Karen Dehesa
Cada año llegan a nuestros océanos ocho millones de toneladas de basura plástica, dando como resultado un gran daño en la vida marina.
Cada año llegan a nuestros océanos ocho millones de toneladas de basura plástica. A este problema debemos sumarle los efectos del cambio climático, dando como resultado un gran daño en la vida marina.
Resistentes y de fácil dispersión, los plásticos navegan de polo a polo, donde las corrientes marinas han formado cinco áreas de gran concentración de microplásticos —conocidas como islas de plástico— en las zonas subtropicales de los océanos Índico, Atlántico y Pacífico.
México forma parte de la vanguardia en protección oceánica junto con varios aliados de América Latina, y puso en marcha una campaña a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para hacer un llamado a las personas e invitarlos a no utilizar uno de los plásticos más nocivos para el planeta y los animales marinos: los popotes.
Los popotes se utilizan para consumir bebidas frías o calientes. Los hay de forma recta, de periscopio para darle dirección al líquido, corrugado en la parte alta para poder doblarlo, y en espiral; pequeño si va integrado al recipiente, o como agitador para bebidas calientes.
Sin embargo, su uso tan efímero —20 minutos— contrasta gravemente con los 100 años que tarda en degradarse; muchos de ellos van a dar al mar afectando anualmente a un millón de aves, cerca de 100 mil mamíferos marinos, además de tortugas marinas.
Aquí te compartimos algunos datos acerca de este material tan dañino:
– El plástico es un material duradero que no puede biodegradarse.
– El 33% del plástico se usa sólo una vez y se desecha.
– En México, el 95% de los popotes que se utilizan no son reciclables.
– Un ser humano utiliza aproximadamente 38 mil popotes durante toda su vida.
– Las aves playeras confunden el plástico con alimento y ponen su vida en peligro.
– 99% de todas las aves marinas habrán ingerido algún tipo de plástico.