telefono-en-cabina

al-aire

  • Portada
  • Acerca de
    • Historia
    • Perfil
    • Misión y Visión
    • Mapa de cobertura
    • Directorio del personal
  • Producciones
    • El Especial
    • Hablemos D
    • Caminar Femenino
    • El Sillón de la Imaginación
  • Culturay Espectaculos
  • Lanzamientos
  • Galerías
  • Enlaces
  • Contacto
  • Defensor

Cultura y Espectaculos

Mi película favorita

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 22 Febrero 2016 Visto: 2967

peliculaMartín Roberto Alexander. Algarabía.
Casi nadie puede contestar fielmente cuando le hacen la pregunta de cuál película —de todas las que ha visto en su vida— es su favorita.
Para contestar con veracidad, el cuestionado tendría que bucear por largo tiempo dentro de su memoria, en sus imágenes más recónditas, y hacer un recuento exhaustivo, que va desde las películas de Disney que vio en su más remota infancia hasta la que vio ayer, la revelación del cine de arte, la de un actor o actriz de moda, la de «a colores y sin mensaje» y hasta la de miedo, horror, suspenso, guerra, violencia, amor o risa, para saber cuál de todas es su favorita.
Ante la pregunta —un poco tonta y, más que nada, absurda—: si te fueras a una isla desierta y sólo te pudieras llevar una película, ¿cuál sería?, la gente —tanto los cinéfilos como los que no lo son— suele buscar entre ese universo, que en ese momento parece infinito, su mejor opción, sin dar con ella y, acto seguido, contestando por contestar, unos se van al lugar común —alguna que seguro a todos les parece buena elección—, como El padrino. Porque nadie se puede quejar de El padrino, porque El padrino es El padrino y porque Coppola es, y siempre será, Coppola; Marlon Brando es Marlon Brando; Al Pacino es Al Pacino y Robert de Niro es Robert de Niro, sin mencionar que Robert Duvall, Andy García, James Caan y Diane Keaton son quien son y muy pocos pueden poner en tela de juicio su talento. Y, sobre todo, porque nadie que haya visto —e incluso quien no haya visto— El padrino I, II y III puede negar que la saga es «grande».
Otros más dan el nombre de alguna de las más recientes o más famosas, alguna ganadora de Óscares y premios —porque nos hacen quedar bien. Algunos otros —sobre todo aquellos a los que se les ha hecho la pregunta ya varias veces y han tenido oportunidad de pensarla— se van por los clásicos, aquellas películas que han hecho del cine lo que es y que también resultan elecciones «políticamente correctas».
Hay otros que, al creerse más «eruditos» o al considerarse cinéfilos, han hecho la reflexión de su película favorita con mayor detenimiento y, entonces —cayendo quizás en el lugar común del gremio del que se creen parte—, sacan a relucir a directores de culto, películas raras y «poco conocidas», y cine de arte.
Y podríamos seguir citando casos y elecciones con los que muchos coincidiríamos y otros tantos nos sorprenderíamos, porque el cine da de todo y para todos: el séptimo arte es muchas cosas y depende de cómo se le vea y en qué etapa de nuestra vida estemos para que nos guste una u otra película, una u otra actriz, uno y otro director.
Una película que pudo ser nuestra favorita en una época, puede repugnarnos tiempo después, porque no cabe duda que, como decía Heráclito, somos como el agua del río y estamos siempre cambiando. Esto nos pasa todo el tiempo, y está bien, porque así podemos disfrutar muchas películas según nuestro devenir, según lo que nos esté ocurriendo en ese momento; ya lo decía Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mi circunstancia», y si ésta cambia, cambian nuestros gustos o necesidades, lo que queremos y lo que buscamos. Borges afirmaba que «un libro tiene tantas interpretaciones como lectores» y se corregía diciendo: «Más bien como lecturas, porque no somos siempre los mismos».

 

Todo queda en familia: Los Simpson

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 22 Febrero 2016 Visto: 3441

simpsonCarlos Bautista Rojas. Algarabía.
¿Habrá alguna persona en el mundo urbanizado que no haya visto nunca alguno de estos amarillos personajes? ¿Habrá alguna situación terrenal que no haya sido emulada en esta serie cuya constante es la ironía?
Habrá alguna persona en el mundo urbanizado que no haya visto nunca alguno de estos amarillos personajes? ¿Habrá alguna situación terrenal que no haya sido emulada en esta serie cuya constante es la ironía? ¿Qué decir de esta familia arquetípica sin caer en el lugar común? He aquí un intento por describir esta serie televisiva que lleva 23 años al aire —y contando.
Que no me importe no significa que no entienda.
—Homero Jay Simpson

Enero de 1998. Ciudad de México. Casa de Alvarado, Coyoacán
Octavio Paz revisa y hace correcciones a los textos que integrarán su última biografía. De pronto, el maestro pregunta la hora con preocupación. Le dicen que son cerca de las 7. Pide por favor que le prendan la televisión. Al minuto, el hombre que parecía consumido por el cáncer, se voltea de la risa con las ocurrencias de un Homero obeso que trabaja desde su hogar.
—¡Ah, qué bonitos!, viendo Los Simpson... —reclama la responsable del libro que se ha aparecido de pronto.
—¿No te gustan? —pregunta el poeta.
—Prefiero verlos en inglés... —contesta con desdén la señora malhumorada.
—De lo que te pierdes —rebate el Nobel de Literatura—: nos resumen.
¿Quién sino el ensayista más riguroso en español podría sintetizar la esencia de Los Simpson con dos palabras?
Cuando se intenta describir a estos amarillos personajes —que ya forman parte del imaginario colectivo—, se cae en obviedades como: «son una crítica a la sociedad estadounidense», «son irreverentes», «son una burla la típica familia americana», «son la familia disfuncional por excelencia...», entre otros lugares comunes.
La vida en el infierno
Para comprender por qué Los Simpson son como son, hay que remontarse a los años 70, cuando un joven Matthew Abram Groening —quien nació en Portland, Oregon, en 1954— comienza a dedicarse a la ilustración por influencia de su padre. En 1977, Matt, como firma sus dibujos, publica La vida en el infierno —Life in Hell—, un «pasquín» que muestra las aventuras de Binky, un angustiado y depresivo conejo. Este cómic le sirvió para desahogar la presión y el estrés mientras trabajaba en una tienda de discos en Los Ángeles.

