La región de Calpulalpan fue habitada por los frailes franciscanos en 1525 y formó parte de la provincia del Santo Evangelio dependiente del Arzobispado de Texcoco. Se construyó el convento de San Simón y San Judas. El patrono de la parroquia es San Antonio de Padua cuya fiesta se celebra el 13 de junio.
La fachada de la iglesia presenta elementos de argamasa, con molduras y rosas góticas que recorren el arco de la entrada; también ostenta don torres con motivos barrocos del siglo XVIII y columnas salomónicas. El convento conserva los soportes de madera tipo toscano y en sus corredores ocho capillas. Y hornacinas con pinturas que muestran a diferentes santos integrados a una serie de motivos ornamentales del siglo XVIII.