A través del ADN mitocondrial de las telarañas, científicos estadunidenses pudieron identificar a la especie de araña que la tejió y lo que comió, incluso semanas después de haber atrapado a sus presas.
Las telarañas guardan información vital de este tipo de insectos sin necesidad de capturarlos, afirman investigadores de la Universidad de Notre Dame, en Indiana, quienes estudiaron muestras de la red tejida por arañas viudas negras.
De manera exitosa, los científicos dirigidos por el doctor Charles Xu extrajeron, amplificaron y secuenciaron el ADN mitocondrial de telarañas hechas por tres arañas viudas negras (Latrodectus spp.), que pertenecen al zoológico de Potawatomi, en Indiana.
“La tela de araña es una fuente ideal de material genético no invasivo para las arañas porque sus redes pueden ser encontradas y recogidas sin necesidad de capturarlas”, escribe el doctor Xu en un artículo en la revista PLoS ONE.
Añade que la mayoría de las arañas son pequeñas, móviles y escurridizas, mientras que las telas son relativamente grandes, inmóviles y claramente visibles.
La telaraña contiene el ADN de la araña y conserva muestras del material genético de la presa que más tarde comió, rastros que fueron detectables hasta por lo menos 88 días después de que ambos organismos vivos ya no estaban presentes en la red.
“Estos resultados pueden alentar nuevos estudios que podrían conducir a aplicaciones prácticas en la investigación para la conservación, el manejo de plagas, estudios de biogeografía, y evaluaciones de la biodiversidad”, estiman los investigadores.
Sin embargo, se necesitan pruebas adicionales de telarañas recogidas en el campo de más especies y hábitats para evaluar la generalidad de estos resultados, consideran.
Las pegajosas telarañas son muestras de ADN naturales, porque además atrapan insectos y otras cosas que llegan a la red con el viento, lo que permitiría incluso un potencial y amplio monitoreo ambiental porque las arañas las construyen en muchos lugares, señalan.
El ADN en la telaraña parece ser una herramienta prometedora con amplias aplicaciones, por lo que este estudio representa la primera demostración de que es una importante fuente de material genético, destacan los científicos.
En el pasado, la identificación de las arañas se ha basado en la morfología, especialmente mirando sus genitales porque son muy diferentes entre las diversas especies, lo cual ha propiciado una gran cantidad de errores.
Fuente:www.jornada.unam.mx