A pesar de que Matt sólo distribuía La vida en el infierno por medio de fotocopias, en menos de un año se incluyó una historieta suya en la revista Wet, que, aunque el nombre invita a imaginar contenido erótico, en realidad se trataba de una publicación bimestral que promovía productos para bañarse.
En 1980 los cartones de La vida en el infierno comenzaron a publicarse cada semana en Los Angeles Reader, donde Groening también comenzó a trabajar: primero como linotipista, luego como ilustrador incidental y al final como crítico musical.

El amor es el infierno
Para 1984, Groening quería producir una miniserie de 13 capítulos con los mismos personajes de La vida en el infierno, pero el proyecto terminó convirtiéndose en un libro: El amor es el infierno —Love is Hell—, del que pronto se vendieron más de 22,000 ejemplares en sólo dos ediciones. Con el dinero obtenido se asoció con su entonces novia Deborah Caplan y juntos formaron la Life in Hell Co., para producir y comercializar las historietas de Groening en tazas, camisetas y más libros.
Hacia 1982, James L. Brooks —productor de Hollywood— recibió como regalo un ejemplar de La vida en el infierno y desde entonces se hizo seguidor del cómic, que para entonces ya se publicaba de forma independiente. En 1985 Brooks contactó a Groening para que éste adaptara La vida en el infierno a la televisión en animaciones cortas. Matt, temeroso de que con la sociedad televisiva de sus personajes pudiera perder los derechos de comercialización, prefirió ofrecer algo nuevo.
Sigue el camino amarillo
Aquí empieza el camino más escabroso para quien intente adentrarse en la historia de Los Simpson, pues sus creadores, la serie y los millones de fanáticos, han difundido infinidad de rumores y mitos alrededor de cada detalle de producción, de los invitados especiales y de las historias que hay detrás de los nombres y de la «biografía» de cada personaje.
Se dice que el mismo día que Matt Groening iba a presentar su «proyecto» a James L. Brooks, mientras esperaba en el vestíbulo, comenzó a bocetar los nuevos personajes para la serie animada que le pedían.

Groening entregó sus bocetos básicos a los animadores y supuso que el trazo de los personajes sería mejorado durante la producción; pero se conservaron sin modificaciones y Los Simpson tuvieron una apariencia burda durante los 48 cortometrajes —que oscilan entre los 30 y 90 segundos— que se transmitieron a partir del 19 de abril de 1987 en The Tracey Ullman Show.

El último corto de Los Simpson —así, en español, como entona hasta la fecha el coro que da apertura a la serie, pues más tarde se cambiaría su nombre a The Simpson— se transmitió el 14 de mayo de 1989; para entonces los productores ya habían decidido convertir los cortos en una serie animada.
«Gracias por haber venido. Smithers, suelte a los perros».
—Sr. Burns

Un regalo de Navidad
Aunque los productores estaban muy nerviosos por cómo la audiencia recibiría una serie animada de 20 minutos de duración, además tuvieron problemas para tener el «programa piloto» a tiempo —mismo que se transmitió hasta el final de la primera temporada—, se animaron a dar a conocer a esta familia ictérica con un especial de Navidad: Simpsons Roasting On An Open Fire, el 17 de diciembre de 1989.

El éxito fue inmediato y rotundo: de todo el mundo llegaron solicitudes de copias del programa a la compañía Fox, quien no se daba abasto para cubrir la demanda. Lo que en origen fue un corto «de relleno», de pronto se convirtió en un fenómeno de masas.
Uno de los secretos del contenido de la serie fue que los creadores firmaron un convenio con la productora de que ésta no podía interferir ni censurar los temas ni el lenguaje empleado. La empresa fue la primera beneficiada de ello, pues Los Simpson fue su primera producción en colocarse en las 30 series más vistas de la historia.
«Niños, los llevaré al lugar más feliz de la Tierra: ¡Tijuana!»
— Krusty el payaso

Las buenas conciencias

Por supuesto, las muestras de rechazo tampoco se hicieron esperar. Bart Simpson, el rebelde por antonomasia, y quien siempre quedaba sin castigo sin importar lo que hiciera, se convirtió en el emblema de «todo lo que buen niño estadounidense no debe hacer»: se prohibió en las escuelas que los niños llevaran algún Simpson en sus cuadernos, mochilas o en su ropa.
Paradójicamente, eso mismo disparó la venta y la promoción de los amarillos personajes, pues se volvieron sinónimo de «lo prohibido» e incluso de lo «alternativo».
«Un reactor nuclear es algo muy parecido a una mujer: sólo tienes que leer el manual y apretar los botones correctos.»
— Homero

A pesar de su «irreverencia», las primeras dos temporadas tenían connotaciones religiosas muy evidentes y el final de cada capítulo tenía cierto tono moralista o incluso aleccionador —una «decisión meditada»— que hacía ver todas las bromas y comentarios «políticamente incorrectos» como incidentales.
Gracias a este «salto» en los contenidos de la televisión abierta por medio de una serie animada —pues se da por hecho de que si son caricaturas, «son para niños»—, surgieron infinidad de series de otras productoras que deseaban emular el éxito de Groening; otros sólo buscaban ofrecer un punto de vista más crítico y sin pudor —como South Park, creada por Trey Parker y Matt Stone en 1997, y cuyos contenidos rayan en lo ofensivo y, según las «buenas conciencias», en lo pornográfico.

«¡Operadora, déme el número del 911!»
— Homero

Altas y bajas
No todo ha sido miel sobre hojuelas en los más de 20 años que se ha transmitido la serie, pues la calidad de los capítulos empezó a decaer cuando la trama principal de la serie dependía por completo de los «artistas invitados»: grupos de rock o actores de cine —que llegan a casi un centenar y cuya variedad va de Mel Gibson a Stephen Hawking—, y de que su sentido del humor se volvió más simplón y empezaron a ser menos irónicos y más predecibles.
Sin embargo, en 2007 los creadores participaron en la gran huelga de guionistas de TV y, a partir de que mejoraron sus condiciones de trabajo, a veces lo hicieron los contenidos y las temáticas del programa.
Aunque Los Simpson. La película (2007) obtuvo más de 500 millones de dólares en taquillas, no aportó gran cosa a la historia y, para muchos, sólo fue un capítulo convencional de dos horas. ¿Será por eso que Homero dijo al inicio de ésta: «Mira a todos esos tontos: pagaron un boleto por ver algo que pueden ver gratis en TV».
«Confunde y vencerás»
La misma serie se ha encargado de difundir datos falsos alrededor de sus orígenes y sus creadores; por ejemplo —en la temporada siete—, Matt Groening se presenta a sí mismo como un anciano calvo, tuerto y malhumorado. No son constantes en la información que se presenta, lo cual forma parte de que lo primordial es el humor y, si es necesario ser inconstante con los datos de los personajes, son cambiados cada tanto.
«Un espíritu noble engrandece al más pequeño de los hombres.»
—Jeremías Springfield

