Excélsior
El museo universitario entró en un proceso de remodelación que durará tres años y renovará sus salas y contenidos, como parte de los festejos por el 25 aniversario de su creación
CIUDAD DE MÉXICO.
El Universum Museo de las Ciencias de la UNAM iniciará en enero un proyecto de renovación en el contenido de sus salas, estrategias y herramientas de divulgación y en el diseño arquitectónico del edificio. La actualización se realizará en el marco del 25 aniversario del espacio que se celebró el 12 de diciembre pasado, y tardará entre dos y tres años con un presupuesto, en promedio, de 500 millones de pesos. Se quiere convertir al recinto en un lugar de inmersión científica, y no sólo de observación.
La intervención, explica en entrevista, se realizará de manera paulatina tanto en el interior de las salas como en el exterior del museo que se extiende en más de diez hectáreas dentro de Ciudad Universitaria y cuenta con 25 mil metros cuadrados construidos; de estos, 12 mil están destinados a exposiciones permanentes.
Se prevé que los trabajos finalicen máximo en tres años, y el costo será de 500 millones de pesos que aportará en un porcentaje la UNAM y otro se recaudará a través de un patronato del museo que iniciará actividades en enero. El objetivo es involucrar a la iniciativa privada no sólo en donaciones monetarias, sino también en especie, dice Guzzy.
La directora señala que es necesaria la remodelación del museo, fundado por José Sarukhán en 1992, por los avances de la ciencia y la tecnología, y, sobre todo, por la demanda del público. Reciben espectadores que, afirma, no se conforman con mirar maquetas o fotografías sino exigen una experiencia. Eso involucra divulgar temas científicos de manera distinta, por ejemplo con aplicaciones para dispositivos móviles, en laboratorios reales o convirtiendo al museo en un edificio sustentable.
Éste es uno de los principales objetos de la intervención: hacer del Universum un espacio de inmersión, dice la directora. Ello significa que la experiencia de entrar al museo sea más que la interacción con objetos, sino un intercambio de saberes. “La idea es comunicar la ciencia para fomentar vocaciones”.
El proceso de remodelación ya inició con la apertura de la nueva sala Imaginario Matemático, una exposición permanente que vincula conceptos matemáticos con el arte, equipos interactivos e imágenes. De manera simultánea se trabaja en la fachada y la explanada del edificio que se dotarán de sistemas ecológicos, por ejemplo captación de agua de lluvia y áreas verdes. Herramientas que no sólo promoverán en el visitante una conciencia ambiental, sino convertirán al museo en un espacio sustentable.
Para los siguientes meses se intervendrán las 13 salas de exposiciones permanentes, sin que el museo cierre. Éstas se dotarán con mejores herramientas tecnológicas como pantallas táctiles, computadoras e iluminación que respondan a las demandas del tema científico. Guzzy señala que muchos de los aparato nuevos se espera conseguir a través del patronato. “Estamos hablando de integrar nuevas aplicaciones, la automatización, la tecnología de realidad aumentada y realidad virtual, pero de manera equilibrada porque seguirá habiendo exposición de instrumentos presenciales”.
Mientras se instrumentaliza el museo, también se planea actualizar el programa educativo que, en general, está pensado en la divulgación de la ciencia para docentes y estudiantes. La intención es ampliar estas actividades a un público más familiar que es el principal durante los fines de semana. La directora refiere que se proyectan obras de teatro, musicales, conferencias, presentaciones editoriales y actividades lúdicas con temas científicos, y se suman más talleres para cualquier edad.
Con estas actividades educativas se pretende llevar la ciencia a la cotidianidad. Mostrar al público que en su vida diaria conviven con temas científicos. Por ejemplo, la sala sobre salud está enfocada en la sexualidad, pues se encontró que resulta de mayor interés y utilidad para los jóvenes. En el área de propiedades químicas de alimentos como el chocolate, se montó una exhibición sobre el cacao en la que se cuenta sus efectos químicos en el cuerpo como su propiedad antidepresivo.
En el caso de la nueva sala de matemáticas, se combinan los números con obras de arte contemporáneo y simulaciones con plataformas interactivas. Es el caso de los programas Imaginary: Surfer y Morenaments, dedicados al juego de cifras diseñados por expertos internacionales.