Aunque escribe también para adultos, el trabajo del autor cubano Nelson Simón para el lector infantil tiene cada vez mayor envergadura porque es un público muy necesitado de literatura y sostuvo que ésta "contribuye a su formación integral".
"Yo hago literatura que no aleja al niño de la realidad en que vive, literatura que conversa con él, que le muestra el mundo y lo hace convivir con respeto y responsabilidad, y que le ofrece armas contra los conflictos sociales, raciales y de identidad con los que habrá de luchar luego, cuando sea grande", aseveró el autor en entrevista con Notimex.
Durante su actual y breve estancia en México, Nelson Simón (Pinar del Río, Cuba, 1965) dijo que "la literatura tiene un componente formativo, por eso, al abordar la escritura infantil, lo hago consciente de ponerme en contacto con un interlocutor, un lector difícil con quien tengo enorme responsabilidad".
Entre las actividades que el autor cubano programó para su visita a este país, estuvo la presentación anoche en la Capilla Alfonsina, donde ofreció una charla y la lectura de su obra publicada, entre la que sobresale "Ciudad de nadie" (1992), "El peso de la isla (1994) y "Criatura de isla" (1996).
"Dentro de esa responsabilidad, procuro educar e inculcar el hábito del sano consumo de la lectura, porque a través de la lectura y la escritura, todo niño aprende a convivir con el mundo que le rodea y le ha tocado vivir", agregó el entrevistado, para subrayar que la suya es "una literatura de compromiso".
Desde su perspectiva de autor, dijo haberse percatado de que los niños de hoy son muy distintos a los del siglo XX. "Actualmente están involucrados con la modernidad y el despliegue tecnológico que ello representa. Llevan un ritmo de vida distinto al de años atrás, lo que exige un esfuerzo mayor del escritor".
Para el autor de "Con la misma levedad de un náufrago", "Para no ser reconocido", "A la sombra de los muchachos en flor" y "De la mala memoria y el verano", ese esfuerzo "se hace para poder comunicarse con ese lector que constantemente recibe otras muchas manifestaciones del entretenimiento".
El poeta, escritor para niños, director de la editorial Cauce y ganador de premios como el "Julián del Casal", Uneac 2000, Oriente de literatura infantil 2002, La Edad de Oro 2002 de poesía y 2007 de cuento, sostuvo que "hoy es más complicado llegar al lector infantil y, sobre todo, capturar su atención".
El mundo actual se ha convertido en una aldea visual, "de ahí que mucho de la literatura para niños se acompañe de ediciones que cada día son más cuidadas en su visualidad, debido a que se debe atrapar al lector infantil también con la imagen, además de la actualización de las temáticas que hoy se le presentan".
En ese sentido, manifestó que "los niños de hoy pertenecen a un siglo en el que el conocimiento está a su alcance con tocar una computadora y acceder a la Internet". Consecuentemente, dijo, "toda esa realidad exige hacer un esfuerzo mayor por parte de los escritores que se interesan en los infantes".
Sin embargo, reconoció, "no hay que dejar de utilizar la fantasía y la imaginación a la hora de hacer obras para niños, teniendo en cuenta que no debemos hacer una literatura que subestime la capacidad e inteligencia del pequeño lector; debemos ofrecer lecturas que generen crecimiento y alegría".
FUENTE: www.cronica.com.mx