Tal vez la broma más recurrente sea la «ubicación real» de la ciudad de Springfield, pues existen 16 ciudades con ese nombre sólo entre Oregon y Massachusetts —lugares de origen de Matt Groening y del guionista Mike Scully, respectivamente— y, siempre que está por representarse en algún mapa, alguien pasa «por casualidad» y jamás es posible saber en qué parte de los ee.uu. está ubicada, aunque una vez se menciona que se encuentra cerca de Washington D.C.; aunque la dirección postal del Sr. Burns es Springfield, New Jersey.
Springfield celebró su Aniversario 200 en la temporada 7, en la que se revela que el «heroico fundador», en realidad había sido un pirata asesino y cuyas proezas —como las de casi todos los héroes inventados por los ee.uu.—, sólo son un pretexto para que la población tenga algún ejemplo moral o alguien en quien creer.
De acuerdo con esta «incongruencia» en la historia, los Simpson viven en Avenida Siempreviva —Evergreen Terrace—, cuyo número a veces se presenta como 1094 o 742. Su teléfono es: (939) 555 0113, cuyo código de área correspondía en realidad a Puerto Rico, mismo que fue cambiado en 2001 por el 787. El código postal de la ciudad es el 80085, pero éste no existe en los ee.uu. De existir, estaría localizado en algún punto de Colorado. Pero en el capítulo 20, Lisa afirma que viven en el estado de Iowa.
Lo cierto es que varios de los lugares referidos en la serie —la planta nuclear, la estatua de Jeremías Springfield, el bar de Moe, entre otros— están basados en sitios reales que Groening conoció a lo largo de su trayectoria, así como los personajes que lo han vuelto un autor de culto, pues todos tienen relación con sus familiares, salvo Bart Simpson, quien representa a Groening de niño.
❉❉❉
Los fanáticos reclamarán que faltan infinidad de datos y referencias, pero, ¿qué más decir sobre algo que puede verse ahora mismo en la TV, casi a diario y en diversas horas?
«Cerveza: la causa y la solución a todos los problemas.»
—Homero
El autor de esta nota, cada que necesita contar una anécdota o describir una situación de forma precisa, recurre a una escena de Los Simpson y gracias a eso se ahorra palabras innecesarias —e incluso la anécdota misma—. Síganlo en twitter como @alguienomas

 

Celebran a Miguel León-Portilla, pensador universal y humanista

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 22 Febrero 2016 Visto: 3027

portillaEl historiador llega este día a los 90 años, de los cuales 60 ha dedicado a la academia
La UNAM rinde homenaje
Colegas, amigos y familia lo elogian y festejan
Sus obras son trascendentales: Matos Moctezuma
Espléndida figura de nuestra cultura, afirma Poniatowska
Periódico La Jornada
El historiador, lingüista y máximo experto en filosofía náhuatl don Miguel León-Portilla cumple 90 años este día y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su alma máter, le rinde un homenaje desde las 10 horas en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario.

La Jornada recoge el júbilo de sus colegas, amigos, alumnos, esposa e hija, en torno de esta celebración:

Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo

El reconocimiento a don Miguel León-Portilla es más que merecido. Sus investigaciones sobre el México antiguo y del indígena actual son extraordinarias. Sus obras han sido realmente trascendentes a escala nacional e internacional. Su libro Visión de los vencidos, una crónica basada en escritos indígenas que narran los acontecimientos durante la Conquista española, es quizá, el volumen más conocido de don Miguel, el cual ha sido traducido a 16 idiomas.

En dicho volumen, León-Portilla le dio la palabra al indígena, a quienes les fue arrebatada al momento de la Conquista. Con ello también da a conocer su forma de pensamiento y de vida, lo que es muy valioso. Igual de importante es su libro Filosofía náhuatl, el cual sirvió para su tesis doctoral. Ante las críticas, Miguel demostró que las comunidades indígenas tenían su propia visión filosófica del universo.

Además de ser un extraordinario investigador, con una obra muy amplia, es también un gran formador de nuevos cuadros de investigadores. Él siempre ha comentado que fueron dos sus grandes maestros: el padre Ángel María Garibay, quien lo formó sobre todo en el aspecto de la lingüística náhuatl, y el otro es el reconocido antropólogo Manuel Gamio. León-Portilla, cuando era joven, trabajó en distintos proyectos con Gamio; conoce muy bien su obra. Luego de que Miguel tomó su propio camino, ha podido llegar a horizontes muy amplios para bien de la investigación del mundo prehispánico y del indígena actual. Es una persona a la que uno puede acercarse con cualquier duda y él estará siempre presto a tratar de responderla. Es un hombre abierto y muy amable, entregado totalmente a la investigación y a la docencia, además es un hombre con un gran sentido del humor. El homenaje que ahora le rendimos es un reconocimiento múltiple de distintos académicos a él, que es un ejemplo a seguir. Miguel León-Portilla no sólo nos enseña a través de su obra, sino que nos enseña con su ejemplo como investigador.

Elena Poniatowska, escritora y periodista

Mi amigo y extraordinario dibujante y grabador Alberto Beltrán solía invitarnos a comer a Miguel León-Portilla y a mí a un restaurancito al lado de Las Cibeles, y así conocí al autor de Visión de los vencidos. En esa época, quien más sabía de la filosofía náhuatl era el padre Ángel María Garibay K. Hoy don Alberto Beltrán, además de haber fallecido en 2002, es un artista olvidado. Ilustró muchos de los libros de León-Portilla, Gutierre Tibón, Ricardo Pozas (Juan Pérez Jolote) Agustín Yáñez, Rómulo Gallegos, Víctor von Hagen y otros intelectuales. Quiso y admiró a Miguel después de haber admirado a Ángel María Garibay. Hoy, cuando León-Portilla cumple 90 felices y fructíferos años, convertido en una espléndida figura de nuestra cultura, es también bueno recordar al humilde muchacho de morral y cuaderno de apuntes que lo acompañó y defendió como él a los indios.

Patrick Johansson, investigador e historiador

Miguel Léon-Portilla de sus 90 años lleva 60 de vida académica. Extraordinariamente fecunda en términos de investigación de la historia nacional. También, el trabajo que hizo sobre el México indígena prehispánico, colonial y contemporáneo. No hay que olvidar que Miguel fue un indigenista militante, en lo que concierne a la cultura, pero también para la reivindicación de los derechos indígenas y a vivir según sus tradiciones, usos y costumbres.

