Un grupo de científicos encontró en Alaska los restos de dos niños que datan de la última glaciación, un descubrimiento que los arqueólogos describen como los restos humanos más jóvenes pertenecientes a esa era hallados en Norteamérica.
Los restos tienen unos 11 mil 500 años de antigüedad y ofrecen indicios de cómo eran las costumbres de sepultura en esa época, reportó el martes el periódico Daily News-Miner.
Los científicos llevaban casi una década explorando una enorme duna de arena en una zona denominada Upward Sun River, al sudeste de Fairbanks. En el 2010, unos arqueólogos hallaron los restos parcialmente cremados de un pequeño de 3 años.
Los restos de los dos infantes fueron descubiertos el año pasado unos 38 centímetros (15 pulgadas) debajo de los del otro niño, en la misma zona. Los huesos están en buen estado de conservación y al parecer pertenecen a un niño que nació muerto y a otro que murió poco después de nacer. Los tres parecen haber fallecido el mismo verano, de acuerdo con investigadores.
Los infantes fueron enterrados con puntas de flecha de piedra y saetas. También se hallaron en el lugar huesos de salmón.
"Cada nueva pieza de información que recolectamos de Upward Sun y otros sitios muestra una economía de subsistencia sofisticada", dijo Ben Potter, investigador de la Universidad de Alaska, plantel Fairbanks, cuyo equipo dirigió la excavación. Potter detalla el hallazgo de 2013 en un reporte publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, indicó el diario.
Los infantes son claramente amerindios, de acuerdo con Joel Irish, investigador de la Universidad John Moores de Liverpool y participante del proyecto. Los investigadores esperan realizar análisis de ADN para determinar el género y si los bebés tienen parentesco, agregó.
Para el proyecto, los arqueólogos trabajaron con la Conferencia de Jefes Tanana —un grupo tribal— y con tribus locales para establecer reglas sobre el manejo de los restos.
El proyecto recibió el respaldo de Jerry Isaac, quien era presidente de la Conferencia de Jefes Tanana al momento de la excavación.
La alteración de entierros ancestrales es polémica, pero Isaac dijo que el conocimiento obtenido podría brindar importantes enlaces a la historia de los indios atabascas. En particular le interesan las prácticas de subsistencia de sus ancestros.
"La razón por la que personalmente la apoyé es curiosidad y para probar que nuestras dietas nativas tienen relación con nuestra salud y bienestar", dijo.
Aún hay mucho más trabajo por hacer en el sitio de la excavación, de acuerdo con Potter.
Fuente:www.jornada.unam.mx