los mismos muros de ambas plantas hay frisos típicos en blanco y negro que corren por los cuatro muros. Las columnas son dignas de mencionar. Es el único caso en Tlaxcala donde troncos gruesos de árboles se encuentran sosteniendo el piso de los corredores de la segunda planta y la techumbre del mismo nivel.
En la sacristía existe un lienzo pintado al temple en blanco y negro sobre tres muros, dividido en siete escenas que representan a seis santos, identificándose a Santa Clara, San Francisco y San Buena Ventura, la séptima es El Calvario representado en una forma exquisita, aparecen en él tres personajes con Jesús crucificado. En un pequeño portal construido en el siglo XVI, situado en el extremo sur del convento que parece haber servido de recibidor, está un mapa pintado en blanco y negro donde se aprecia el convento en una de sus etapas iniciales de construcción, al igual que las iglesias, los nombres de los pueblos en jeroglíficos náhuatl y los caminos que cubrían la parroquia en el siglo del arribo franciscano.
En la segunda planta la biblioteca presenta en sus muros pintura mural policroma del siglo XVI, las escenas son arcos de medio punto y otros pintados en negro y gris, decorados en la parte superior con elementos vegetales policromos. Enmarcan símbolos propios del cristianismo en negro. En la misma planta, en el corredor de las celdas, se encuentran expuestos tres tipos de elementos decorativos: el lienzo blanco y negro del remate, Jesucristo en la cruz pintado al óleo policromo sobre el muro, y finalmente una rica colección de pinturas de caballete que abarca varios siglos concluyendo en el siglo XIX. El atrio es amplio, la entrada al norte no deja de recordar los templos prehispánicos de los indios, ya que la escalinata está construida con las mismas piedras de los recintos ceremoniales, propiciando la forma de una pirámide semicircular. Fue en el año de 1608 cuando la iglesia se concluyó, como lo indica una inscripción en la parte exterior del coro.
Zona arqueológica Yehualica (Cerro redondo).- Se ubica en el extremo norte de la sierra nevada, dentro de los límites del municipio perteneciente a Calpulalpan, el sitio arqueológico Yehualica está asentado sobre la cima del cerro homónimo del que es uno de los palacios de Netzahuacóyotl.
El cerro es una meseta boscosa de apariencia plana con pequeños valles cultivados y montículos naturales de escasa altura, la pendiente del terreno es de 14° rumbo norte. Desde cualquier punto geográfico que se le observe presenta una forma redonda, motivo causal del nombre náhuatl "Cerro redondo". El sitio total es de 180 X 150 m, fue delimitado hasta donde abarcan los elementos cerámicos y arquitectónicos. Es clara la presencia de 8 estructuras. El edificio mayor conserva su orientación NS, el cual se construyó sobre elevada formación de origen natural de escasa altura a la que se agregaron piedras pegadas con lodo de tal forma que pudiera completarse el núcleo. Está formado por un cuerpo de paredes talúdicas de base octagonal.
El revestimiento es de piedras angulares, algunas talladas y pegadas con lodo, en otras partes todavía pueden observarse la presencia de estuco aplicado encima. El material de construcción fue extraído del mismo macizo rocoso ubicado 100 m, al SW. En la parte superior existen restos de unos diez cuartos pequeños comunicados por accesos cortos y angostos, como parte del conjunto hay una estructura que por su altura parece haber sido la sala más importante del edificio con relación al resto del mismo, al frente de ésta se encuentra un orificio circular de lo que parece ser un pozo con el contorno de piedra.
Casi todo el contorno del edificio está rodeado en su extremo superior por una ancha muralla de 2 m, de espesor y una altura de 50 m. Es seguro que llegó a tener almenas como la muralla de Tenochtitlán o Huexotla, de igual forma en Texcoco los palacios o cillan estaban "limitados por anchas murallas". Sobre la esquina noreste aparecieron restos de un muro de menor espesor y material diferente, está construido con tezontle rojo, donde se utilizó cal y tierra, se revistió por ambos lados con estuco de cascajo fino del mismo color que el tezontle, materiales que pudieron haberse importado del nicho ecológico del Mal País, lugar muy cercano. Las construcciones se atribuyen a "los obreros mayores o arquitectos Xilomatzin, señor de Culhuacan y Moquihuitzin, de Tlatelolco".