Algo muy importante es que Miguel León-Portilla fue discípulo del padre Ángel María Garibay. Trascendental en su vocación porque encontró un mentor que era canónigo de la Basílica de Guadalupe, muy religioso, pero en términos culturales también era un gran sabio e hizo que Miguel aprendiera la lengua de los aztecas.

Son 60 años de la publicación de La filosofía náhuatl, que fue un parteaguas dentro de los estudios hispanoamericanos tocantes a los indígenas. Trae elementos de enseñanza extraordinarios, contra los que pensaban que los antiguos mexicanos no podrían haber tenido un pensamiento filosófico porque eran un pueblo prelógico, que no habían conocido la escritura alfabética. Una sarta de tonterías. Miguel comprobó en este libro que el pensamiento indígena precolombino estaba a la altura de cualquier civilización del Mediterráneo; comparable con los antiguos griegos y latinos.

Miguel León-Portilla es el lazo de unión entre un mundo precolombino desconocido. Hoy hay más libros y artículos sobre el tema, pero yo creo que sus textos son los que permiten a los mexicanos adentrarse en el pensamiento profundo, no solamente en la historia, del mundo prehispánico, y en el de los indígenas de hoy.

María Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM

Tuve la suerte de conocer a León-Portilla cuando estaba haciendo mi licenciatura en historia y él fue mi director de tesis sobre Costumbres y ritos funerarios de los indígenas de la Baja California, así que lo que he trabajado más de cerca con él es sobre la península. Su trabajo en Baja California es tan notable como el realizado en el centro de México. Sin duda Visión de los vencidos es una joya literaria e histórica que rescata la otra cara de la Conquista. El suyo es un trabajo pionero en ambos espacios de lo que hoy conocemos como México. A su enorme inteligencia y sensibilidad debe agregarse una generosidad sin límites que ha permitido que cientos de universitarios nos beneficiáramos de su sabiduría. Visión de los vencidos es de los libros más traducidos a diferentes idiomas; recientemente lo fue al chino.

Elisa García Barragán Martínez, historiadora

El Tlamatinime actual. Miguel León-Portilla no ha dejado resquicio sin abordar dentro de las culturas del mundo náhuatl y tolteca. Por ello es dable afirmar que, quien quiera y donde quiera que escriba sobre el universo amplio y undívago de aquellas cosmogonías, tiene que ampararse en la sabiduría de este Tlamatinime.

Miguel León-Portilla por medio del conocimiento de las lenguas de tan pretéritos tiempos, y de la convivencia espiritual que por largos años ha establecido con tales épocas, transmite en sus textos las voces, las risas y los llantos de quienes fueron autores de grandiosas arquitecturas, elocuentes pinturas y toda suerte de esculturas.

Foto
Miguel León-Portilla, el pasado 18 de febreroFoto Marco Peláez
Me apropio de la palabra de León-Portilla cuando expresa: la construcción del significado en la historia implica la integración de conceptos que dan a entender lo que ocurrió en determinado tiempo y lugar.

Como tantas veces ha dicho nuestro máximo historiador, para los sabios nahuas la única manera de decir palabras verdaderas en la Tierra era encontrando, como él ya lo ha hecho, la flor y el canto de las cosas.

Julieta Valle Esquivel, directora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH)

León-Portilla ha pasado gran parte de su vida trabajando en la UNAM, pero no se restringe, porque también labora como filólogo, nahuatlato y humanista; ha hecho reflexiones sobre arqueología, en algún momento se empezó a interesar en la cuestión de las pinturas rupestres de Baja California. Es un pensador universal, es una buena manera de conceptualizarlo.

Además, no se restringe a la parte académica de publicación de libros, traducción de textos, reflexiones de los problemas del pasado, sino que tiene una postura muy contundente con relación a la situación de los pueblos indios.

Es uno de los personajes profundamente admirados en esta escuela. A pesar de que nunca ha sido propiamente parte de ella, ha tenido un vínculo muy estrecho. Es profusamente leído por nuestros jóvenes y su obra Visión de los vencidos es conocida por estudiantes de secundaria y preparatoria. Con frecuencia es la motivación de los muchachos para acercarse a la ENAH, inquietos sobre la realidad indígena del pasado y del presente, un texto fundamental.

Natalio Hernández, poeta

Miguel León-Portilla contribuyó de manera decisiva para que México se reconociera desde 1992 como una nación pluricultural y multilingüe, y este aporte está trascendiendo al siglo XXI toda vez que la reforma constitucional de 2001, en su artículo segundo, reafirma el carácter pluricultural y multilingüe del país.

México se proyecta como una nación pluricultural, pluriétnica y multilingüe, y en este proyecto don Miguel contribuyó ampliamente al lado de las organizaciones indígenas para plantear la libre determinación de los pueblos originarios de México, el reconocimiento de los derechos lingüísticos de estos pueblos y el desarrollo de la literatura en lenguas de los propios pueblos indígenas.

En la última década del siglo XX trabajé con León-Portilla, Carlos Montemayor, Víctor de la Cruz, Jacinto Arias e Irinio Rojas en el proceso de desarrollo de la literatura en las lenguas originarias del país, y con motivo del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana se hizo la traducción de la Constitución a varias lenguas nacionales; en mi caso, y a petición de don Miguel ante el Senado, realicé la traducción al náhuatl.

Admiro a León-Portilla, mi maestro, por su sencillez y por ser humilde; por el amor al trabajo y sobre todo por el amor al conocimiento y a la cultura de los pueblos originarios del país y de todo el mundo, porque así como reconoce el valor de las culturas de nuestro país, reconoce la cultura griega, romana, persa; en fin, diferentes culturas del mundo y eso sin duda lo acredita como el humanista del siglo XXI, el humanista contemporáneo de México y del mundo, como lo fue su maestro Ángel María Garibay y como lo fue Bernardino de Sahagún, y como lo fue mi amigo y maestro Carlos Montemayor.

Ángeles González Gamio, cronista y periodista

Ante todo, Miguel León-Portilla es un humanista. Es un hombre profundamente humano. Con esa actitud intenta ayudar y proteger todo lo que considera valioso, como los indígenas y sus lenguas. Esta defensa que ha hecho permanentemente de los valores indígenas ha sido trascendental.

Desde el punto de vista académico ha hecho aportaciones trascendentales para la cultura de México al descubrirnos toda la antigua palabra. Cuando hizo su tesis para su doctorado –muy joven– sobre la filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, él recuerda que muchos académicos se mofaban. León-Portilla demostró con una obra monumental, que sigue reditándose por su importante aporte, que existe la filosofía náhuatl.

