México apuesta, en el último tramo del año, por mostrar su exposición de arte más ambiciosa en toda Asia en 2013 en el Museo de Arte de China, en Shanghái, donde espera dejar huella con una muestra de los pintores Benjamín Domínguez y Rafael Coronel y del escultor Jorge Marín.
"Esta exposición pretende ser el inicio de una relación cultural mucho más importante con China, sobre todo después de haber firmado la asociación estratégica integral por parte de nuestros presidentes" en junio pasado, explicó el cónsul general de México en Shanghái, Rolando García Alonso.
"Es una exposición que prestigia a nuestro país, porque muestra a tres de sus más grandes creadores contemporáneos en un lugar icónico para esta ciudad, que fue el pabellón de China en la Exposición Universal 2010", dijo, ya que de hecho el actual museo es uno de los edificios más emblemáticos de la Shanghái del siglo XXI.
El propio museo considera esta muestra como su "exposición temporal mejor lograda", aseguró, desde que trasladó en 2011 sus instalaciones, desde un edificio de 1933, en la céntrica Plaza del Pueblo, a su emblemática ubicación actual, una inmensa pirámide invertida roja inspirada en la arquitectura tradicional china.
La exhibición recorre la manera de abordar lo que es el ser humano por los pintores, con 17 cuadros de Domínguez y otros 12 de Coronel, y por el escultor Jorge Marín, con 21 obras, con lo que se recoge una muestra del arte mexicano de las últimas décadas, tras la generación artística conocida como la Ruptura.
"La perfección de las figuras, la simetría, el equilibrio, el uso de los espacios en las esculturas de bronce de Jorge Marín, contrasta con los retratos de colores bastante sobrios de Rafael Coronel, que tratan de reflejar tal vez un sentimiento de tristeza, de abandono", explicó García Alonso.
Por su parte, Domínguez "hace una mezcla maravillosa de la tradición barroca de México con el uso de colores dorados, plateados y filigranas muy bien trabajadas, que también tratan de dar un mensaje sobre lo que es el ser humano".
"Creo que los tres autores, desde un punto de vista distinto, muestran que el arte mexicano tiene una vitalidad muy particular y además con una propuesta de creación totalmente innovadora, y este mensaje, para los chinos, fue muy claro", aseguró.
García Alonso recordó que algunos estudiosos del arte chinos expresaron al visitar la exposición que "les llamaba la atención la melancolía que existe en cada uno de los cuadros, pero eso también, a la vez, con una fuerza muy importante".
De hecho, destacó, los técnicos del museo chino comprendieron tan bien el lenguaje de estas obras que Marín considera que el espacio dedicado dentro de su exposición a sus esculturas, la segunda de dos grandes salas, constituye por sí mismo una de las mejores exposiciones de obras suyas que ha tenido en toda su vida.
Una de las piezas de Marín será donada a la exposición permanente del museo y se quedará en Shanghái, como gesto de amistad bilateral.
La exposición, titulada "Trío: exhibición colectiva de arte mexicano contemporáneo", ocupará las enormes salas 15 y 16 del museo shanghainés durante tres meses, hasta el próximo 1 de enero.
Fuente: www.eluniversal.com.mx