Este fin de semana se llevó a cabo la tradicional “La Noche que nadie duerme”, en el pueblo mágico de Huamantla, una tradición que existía desde el siglo XIX, donde se muestran complejos diseños confeccionados con aserrín pintado, flores, y semillas, para el paso de la Virgen de la caridad y el deleite del pueblo tlaxcalteca. Espectáculos en calles: El 14 de agosto, es más que la noche que nadie duerme; es la organización de una comunidad en pequeñas comisiones unidas por la devoción, la fe, manifiesta hacia la Virgen de la Caridad. Yo soy testigo de esto de los tapetes desde 1941 que salió la primera procesión, en 1941 y 42 no se hicieron tapetes, nada más la gente arrojaba pétalos de flor al paso de la Virgen, ya en el 43 es cuando se hace el primer tapete muy angosto claro no al ancho como se hacen ahora y muy sencillo y lo recuerdo porque fuimos acólitos del Santuario y en secundaria todavía cargábamos los ciriales y fue mi despedida en 1943 con la alfombra, los tapetes. En el transcurso del día se ve por las calles el transitar de procesiones provenientes de diferentes puntos del país, su llegada a la basílica de la Caridad. Devotos de la Santísima Virgen ofrendando flores, cantos, rezos o su danza. Esa procesión se hizo porque la cofradía de nuestra señora la Virgen de la Caridad, fueron 3 personas, recuerdo a: don Miguel Montiel Olivares que era el presidente, doña Catita Corona, a mi tía Lolita Sánchez, fueron a hablar con el Presidente Manuel Ávila Camacho, general y él verbalmente les dio el permiso que volvieran a sacar su procesión como lo hacían antes de la revolución Tradición que existía desde el siglo XIX, ahora las flores se transformaron en complejos diseños confeccionados con aserrín pintado con anilinas, flores, semillas, diamantina en ocasiones. Diseños que retoman el códice de fundación de la ciudad de Huamantla, rosas, grecas, pavoreales o la imagen de la Virgen. Se supone que la virgen fue tallada en Córdoba de ahí la traen en una barca a través del río Guadalquivir hasta San Luca de Barrameda, de ahí se embarcan para traer la imagen, que fue la segunda imagen que se talló de la Virgen de la Caridad, la primera está en San Luca de Barrameda y esa es la segunda que se talla En el kiosco Vaddir Títeres presenta su obra de caperucita roja, frente al museo de la ciudad, Frida se pasea para invitar a los transeúntes a la proyección del cortometraje, la dama del tiempo reúne a su alrededor escuchas atraídos por las leyendas, en el escenario instalado frente al portal, diversas agrupaciones se presentan como La Floresta para divertimento de los visitantes mientras esperan la salida de la Virgen (ráfaga musical la floresta –la bamba-). Antes solamente había una imagen de la virgen de la Caridad en su Santuario y ahora en esos 39 pueblos que le comento y varios barrios más tienen una reproducción de la Virgen y además en honor a ella se hacen peregrinaciones tambié. Después de la tradicional misa celebrada en honor a la Virgen se oye el repicar de campanas, los fuegos artificiales se miran en el cielo, la multitud se acerca, las damas que con su atuendo tradicional acompañan a la virgen forman una valla, abren un espacio, todos quieren estar cerca al paso de la Virgen de la Caridad, quien es subida a su carruaje y empieza su peregrinar por las calles de Huamantla, 40 cuadras que recorre entre cantos, rezos, porras. Los tapetes confeccionados para su transitar llegan a su fin, miles de personas además de la imagen los han pisado, rápidamente son barridos y levantados; su belleza se fue, no importa, el objetivo se cumplió. La fe, y la esperanza se renueva, se espera el siguiente año para volver a asistir a la Noche que nadie duerme, mientras tanto, la devoción se seguirá mostrando hasta el último día de agosto en que la elaboración de alfombras en la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad llegue a su fin.