Ha hecho una revaloración de todo esa herencia que tenemos tan rica, un país tan especial por el enorme el legado que se junta con el europeo, y resulta una cultura particular: la mexicana, debido a esas raíces. Pero quien nos sacó a la luz, en gran medida, toda esa riqueza ha sido León-Portilla.

Él apoyó muchísimo, por ejemplo, a que se creara la casa de los escritores en lenguas indígenas. Toda su labor la lleva a la vida actual, al igual que la defensa de las lenguas indígenas en su uso en la actualidad.

Acoge y difunde su conocimiento con gran sencillez y humor, es un deleite escucharlo. Es un hombre cálido, con sentido del humor y amor a la vida. Es alguien con quien es una delicia estar.

Patricia Galeana, historiadora y titular del Inehrm

Miguel León-Portilla es, sin duda, el historiador contemporáneo de más trascendencia, no sólo en el país, pues además de enseñarnos la grandeza de la cultura y la filosofía náhuatl también ha puesto en el centro de la discusión la atención hacia las comunidades indígenas contemporáneas.

Esto ha sido muy importante para preservar sus lenguas. Él ha logrado que se funde la Casa de los Escritores Indígenas y que se entienda que es una tragedia para la humanidad cuando se pierde una lengua, que es una forma forma de ver al mundo, una riqueza de la humanidad.

Ha trascendido no sólo como historiador, el gran conocedor de las culturas originarias, en particular de la náhuatl.

Juliana González Valenzuela, filósofa

Todos los reconocimientos que León-Portilla ha tenido a lo largo de su vida, la estimación tan generalizada de nuestra comunidad, todo habla de un hombre que ha empeñado su vida a una misión, me atrevería a decir, tremendamente importante: la de recobrar el significado profundo e inmortal de los comunidades prehispánicas, particularmente los nahuas.

Comienza por manejar la lengua. A través del lenguaje él encuentra todo un universo de significaciones que no discrepan con las visiones de carácter visual y artístico. Pero la lengua ha sido fuente vital para traernos de estas comunidades un mensaje absolutamente bello y valioso.

Nos ha hecho rencontrarnos a los mexicanos, y más allá del país, con estos pueblos de una condición humana excepcional.

Además, los dos somos hijos de la UNAM, donde hemos sido acogidos por una comunidad de noción de valores, de formación. Celebrar sus 90 años es celebrar una obra valiosa, intensa, trascendente y trascendental.

 

Relecturas: Milorad Pavić, una voz serbia que nutre la literatura

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 22 Febrero 2016 Visto: 2869

relecturasDel autor balcánico se han traducido seis novelas y un libro de relatos
LUIS BUGARINI/ESPECIAL. EXCÉLSIOR

Foto tomada de Khazars.com/ CIUDAD DE MÉXICO.
Las obras de otros países, otras lenguas, nutren una literatura. Son una cátedra de una forma existente, creada por mecanismos que pueden resultar tan inéditos como asombrosos. Al ser un producto histórico, escribir admite mutaciones sustanciales a causa del llamado “ingenio de los pueblos”. La literatura mexicana sobresale en el ámbito hispanoamericano, como receptiva a las traducciones de obras con una propuesta de calidad.
Cuando se tradujo al español el Diccionario jázaro de Milorad Pavić (1929-2009), en 1989, la sorpresa fue general. Acaso por primera vez, la intertextualidad del libro generaba un organismo de rostro indefinido en cada página. Su aliento épico es abrumador y fue tan poco leído como reverenciado. A paso lento, la obra de Pavić se integra a los libros que no pueden faltar en una biblioteca personal. A la fecha, se han editado seis de sus novelas y un libro de relatos: Siete pecados capitales.

Cada uno de los relatos de este volumen, forma un túnel que lleva hacia otro. Es una frondosidad que trenza los brazos para cubrir el muro de las preocupaciones de Pavić. Con un estilo seco y consistente, algunas direcciones se transforman en una posibilidad para parir y delimitar un cosmos y, a un tiempo, relatar una historia a borbotones. La erudición del autor serbio es un resorte interior para lograr que la secuencia de actos no se detenga y, por el contrario, fluya con una naturalidad que resulta tan envidiable como perturbadora.

Nunca utilizar los mecanismos de la literatura para hacer más literatura había resultado tan efectivo. En estos relatos, al igual que en sus novelas, el acto narrado se encarna en un personaje que no busca a su autor, a la manera de Pirandello, sino que se esfuerza por lograr que su ser en sí, no se disgregue o desfigure y, de hacerlo, encarne en otra galaxia más compleja. Largas condensaciones de significantes habitan las páginas de Pavić, lo mismo de nombres, citas, lugares, lo que provoca vértigo en el lector. No obstante, este volumen es una excelente puerta de entrada para familiarizarse con el serbio.

De manera previsible, su obra se traducirá hasta llegar casi a su totalidad. A Pavić no le fue concedido el premio Nobel, a pesar de haber sido nominado en repetidas ocasiones, lo que no deja de ser lamentable.

El historiador llega este día a los 90 años, de los cuales 60 ha dedicado a la academia

 

UNESCO rinde honor a la memoria

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 22 Febrero 2016 Visto: 2939

unescoEl programa Memoria del Mundo entregó ayer 16 reconocimientos a documentos y archivos del país
NOTIMEX. EXCÉLSIOR.
Rosa María Fernández de Zamora, presidenta del Comité Mexicano Memoria del Mundo. Foto: Cortesía Secretaría de Cultura
CIUDAD DE MÉXICO.

El programa Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) entregó ayer 16 reconocimientos, a documentos de archivos y bibliotecas del país, a fin de preservarlos como patrimonio documental de la humanidad.

En el marco de las actividades de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), Rosa María Fernández de Zamora, presidenta del Comité Mexicano Memoria del Mundo, expresó su beneplácito y refirió que México está en el primer lugar de América, con la mayor riqueza documental en el continente. y el sexto sitio en el mundo, con un total de 12 registros.

El programa, que cuenta con tres niveles: mundial, regional (que comprende América Latina y el Caribe) y nacional (México) todos ellos, con el mismo valor, entregó 16 reconocimientos: dos a nivel internacional, tres regional y 11 a nivel nacional.

Entre los reconocimientos entregados destacan: en el nivel Memoria del Mundo al Instituto Nacional de Antropología e Historia, Al Trabajo de Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590). Dicha obra, constituye una de las más importantes fuentes históricas del antiguo México.

Pionero en la antropología moderna, “su obra incluye los Códices Florentino y Matritense, que es conocido en México, por su Historia general de las cosas de la Nueva España.

