Durante la última etapa de la guerra de Independencia, este capitán insurgente recorrió los caminos que lo llevaron a Iguala y al famoso puerto Acapulco. ¡Sigue sus huellas al sur del país!
PARADA 1. IGUALA, GUERRERO
Para 1820 Vicente Guerrero era un general conocido, alabado por muchos y temido por otros. Su ejército era una fuerza respetable y su hegemonía no se limitaba a los cerros y a las barrancas, sino se extendía por todo el sur. Mientras, la otra cara de la moneda, Agustín de Iturbide, era uno de los generales más importantes del ejército realista y había hecho su fama persiguiendo a los insurgentes. Con este panorama llegó 1821, cuando Iturbide decidió ponerse del lado de los insurgentes a raíz de El Plan de la Profesa, que estaba en contra de la promulgación de la Constitución de 1812.
Comenzaron los ires y venires de las cartas entre Guerrero e Iturbide, hasta que Guerrero, haciendo a un lado su orgullo y gloria, le cedió a Iturbide el mando del ejército independiente. De esta manera se realizó uno de los actos más heroicos en nombre de la patria, pues sin más garantía que la palabra de honor de Iturbide, Guerrero se puso a las órdenes de quien había sido su más encarnizado enemigo.
El segundo encuentro entre ambos jefes se efectuó en el pueblo de Iguala donde Agustín de Iturbide, el 24 de febrero de 1821, publicó El Plan de Iguala, que contenía tres ideas esenciales: la conservación de la religión católica; la independencia bajo la forma de gobierno monárquico moderado; y la unión entre todos los mexicanos, sin importar su origen o raza. Estos puntos son mejor conocidos como las tres garantías (religión, independencia y unión) de los cuales tomó el nombre el Ejército Trigarante.
Según las crónicas de la época, José Magdaleno Ocampo, sastre de Iguala, elaboró la primera bandera del México Independiente. Su diseño estaba dividido en tres barras diagonales de colores: blanco (religión), verde (independencia) y rojo (unión), con una estrella dorada en el centro de cada barra, y una corona en el centro del lienzo. Por eso, en la plaza principal se ubica el recién restaurado Museo de la Bandera. Tiene un espacio dedicado a la historia de nuestro lábaro patrio, así como un santuario para rendirle homenaje. Otro orgullo para Iguala es contar con el asta bandera más grande de Latinoamérica ubicado en la cima del cerro Tehuehue; mide 113.14 metros, pesa 250 kilogramos y tiene una dimensión de 28.80 x 50 metros.
3 imprescindibles
1. Parque la Alameda. Un cálido lugar para descansar bajo la sombra de los árboles. Con un poco de suerte serás espectador de obras teatrales o podrás adquirir ollas de barro.
2. Laguna de Tuxpan. Tiene poca vegetación y está alejada del ajetreo cotidiano. Aquí da un paseo en lancha y prueba gastronomía. Está a 10 minutos de Iguala.
3. Centros joyeros. Conocida como “La ciudad del oro”, en sus establecimientos hay hermosas piezas a todos los precios, con una gran muestra de accesorios.
Sabías que...
Cuando el padre de Vicente Guerrero fue a buscarlo para convencerlo de aceptar el indulto, Guerrero le contesta con voz fuerte para ser escuchado por sus soldados: “¿veis a este anciano respetable? Es mi padre, viene a ofrecerme empleos y recompensas en nombre de los españoles; yo le he respetado siempre, pero mi Patria es primero".
Cómo llegar
En automóvil: Autopista 95 y carretera federal 95.
PARADA 2. ACAPULCO, GUERRERO
De ambiente cosmopolita y siempre festivo, este destino fue un sitio destacado en la lucha de Vicente Guerrero, en especial el Parque Nacional El Veladero, durante la guerra de Independencia.
El Veladero rodea prácticamente al puerto de Acapulco, y fue creado por decreto en 1980 con el objetivo de mejorar el entorno ecológico de la ciudad. Caminar entre la vegetación selvática permite contemplar algunos animales en su hábitat natural, como las aves canoras, el águila pescadora y las iguanas.
El paisaje invita a imaginar el viejo Acapulco, el histórico, el puerto al que arribaba la Nao de China, donde se libraron batallas en contra de los piratas. Sin olvidar los enfrentamientos entre realistas e insurgentes en el cerro del Veladero, cuando el general José María Morelos, en su intento por tomar Acapulco, se apoderó del monte apoyado en sus mejores hombres, los hermanos Bravo y Vicente Guerrero.
Los insurgentes acamparon en el cerro y enviaban pequeñas incursiones hacia el puerto desde noviembre de 1810 hasta el día de la toma, 30 de abril de 1811. A partir de entonces, el cerro del Veladero se convirtió en un lugar de descanso y de organización para las tropas insurgentes. Muestra de ello fue cuando planearon la toma de Chilpancingo y Tixtla, cuna de Vicente Guerrero, quien le explicó al general Morelos lo necesario para el combate. Después planearon los ataques y salieron al día siguiente del campamento.
A la vanguardia iba el Regimiento de Guadalupe al mando de Hermenegildo Galeana, y al frente, el capitán Vicente Guerrero; les seguían los demás jinetes en cuyo centro cabalgaba Morelos, envuelto en su poncho blanco, custodiado por los hermanos Bravo y Ávila. En ese momento, Guerrero, de 28 años, era capitán de milicias.
5 imprescindibles
1. Paseo por la costera. Es el corazón de la ciudad. A lo largo de la avenida hay un sinfín de tiendas, restaurantes, bares y una amplia vista del mar.
2. Parque Papagayo. Dentro hay atracciones mecánicas, go-karts, pista de patinaje y muchas diversiones. Es ideal si viajas con niños.
3. Fuerte de San Diego. Es el monumento más importante del puerto. En su peculiar forma de estrella se aloja el Museo Histórico de Acapulco.
4. Casa de la Máscara. Alrededor de mil piezas, de las siete regiones del estado, se exhiben en este recinto; las hay decorativas y las utilizadas por los danzantes.
5. Playas. Más de diez opciones para sentir las aguas del Pacífico, con diferente oleaje, brisa y actividades acuáticas.
Conoce más
Guerrero estaba en el puerto de Santa Cruz Huatulco cuando recibió la invitación de un viejo conocido, el capitán Francisco Picaluga, para abordar su buque y tomar una copa en playa La Entrega. Una vez arriba, cuenta el propio Guerrero: “Picaluga me informó que era su prisionero”. Era enero de 1831, apenas hacía una década de haberse jurado la Independencia de México. Fue llevado a Villa de Cuilapan donde fue fusilado el 14 de febrero de 1831.
Sabías que...
Guerrero era poseedor de un gran sentido de la orientación, guiado por el vuelo de las aves, el paso de algunos insectos y la posición de los astros; predecía los cambios atmosféricos a fin de ordenar las marchas y trazar el mejor camino para sus recuas.
Cómo llegar
En automóvil: Autopista 95 y carretera federal 95.
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