Zona arqueológica La Herradura.- Heredera de la Cultura teotihuacana - acolhua.- Antes de ser habitada la región noroeste del actual estado de Tlaxcala, ésta representó, para la gente que habitaba la cuenca del valle de México y otros grupos prehispánicos, una zona importante de paso o corredor, que permitía transitar hacia el Golfo y Sur de mesoamérica con fines de intercambio comercial. Calpulalpan integró un punto de dicho corredor. Esta región fue ocupada en un periodo muy tardío. La recién explorada zona arqueológica de La Herradura, parece confirmar lo anterior, pues en este lugar se han encontrado restos de la cultura teotihuacana, correspondiente al llamado periodo clásico, así como también elementos de la cultura acolhua en un periodo postclásico. Los hallazgos en esta zona comprenden desde plataformas piramidales, diversas áreas habitacionales y otros elementos de uso común. Esta área se encuentra aún en investigación por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Zona arqueológica Tecoaque.- En este sitio arqueológico, cuyo nombre se deriva de las voces náhuatl tetli-piedra y coac-serpiente y que-plural. Por lo cual significa "en donde están las serpientes de piedra". Tecoaque es un sitio arqueológico culturalmente ligado al dominio y expansión de Teotihuacán, el cual atravesó una considerable porción del norte del actual estado de Tlaxcala y fue por donde transitaban sus comerciantes rumbo al sureste de Mesoamérica. Por tal motivo, la vida cultural del sitio empezó probablemente con Tetotihucán, alrededor del año 100 a.C. El sitio se localiza en los llanos de Calpulalpan, sobre una planicie fértil, propia para el cultivo, actividad indispensable para el desarrollo de las altas culturas mesoamericanas.
La localización especial del sitio corresponde al modelo teotihuacano de ciudad o poblado, en espacios abiertos como son los valles. Hasta ahora se han explorado aproximadamente 800 metros cuadrados y un total de once montículos de pequeño tamaño. Sin duda Tecoaque fue un sitio de carácter habitacional, en cuya construcción se empleó considerablemente el tezontle y como adhesivo mortero de cal y arena. Sus recintos habitacionales tienen una disposición rectangular y son flanco de un patio de similar forma, creando de esta manera una unidad cerrada comunicada al exterior mediante un pequeño pasillo. Al centro de la zona arqueológica se localiza un conjunto de montículos y pequeñas plataformas que, indudablemente estuvieron ligadas a actividades y funciones religiosas.
Zona Arqueológica de Tecoaque.
Zona arqueológica Los Cerritos.- Situada a 2 km. al oeste de la población de Calpulalpan, ésta zona pertenece, en sus primeras etapas constructivas, a la cultura teotihuacana y, posteriormente, a la mexica. Es evidente el paso de grupos españoles por este lugar durante la etapa de la conquista.
Haciendas
Amantla.- En la actualidad la hacienda en su mayor parte está en ruinas, pues ya no cuenta con cubiertas, además de que se encuentran muy deteriorados los interiores. El ancho de los muros es de 70 cm, la construcción es de un nivel. Los espacios arquitectónicos con que contaba esta hacienda son: troje, tinacal, machero y calpanerías o (casas de los peones), su producción principal era agrícola y pulquera. La construcción se calcula fue en el siglo XVIII. Los materiales que integran la construcción de la hacienda son principalmente piedra y adobe. Amantla está construida en un valle y en una zona topográfica de llano.
Coesillos.- A la fecha sólo cuenta con unos paredones, ya que en años anteriores se nota que la demolieron; actualmente, se encuentra funcionando un vivero de la SAGAR, se puede observar que la construcción estaba constituida por un sólo nivel, cuyos muros tenían un ancho de 0.7 cm.
Los espacios arquitectónicos propios de la hacienda fueron: troje, capilla, calpanerías, o (casas de los peones), la casa del hacendado y de corrales. La actividad de esta hacienda era pulquera. La época de construcción de esta hacienda data del siglo XVIII. Los principales materiales de construcción son de piedra y adobe. La hacienda se construyó en un valle y una área topográfica de llano.
Mazapa.- Esta hacienda en su época fue muy grande. Actualmente, sólo en lo que fue la calpanería de la hacienda, se encuentra el 80% de la población de Mazapa. Aún cuenta con la entrada principal que es la misma entrada a la población. En la actualidad el régimen de propiedad es privado. Los espacios arquitectónicos de la hacienda fueron: troje, tinacal, machero, capilla, calpanería o casa de los peones, casa del hacendado y corrales. La principal producción de esta hacienda era agrícola y pulquera. Por su gran tamaño la hacienda se construyó en dos épocas, en el siglo XVIII y XIX. La infraestructura de dicho inmueble se encuentra en malas condiciones, pero aún puede ser restaurable. Los principales materiales que se utilizaron para esta construcción fueron el ladrillo, la piedra y adobe. Detrás del sistema constructivo tuvo apoyos como muros de cantera y mampostería, así como columnas de cantera, contrafuertes en mampostería y con cerramientos de platabanda y en arco; sus cubiertas son planas, en viga de madera y terrado. Su principal peculiaridad es que se construyó en una zona montañosa y topográficamente en ladera.