También, se reconoció a la Suprema Corte de Justicia de la Nación por Los expedientes judiciales al amparo mexicano que contribuyeron a la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

Por lo que hace a la Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe, se reconoció a la Secretaría de Cultura de Yucatán por La Correspondencia de la Guerra de Castas de Yucatán; al Archivo General Municipal de Puebla por Series y Colecciones del Archivo General Municipal de Puebla y al Conservatorio Nacional de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes por Partituras manuscritas autógrafas del músico Julián Carrillo 1905-1910.

También, a la Biblioteca Histórica José María Lafragua de la Benemérita Universidad de Puebla por Canto general de Pablo Neruda. Primera edición México. 1950. Ejemplar 423 y por Opera Medicinaria. Primer impreso de medicina en América.

De igual forma, se reconoció el Archivo Manuel Álvarez Bravo S. C. por Archivo Manuel Álvarez Bravo; la Filmoteca de la UNAM se hizo presente por el Acervo Román Piña Chan. La tradición cultural mesoamericana y el legado intelectual del arqueólogo en sus manuscritos y fotografías.

 

La prensa en tiempos de don Porfirio

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Febrero 2016 Visto: 3321

porfirioLeticia Frías. Algarabía.
¿Quién dice que la historia no se repite?
Imaginemos la ciudad de México durante la última década del siglo xix: la vida transcurre lentamente, no sucede nada extraordinario y nadie tiene prisa. Los hombres pueden darse el lujo de pasar varias horas en los salones, gastando un real por cada copa de ajenjo, la bebida de moda entre los intelectuales, para discutir varios temas de actualidad, de los cuales, uno de los preferidos es si el nuevo siglo empezará el primero de enero de 1900 o de 1901...
El México del progreso
Por entonces, Francia era el centro cultural del mundo y en el México porfiriano resultaba indispensable hablar francés para demostrar refinamiento. De Francia se habían importado, como casi todo, los ideales de su Revolución: «Libertad, igualdad y fraternidad», así como el positivismo, la doctrina que había permeado todos los ámbitos de la sociedad mexicana: la economía, la política y la educación.
Durante esa época, México se había modernizado gracias a la introducción de los ferrocarriles, el telégrafo, la electricidad y, en 1900, del tranvía eléctrico en la capital.

El siglo xx se recibía con los vientos del progreso, con la farmacéutica de Ehrlich, el aeroplano de los Wright y el cinematógrafo de los Lumière. Se dejaban atrás décadas de luchas intestinas en pro de la libertad, en las cuales muchos países de América habían recuperado su independencia. La psicología era la ciencia del momento y, congruente con el positivismo.
En México se vivía una época de gran crecimiento económico, de esplendor cultural, de paz sin precedentes e, incluso, de importante desarrollo tecnológico.
Sin embargo, no todo era color de rosa, la neurosis de fin de siglo era la elevada incidencia de suicidios —¿tendría algo que ver el ajenjo?— y no faltaba quien acusara a la prensa de haberlos fomentado al describir la manera en que los desafortunados se quitaban la vida: se disertaba sobre cómo debía masticarse la píldora de cianuro, aspirarse el ácido carbónico, ahorcarse con elegancia o hasta darse un balazo sin dejar un escenario desagradable.
El cuarto poder
Por entonces, ya se consideraba a la prensa como el cuarto poder, a pesar de que solamente la décima parte de la población sabía leer y escribir. Cada semana aparecía un nuevo periódico o revista, aunque su editor sabía de antemano que podía fracasar.
Porfirio Díaz, en la presidencia desde 1876, no permitía que se le criticara y, para evitarlo, había puesto en vigor la política de «pan y palo».

Díaz intentaba pagar los halagos mediante algún subsidio a la publicación y para 1888 subvencionaba casi 60 periódicos en la república —el costo de esa medida equivalía al del Congreso de la Unión: un millón de pesos al año—. Así, El Imparcial logró consolidarse como una industria poderosa, adulando a don Porfirio y cubriendo sus páginas con anuncios para reducir el precio del ejemplar a dos centavos; mientras que la prensa de oposición estaba muy lejos de poder competir con ese precio —El Hijo del Ahuizote costaba doce centavos.
La libertad de prensa había quedado garantizada en la Constitución de 1857; pero en 1870 se aprobó la Ley de Imprenta, que castigaba los «abusos» de escritos «injuriosos, subversivos, sediciosos e inmorales»; que pretendieran trastornar el orden público, incitar a la desobediencia de las leyes o imputaran a los gobernantes defectos falsos u ofensivos.
La ley señalaba que las penas serían económicas; pero en la realidad iban desde la clausura del diario hasta el encarcelamiento del autor, del prensista, el tipógrafo, el cajista, los dobladores e, incluso, de los niños «papeleros» y a veces hasta la incautación de la imprenta.
La palabra torturada
Muchos escritores sufrieron torturas destinadas a silenciarlos y reprimirlos; en la Cárcel de Belén, una de ellas era el cajón del muerto. Éste era un recinto sin luz donde apenas cabía un ser humano en el que se encerraba al preso junto con un dedal lleno de chinches durante varios días. Otra tortura era la bramadera: un poste al que se amarraban las manos y los pies hasta que el dolor se volvía insoportable y los reos empezaban a «bramar».
Tras cada reelección de Porfirio Díaz surgían más periodistas opositores y, a pesar del gran éxito de El Imparcial, algunas de sus publicaciones alcanzaron un tiraje de varios miles de ejemplares, hasta que los autores fueron encarcelados y las imprentas confiscadas.
A los periodistas más «peligrosos» o reincidentes se les enviaba a las tinajas de San Juan de Ulúa; quienes tenían más suerte eran exiliados.

Tal fue el caso de Daniel Cabrera, dueño de El Hijo del Ahuizote1 , un periódico «feroz e intransigente con todo lo malo», escrito en verso y en prosa irreverentes, con historietas de caricaturas mostrando al presidente armado con la «matona» para acabar con la Constitución y echando raíces en la silla de la dictadura.
En éste, el presidente era «el señor», «el tente tieso», «el caudillo», «el rey»; sus gobernadores «los virreyes»; la democracia era «la machetocracia», en tanto que deseaban un «México para los mexicanos», burlándose de todo lo que había que censurar, como las reelecciones de los diputados:
Ya va a ser la reelección
Y los pájaros azules
Desempolvan las curules
Del Congreso de la Unión.
Ya se hallan en oración,
Conciliadores y cojos,
Que postrándose de hinojos,
No dejan de murmurar
¡Un votito popular
Para la misa de flojos!
Hubo heroicos periodistas que quisieron conservarse independientes y afrontar el peligro, como Ordóñez, quien fue quemado vivo en Pachuca; Olmos y Contreras, que fue muerto a puñaladas en Puebla, y Valadez, quien fue asesinado en Sinaloa.
Todo esto fue lo que padecieron los periodistas en los tiempos de don Porfirio; sin embargo hoy, en el siglo xxi, creemos que, ahora sí, estamos montados en la nave del progreso, porque el mundo se ha poblado de cibernautas y hay hombres que han viajado al espacio; pero el debate respecto a cuáles deben ser los límites de la libertad de prensa continúa escuchándose, y los riesgos siguen acechando.

