Excélsior
JUAN CARLOS TALAVERA
Quien sustituyó a Philippe Ollé-Laprune como director, acepta que no tiene ninguna experiencia en el campo literario
CIUDAD DE MÉXICO.
La artista escénica Daniela Flores Serrano (Ciudad de México, 1986) fue presentada ayer como la nueva directora de la Casa Refugio Citlaltépetl (CRC), luego de que este espacio permaneciera acéfalo durante casi dos años, donde dijo a Excélsior que en los próximos días se reunirá con el traductor y editor francomexicano Philippe Ollé-Laprune –director de este espacio por 15 años– para que le dé muchos “tips” y pueda aprender lo necesario para estar a la par.
Reconoció que su programa de trabajo incluirá “comilongas” con exiliados de Andalucía, Argentina y Brasil, actividades con periodistas desplazados y un proyecto con actividades externas a este espacio cultural, que por ahora tiene en remodelación dos de las tres habitaciones que podrían ser ocupadas a finales de este año.
Flores Serrano se dijo alumna de creadores como Alberto Lomnitz, David Holguín y Daniel Giménez Cacho y, aunque reconoció el trabajo Ollé-Laprune, explicó que “con todo el debido respeto que me merece Philippe, podemos aprender y ponernos muchísimo a la par ¿no?; me siento muy contenta de dirigir esta casa y agradecida de lo que pueda aprender de Philippe. De hecho, nos reuniremos porque él me dijo que me va a dar muchos ‘tips’”.
¿Te sorprendió el encargo?, se le cuestionó. “Te causa un shock, alegría y respeto. Pero él fue uno de los primeros que me permitió estar en casa con un proyecto de un colectivo cuando era muy joven... así que respeto su trabajo, lo admiro y creo que puedo aprender mucho de él”.
Y añadió: “Además, vengo a trabajar con responsabilidad y entereza. Soy una mujer joven que ha trabajado con diversas prácticas y una mujer mexicana. Eso es importante: abrir los espacios de ocupar cargos directivos y ocupar esta presencia de más mujeres que estamos trabajando y de más mujeres que estamos teniendo profundidad en estos temas”.
Momentos antes, Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura de la Ciudad de México, calificó el anuncio como “el relanzamiento” de la CRC, fundada en 1999, para darle residencia a escritores perseguidos en su país de origen, quienes pueden continuar con su escritura.
En el anuncio también estuvieron Juan Villoro y Carmen Boullosa, quien forma parte del consejo asesor de la CRC, así como de Cuauhtémoc Cárdenas y Koulsy Lamko, (refugiado en 2007 y 2008), y hoy director de la Casa de África.
Vázquez Martín aseguró que, con este relanzamiento, la Secretaría de Cultura local asume la administración del espacio, actividad que antes le correspondía a la fundación, cuyos integrantes ahora formarán parte de este comité también integrado por Vicente Rojo, Blanche Petrich, Marta Durán de Huerta y Bárbara Jacobs.
Este cambio, dijo, no redundará en una modificación al presupuesto que recibe el espacio, añadió Vázquez Martín, sino que se mantendrá la cantidad de un millón 200 mil pesos que aporta la institución, con una contraparte similar de la Secretaría de Cultura federal, vía Fonca y de la Dirección General de Publicaciones (DGP).
¿Por qué decidieron ampliar las actividades de la casa al periodismo?, se le preguntó. “El periodismo es un género literario, pero (esta casa) seguirá teniendo la misma vocación... Sólo que a partir de esta reingeniería institucional estamos lanzando el mensaje a estas redes internacionales de que la Ciudad de México estaría en capacidad de recibir algún periodista perseguido. Pero en este momento, la CRC tiene un residente (el dramaturgo de Zimbabue) Christopher Mlalazi, desde 2015”.
Vázquez Martín también dijo que Daniela Flores asumió la dirección desde hace dos meses y que la elección fue realizada por el consejo asesor, aunque reconoció que la dependencia que encabeza sí aportó algunos nombres a la lista.
Pura alegría
Juan Villoro aseguró que la selección de Daniela Flores tuvo un fundamento: “Ella es una persona que le dará dinamismo a la CRC, que tiene experiencia en organización, una relación muy clara por el interés en las artes, por la libertad de expresión y todo lo que implica la atención a migrantes, y a gente perseguida por sus ideas”.
Y aseguró que entrevistaron a cinco personas, “pero ella nos habló de sus convicciones, de su experiencia y nos pareció que era muy bueno que fuera así. A mí, en lo personal, me parece significativo que sea una mujer y que sea de una generación mucho más joven que nosotros. Creo que le va a dar una visión de futuro a esta casa”.
Por separado se le solicitó a Daniela Flores el programa detallado de trabajo para la CRC a lo que respondió:
¿Comilongas?, se le preguntó. “Será a partir de la comida y el encuentro que empezaremos a hablar de aquello que nos está doliendo en el tiempo presente. Vamos a tener una comilonga con Andalucía, con la que arrancaremos, donde hablaremos del exilio español, hablando desde las problemáticas de España en el tiempo presente, que incluirá charlas, comida y música”.
Además, se realizarán encuentros con diversas instituciones universitarias, con organizaciones no gubernamentales e instituciones dentro del gobierno de la Ciudad de México para hablar de migración, periodismo y derechos humanos, señalados como los tres nuevos ejes de la CRC, añadió.
¿Cuáles serán las próximas publicaciones de la CRC? “Todavía no lo sabemos”.
¿Qué escritores perseguidos te atraen en este momento? “Me han interesado muchísimos, aunque ya no son perseguidos, pero toda la línea que tuvo la CRC como la poeta Safaa Fathy (refugiada en 2007-2008). Me interesan los guionistas y documentalistas que están siendo perseguidos por su trabajo. Voy a lanzar una y es mexicana: Tatiana Huezo”.