San Bartolomé del Monte.- En proceso de restauración. Como consecuencia, ha sufrido bastantes alteraciones tanto exteriores como interiores, debido al cambio de cubierta original por concreto, así como al cambio y aumento de columnas. Los espacios arquitectónicos correspondientes a la hacienda son: troje, tinacal, machero, capilla, calpanerías o c asas de los peones y la casa del hacendado. La hacienda, en su época de apogeo, se caracterizó por una producción agrícola y pulquera. Se construyó durante el porfiriato. Los materiales que se utilizaron para la construcción de dicha hacienda fueron piedra, ladrillo y mixto; sus cubiertas son planas en madera y ladrillo, y abovedadas cupulares en ladrillo. En los sistemas constructivos cuenta con apoyos en muros, en mampostería, aparejos, tapia y mixtos y en adosados en cantería, mampostería y aparejos. También cuenta con cerramientos de platabanda y arco, tiene cubiertas en viga de madera y ladrillo terrado, viga acero y terrado y, por último, cubierta de losa de concreto, en lo que se refiere a bóvedas éstas son de cañón. La hacienda se construyó en una zona de lomeríos, y topográficamente en una ladera.
ex hacienda de San Bartolomé del Monte.
San Cristóbal.- Actualmente, su régimen de propiedad es privado. Cuenta con tres columnas de madera en el patio interior. Los espacios arquitectónicos que la distinguían, fueron: troje, tinacal, machero, establo, capilla y casa del hacendado. En esa época su principal producción era agrícola y pulquera. Su construcción data del siglo XIX; los materiales originales de construcción fueron muros corridos en piedra, ladrillo y mixtos, así como columnas y pilastras aisladas en ladrillo y madera, tenían cubiertas, planas en madera y ladrillo así como también cubiertas abovedadas cupulares en ladrillo. Los sistemas constructivos empleados fueron muros de mampostería, aparejo y mixtos; en los cerramientos se utilizó plantabanda y arcos; las cubiertas fueron planas con viga de madera y ladrillo terrado, así como cubiertas abovedadas en cañón con lunetos, la hacienda se construyó en una zona montañosa, topográficamente en una ladera.
San Miguel Calpulalpan.- En la actualidad la infraestructura de la hacienda se ha remodelado, aún así se conserva muy poco de su estructura original. Constituye una propiedad privada. Los espacios arquitectónicos con que contaba la hacienda son: troje, tinacal, machero, establo, calpanerías o casas de los peones, casa del hacendado y de corrales; el principal tipo de producción era pulquera. La época de construcción fue en dos etapas durante los siglos XVIII y XIX. Los principales materiales que se utilizaron para la construcción de esta hacienda fueron, muros de ladrillo y adobe, en columnas y pilastras fueron de ladrillo, en arcos y platabanda se utilizó también el ladrillo, en cubiertas planas fueron hechas en madera y ladrillo; los sistemas empleados en muros fueron de mampostería y aparejos, en columnas, mampostería; en cerramientos se utilizó el sistema de plantabanda y arcos; en las cubiertas planas se utilizó la viga de madera y ladrillo terrado, esta hacienda se construyó en una zona geográfica de llanos entre montañas.
Zoaquipan.- En la actualidad la infraestructura de esta hacienda se encuentra dividida entre varios propietarios, además de que gran parte de ella está en ruinas, el régimen de propiedad es privado.
ex hacienda Zoquiapan siglo xviii
Las principales áreas de construcción con que cuenta la hacienda son: troje, tinacal, macheros, capilla, calpanerías, casa del hacendado y corrales. El principal tipo de producción era agrícola, ganadera y pulquera, la época de construcción corresponde al siglo XIX. Los materiales que se emplearon en muros fueron ladrillo y adobe; en columnas pilastras ladrillo en arcos y plantabanda se utilizó la madera y ladrillo; en cubiertas se utilizaron madera y teja, así como ladrillo y madera. Los sistemas de construcción empleados utilizados en muros fueron la mampostería y aparejos; en columnas y pilares, aparejos en cerramientos; dintel, platanbanda y arcos. En las cubiertas el sistema constructivo que se empleó en planas fue de vigas de madera y teja, viga de madera y ladrillo terrado y en bóveda de cañón con lunetos. Se construyó en una zona geográfica de llanos entre montañas.