 

Prosaico

( 1 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Febrero 2016 Visto: 4522

prosaicoLa Redacción. Algarabía.
Usan mucho esta palabrota para referirse a algo grosero, y mucho tiene que ver con su origen latino.
otra noche estaba viendo South Park cuando mi mamá bajó a cenar. Lo más prudente hubiera sido cambiar el canal en ese momento para evitar lo que vino después, pero sinceramente el capítulo me tenía muerta de risa, por lo que fue inevitable que mi madre oyera algunos de los diálogos y soltara una frase digna de ella: «Eso es lo más prosaico que he oído en mi vida».
¿Prosaico? Ya había escuchado esa palabra; no sabía bien a bien qué quería decir, pero estaba segura de que no se refería a los defectos de la «maravillosa» prosa de Stan, Kyle, Eric y Kenny. Supuse que, por el modo y el énfasis que puso en la palabrota, se trataba de algo más, algo muy malo.
Pero, por extensión, su uso más difundido es el de «falto
 de idealidad; insulso, vulgar».

De acuerdo con el drae, esta palabra proviene del latín tardío prosaicus y designa aquello que adolece de prosaísmo: defecto de la obra literaria que consiste en la falta de cualidades poéticas, en la vulgaridad de la expresión que no está sujeta a la medida y cadencia del verso.
Mi mamá tenía razón: mis niños consentidos de South Park utilizan el lenguaje vulgar 
y el humor negro para satirizar a la sociedad y criticar su comportamiento contradictorio e hipócrita —pero ese lenguaje prosaico es lo que lo hace divertido.
Lo poetas en la antigua Roma eran muy rigurosos en la construcción poética: utilizando rima, un cierto número de sílabas por cada verso y determinados versos por cada composición. Pero esto fue modificado por una nueva poesía en forma de prosa, que varios optaron por denominarla: prosaica, en el sentido de baja, burda y vulgar.
Después del comentario de mi mamá tuve que cambiarle para evitar otra discusión, pero me quedé pensando en la idea que se tiene de lo prosaico como un defecto de la clase baja —esto lo digo recordando algún «fino» piropo que, de sólo acordarme, me da escalofríos—; pero este lenguaje también es propio de políticos, deportistas, artistas y algunos caricaturistas como Jis y Trino, que podrían escandalizar a cualquiera —no sólo a mi jefa.
En conclusión: prosaicos hay en todos lados, pero, eso sí, la intención no siempre es la misma; lo prosaico puede utilizarse para ofender e incluso para hacernos reír... aunque mi madre opine lo contrario.

 

Jóvenes dan lectura a una antología poética de Fernando del Paso

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Febrero 2016 Visto: 2860

pasoEl escritor comparte que tiene casi listo el discurso de recepción del Premio Cervantes
Releer El Quijote se me hizo fácil, porque he ido enriqueciendo mi vocabulario, afirma
Juan Carlos G. Partida. Periódico La Jornada
El escritor y dibujante Fernando del Paso (CDMX, 1935) tiene casi listo el discurso que el próximo abril dará en España, cuando reciba el Premio Cervantes de Literatura.

Y aunque no quiso adelantar detalles de su alocución, el autor de Noticias del Imperio y Palinuro de México admitió que luego de enterarse de que fue distinguido con el máximo galardón literario en lengua española leyó, por cuarta ocasión, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

“La lectura me pareció igual que la primera vez, encontré mucha frescura. Tenía como 15 años que no leía El Quijote”, dijo a La Jornada, poco antes de una lectura de su antología poética a cargo de alumnos de la Preparatoria 7 de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Viaje a España

–¿Qué más encontró usted en esta relectura que hizo de la obra cumbre de Miguel de Cervantes Saavedra?

–Se me hizo más fácil la lectura, porque he ido enriqueciendo mi vocabulario y muchas cosas también las recuerdo de otras lecturas.

–Estamos casi en la víspera de su viaje a España para recibir el Premio Cervantes de Literatura. ¿Cómo se encuentra de salud?

–Mal.

–¿Con quiénes irá usted a España? Su esposa Socorro dice que viajará toda la familia.

–Pues sí, vamos a ir muchas personas, aunque no sé si todas puedan entrar a la ceremonia que será alrededor del 23 de abril.

Beneplácito por los jóvenes

–¿Qué le parece este acto de lectura de su antología poética por jóvenes?

–Estoy muy contento de la idea de la maestra Luz Elena (Martínez Rocha, administradora de la biblioteca Octavio Paz de la UdeG, que dirige Del Paso) y de la antología que hizo (el poeta) Ángel Ortuño.

Me parece muy bien para que los muchachos vayan conociendo la buena literatura.

–Y hablando de antología, aunque su obra poética no es muy extensa, ¿hubo omisiones en este libro?

–Como en toda antología, sin embargo creo que es muy representativa.

 

Dispondrá ITC de 2.5 millones de pesos para contratar a docentes que impartan talleres

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Febrero 2016 Visto: 2790

ITCPor Víctor Hugo Varela Loyola. LA JORNADA DE ORIENTE
El director general del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC), Willebaldo Hernández Téllez informó que el gobierno del estado aplicará 2.5 millones de pesos para la contratación de docentes que se encargarán de impartir tres talleres en el Centro de las Artes de Tlaxcala (CAT).

Abundó que dichos recursos son aportados por la ahora Secretaría de Cultura (SC), a través del Programa Capacitación Artística, mientras que la aportación del gobierno estatal es a través de la sede de los cursos, “con el gasto corriente, de las instalaciones, cuánto sale, por ejemplo, la telefonía y el internet”.

Informó que los talleres que se impartirán a partir del próximo lunes –con los cuales prácticamente iniciará funciones el CAT, que está ubicado en lo que fue una fábrica textil de Apizaquito, municipio de Apizaco– son de danza, teatro y artes visuales, los cuales concluirán en mayo próximo y serán gratuitos para los interesados.

