Por: Edith López
De los vehículos descendían mujeres elegantemente vestidas: zapatillas de tacón de aguja, en su mayoría vestidos negros, blancos, uno que otro de color rojo, verde, morado o plateado con adornos brillantes. Los varones vestidos de traje o guayabera, pocos portaban un sombrero adornado con pluma, zapatos de charol, blanco y negro y aunque eran pocos, se distinguían por su porte. Pareciera que con la noche el tiempo retrocediera para revivir los tiempos del salón México en el baile de gala del 5to. Encuentro Nacional del Danzón.
En el domo, el escenario estaba listo para que las danzoneras, Alma de Veracruz y Acerina interpretarán las clásicas piezas de un género que pareciera en extinción y que sin embargo, no deja de latir. “Nereidas” pareció encender los ánimos, los varones se acercaron a las damas ofreciendo su mano en señal de invitación a bailar llevándolas a la pista y esperar los acordes adecuados para interpretar los primeros pasos. Despacio, pasos cortos, pausados, giros marcados por el ritmo, la cadencia. La mano del varón posada con delicadeza en la cintura o espalda de la dama para guiarla con firmeza en las ejecuciones. Ellas posando una mano en el hombro y la otra en la mano del varón, se desplazan siguiendo el ritmo, marcado con el movimiento delicado y sutil de la cadera, disfrutando con cada respiro las notas musicales, en la mano derecha los abanicos.
Como en los salones de baile unidos por la pasión del danzón los danzantes se hacen uno en la pista, intercambian parejas, sonríen, coquetean, se comunican a través del movimiento y entre ellos se distinguen no solo los que bailan sino los que respiran y transpiran este género, para quienes transmiten sentimientos, sensaciones, emociones, el danzón es la vida. Como Daniel Rodríguez de la agrupación danzoneros de la estrella quien ganara junto con su pareja el estímulo de 10 mil pesos, al respecto comentó “Es un sentimiento, es una emoción, tristeza, alegría, es un medio expresivo, la verdad para mí me mueve todo el cuerpo desde lo familiar, lo sentimental con mi pareja, es mi novia a punto de casarnos, mis papás bailan, para mí eldanzón lo es todo”
La celebración continuó, la noche del 4 de julio en el domo blanco del recinto ferial de Tlaxcala donde el tiempo pareciera retroceder por una noche en el encuentro de familias danzoneras de Veracruz, Distrito Federal, Hidalgo, Tlaxcala. Todos unidos por una pasión.