En entrevista, Herrera Téllez informó que el ITC dispone de 2.5 millones de pesos para organizar talleres entre los meses de enero y mayo, los cuales serán invertidos principalmente en la contratación de los docentes, pago de viáticos y estancia, pues algunos de ellos vendrán de fuera del país.

El funcionario estatal justificó el gasto en el hecho de que los docentes serán de reconocida trayectoria tanto a nivel nacional como internacional, pues asentó que es interés del gobernador Mariano González Zarur que los artistas tlaxcaltecas tengan a los mejores maestros de artes.

Afirmó que los docentes son artistas de prestigio internacional, “eso implica un gasto importante de inversión, para sufragar los gastos que implican gente de altísimo nivel, por ejemplo viene gente de España y de otros países que se cotizan en cierto sentido caro, la currícula de ellos es impresionante, porque el gobierno del estado quiere que los artistas tengan lo mejor”.

“No nada más es traer la maestro y pagar sus honorarios profesionales, es pagarle los gastos, el hotel, las comidas y probablemente un asistente para la organización, porque generalmente los talleres formativos ya llevan una documentación y control escolar, porque no sólo se trata de entregar un diploma, sino que puedan canalizar su producto a un mercado”.

Respecto del costo de los talleres, indicó que los que se impartan en el transcurso del presente año en el Centro de las Artes de Tlaxcala serán sin costo alguno para los interesados y, posteriormente, se cobrará una cuota de recuperación para sufragar gastos de operación.

Herrera Téllez asentó que la nueva política de cultura del gobierno del estado está enfocada a la profesionalización de los artistas tlaxcaltecas, pues se pretende que ellos tengan un diploma que acredite sus conocimientos y habilidades y puedan insertarse en el mercado laboral.

 

La poesía y su música huidiza, el tema del nuevo libro de Pura López Colomé

( 0 )
Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 20 Febrero 2016 Visto: 2917

escritoraLa escritora reflexiona en su última obra sobre la experiencia de traducir un poema, incluida la imposibilidad de trasladar su musicalidad a otra lengua
JUAN CARLOS TALAVERA. EXCÉLSIOR.

Es imposible recrear la música de un poema durante su traducción porque la música es propia de cada lengua y por tanto imposible de replicar, dice la poeta y traductora Pura López Colomé (Ciudad de México, 1952), quien recién publica Imperfecta semejanza. Meditaciones y diálogos en torno a la traducción poética.

El volumen, que será presentado hoy a las 18:00 horas en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, es una libreta íntima de confesiones y un ensayo de experiencias en torno a la traducción poética de autoras en lengua inglesa como Emily Dickinson, Marianne Moore, Elizabeth Bishop, Fanny Howe e Hilda Doolittle.

Publicado por la Dirección de Literatura de la UNAM, dentro de la serie Diagonal, el ensayo revela cómo la poeta se sujeta al significado de las palabras en inglés para luego aterrizar sobre la música del idioma español.

Pura López asegura que en la traducción la literalidad no existe y, junto con la fidelidad se convierten en conceptos discutidos y difíciles al traducir un poema.

“Ambas palabras son difíciles y tal como lo decía J. W. Goethe, el traductor sólo puede aproximarse a ciertas partes del poema, un poco para advertir al lector que en realidad aquello es imposible”.

Sin embargo, reconoce que de Goethe a la modernidad ha habido muchos comentarios sobre el tema, aunque la gente está más lista a criticar que a celebrar la traducción de un poema. “La del traductor es una actividad por esencia que invita a esto, y en vez de despertar la curiosidad de los lectores, lo primero que se hace es llegar con una lupa y transformarse en un policía de la traducción”.

Lo cierto, señala, es que recrear la misma musicalidad de un poema es imposible. “No se puede porque de origen la lengua inglesa y la española son muy distintas. Tan sólo pensemos que el inglés es una lengua monosilábica mientras el español es todo lo contrario”.

La forma más simple de entenderlo está en los adverbios, pues mientras los del idioma español tienen muchas sílabas, en inglés sólo una, lo cual hace del inglés una lengua más flexible, aún sin entrar en el detalle de cómo suena, explica.

“Esto significa que la música no se puede replicar. Así que el traductor se agarra del significado con todas sus fuerzas para luego colocar ese significado sobre la barca musical del español hasta encontrar la mejor manera como funcione el verso. Eso es la traducción”, agrega.

Puentes y deseos

Pura López dice que en el fondo la traducción es un terreno de los deseos, rodeado de frustración y tiempo invertido que podría resultar insuficiente, al punto de que el profesional intente abandonar la tarea. Pero en algún momento, el poema se revela y pide ser traducido.

¿En qué momento sabe que enfrenta un poema complejo?, se le inquiere. “¡Todos los poemas lo son! No hay poema sencillo, digamos, aunque lo parezcan. Es más, hay que cuidarse de esos que parecen ser muy sencillos. El poema sencillo no existe, quizá hay algunos que se prestan mucho más accesibles por cómo están construidos. Pero en realidad digo esto y se me desmorona en la boca porque no hay poema fácil”.

¿Se necesita ser poeta para traducir poemas? “Si uno no es poeta, no se puede porque no conoce... es un quehacer que se tiene que hacer desde la entraña, uno lo tiene que ejercer para saber de qué se trata”.

¿Qué diferencia hay entre el poeta y el traductor de poesía? “La diferencia es el punto de inspiración. Lo que inspira el poema original son muchas cosas: una conversación, un sueño, un recuerdo o un dolor físico... y en la traducción, la inspiración llega de otro poeta”.

El libro, sin embargo, no es un manual de traducción sino que busca mostrar su propio procedimiento. “Yo no voy a generalizar respecto de este quehacer. No se puede hacer eso. Lo único que puedo hacer es comentar casos concretos al traducir un poema, cuáles fueron mis fallas, mis aciertos, algunos casuales y otros buscados, cómo llegaron y en qué momento la forma misma me salvó de caer del horror inexpresivo”, concluye.

 

Más artículos...

  • El mundo se quedó sin Eco
  • Exhiben muestra colectiva integrantes del taller de arte del ISSSTE, Tlaxcala
  • Reconocen a "La Jota" como un baile tlaxcalteca
  • Top 10: Viejas historias de supervivencia
  • INALI y SC promueven la diversidad lingüística indígena

Página 221 de 300

  • Anterior
  • 216
  • 217
  • 218
  • 219
  • 220
  • 221
  • 222
  • 223
  • 224
  • 225
  • Siguiente
  • Final

Aviso de Privacidad

Copyright © Radio Calpulalpan 94.3 FM 2025 Todos los derechos reservados.
Cultura