Cultura y Espectaculos

Entre 1860 y 1861, el músico alemán Luis Hahn publicó una serie de obras sinfónicas bajo el título Recuerdos de México, inspiradas en la vida cotidiana de la época y acompañadas de litografías que dejaron un registro visual que se propone como una ocasión única de ver representado, de manera vívida, el siglo XIX mexicano.
Un siglo y medio después, la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) editó el libro Luis Hahn. Recuerdos de México, en el que se recuperan dichas imágenes, y se da cuenta de uno de los talleres litográficos más prolíficos de la ciudad de México a fines del siglo XIX, gracias a los textos realizados por Guillermo Tovar de Teresa, Luisa del Rosario Aguilar Ruz y Vicente Quirarte.
Luego de su presentación en la capital del país, el volumen será comentado el próximo viernes 11 de septiembre a las 18 horas en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (MNFM) –11 Norte 1005, Centro Histórico–, en el marco de la exposición Historia del ferrocarril alemán, que se exhibe actualmente.
Esta presentación del libro Luis Hahn. Recuerdos de México, esA través de obras sinfónicas, el alemán dio cuenta de la vida cotidiana de la épocatará a cargo de Vicente Quirarte, Luisa del Rosario Aguilar y Yael Bitrán Goren moderados por Julio Trujillo, además de que contará con la intervención musical de la destacada pianista mexicana Silvia Navarrete, quien es la intérprete del cidí que acompaña y redondea a la publicación que, en conjunto, permite al lector recrear la experiencia de aquellos días a través de la confluencia de música, imágenes e historia viva.
Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, refiere en su texto de presentación de la obra que la presencia en México del compositor alemán a mediados del siglo XIX, significó un regalo por partida doble.
Por “su propia música, cifrada en su serie de piezas para piano llamada Recuerdos de México, y las extraordinarias litografías que la acompañan, autoría de Jesús Rivera y de su hijo Manuel Rivera, imágenes que contribuyen a enriquecer la gran tradición litográfica de nuestro país, en la que destacan nombres como los de Claudio Linati y Casimiro Castro”.
“Un verdadero ‘romance entre la música y la litografía’ se desarrolla en estas páginas, al mismo tiempo que los lectores pueden pasear virtualmente por una ciudad de México que ha dejado de existir”, acota Tovar y de Teresa.
Ello, explica, porque hay referencias hacia la catedral, la Laguna de Chalco, Chapultepec, La Academia Nacional de Bellas Artes de San Carlos, el Cabrío de San Ángel, el Jardín de San Francisco, el Paseo de la Viga, el Colegio Nacional de Minería, Tacubaya, el Paseo de Bucareli y la Villa de Guadalupe, espacios que “desfilan por un idílico siglo XIX mexicano que hoy admiramos con los ojos del asombro y la nostalgia”, agrega el funcionario federal.
Mientras que en su texto Las litografías de Rivera en las partituras de Luis Hahn, Guillermo Tovar y de Teresa escribió que una de las más singulares producciones de la litografía y la imprenta mexicana en los años del romanticismo es la colección de obras de dicho músico, y que, aunque se sabe que las partituras musicales mexicanas del XIX representan un importante capítulo en la historia de su producción litográfica, éste aún no ha sido estudiado.
“La publicación es facsimilar de estas obras, en conjunción con la espléndida interpretación que de ellas hace la pianista Silvia Navarrete será sin duda, el punto de partida para nuevas investigaciones acerca de nuestra historia musical, asociada a la de las artes gráficas durante el siglo XIX. Esperamos nuevas aportaciones y otras noticias sobre los artistas que por primera vez se ofrecen en esta edición”, apuntó.
Por su parte, Vicente Quirarte, en su texto El México que vio Luis Hahn, afirma que las litografías de diversos sitios de México, particularmente de la capital, hechas para acompañar las partituras de Hahn, aparecieron cuando en el país había terminado la época de oro de la litografía y nuevos métodos de reproducción de imágenes como la cromolitografía y la fotografía auguraban nuevos tiempos. “Sin embargo –acota–, el encanto de estas piezas reside en el auténtico carácter naïf que el autor supo imprimir a sus trabajos”.
“Hahn vivió los preludios de la guerra de Reforma, la intervención francesa, el impuesto imperio de Maximiliano, y le correspondió atestiguar la difícil reconstrucción política de México y la aún más larga reconstrucción material y social del país. En tal sentido, fue testigo de la aparición del ferrocarril, del nuevo uso civil de los espacios religiosos secularizados por la Reforma, de la proliferación de las zonas fabriles, de los cambios urbanos que iban gestándose con una rapidez desacostumbrada”.
Todo esto, concluye Vicente Quirarte, puede apreciarse en las litografías de Rivera, y por eso puede decirse que el suyo es el México que vio el músico Luis Hahn.
La Jornada de Oriente

La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México conmemorará el 30 aniversario del terremoto de 1985 con exposiciones, coloquios, ofrendas, conciertos y el estreno del documental Nada Nadie, las voces del terremoto en diversos foros de la ciudad del 10 de septiembre al 21 de noviembre.
En el homenaje a las víctimas del sismo, el 18 de septiembre a las 18:00 horas, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México será dirigida por el tenor Plácido Domingo en un concierto, cuyo programa estará conformado por fragmentos del Réquiem de Guisseppe Verdi con los solistas María Katzarava, Dante Alcalá, Grace Echauri y Rosendo Flores, que se realizará en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
Ese mismo día, el gobierno capitalino entregará por primera vez el Premio Ángel de la Ciudad para reconocer a artistas, escritores, periodistas y activistas que se solidarizaron con las víctimas del sismo. El tenor Plácido Domingo; la escritora Elena Poniatowska; la secretaria nacional de trabajadoras de la industria del vestido 19 de septiembre, Evangelina Corona; y Genaro Francisco Javier del Razo Aguirre, conocido como Maroma, uno de los fundadores de la Brigada Topos, recibirán dicho reconocimiento, y de manera póstuma se le otorgará al escritor Carlos Monsiváis y al periodista Jacobo Zabludovsky.
La exposición A 30 años del sismo. Emergencia, solidaridad y cultura política, será inaugurada también el día 18 de septiembre en el Museo de la Ciudad de México. Bajo la curaduría del etnólogo Sergio Raúl Arroyo, la muestra tiene como fin principal dar cuenta de qué cambio en esta ciudad a partir del sismo de 1985 y cómo se forjó una idea de ciudadanía.
La programación de actividades conmemorativas incluye las exposiciones Los días del terremoto, en el Museo del Estanquillo; Nuestro Terremoto, en el Museo Archivo de la Fotografía; A talachearle juntitos... !Por el cantón y la esperanza! en el Museo Panteón de San Fernando, así como Ciudad en Vilo, con imágenes aéreas sobre el sismo en la Galería de las Rejas de Chapultepec.
También se presentará el 30 de septiembre, el libro 07:19 A treinta años del terremoto en la Ciudad de México (1985-2015) que conjunta los textos de Juan Villoro, Elena Poniatowska, Fabrizio Mejía y Jorge F. Hernández con las fotografías de Daniel Aguilar, Elsa Chabaud, Marco A. Cruz, Héctor Peralta, Juan Torres y Pedro Tzontémoc entre otros.
En el Zócalo capitalino del 31 de octubre al 2 de noviembre se presentará la mega ofrenda dedicada a las víctimas del sismo, la cual estará a cargo de los colectivos de los Faros de la Ciudad de mexico

Sigue los pasos de este insurgente que luchó junto a Morelos durante la Guerra de Independencia. Descubrirás dos hermosos poblados: Jantetelco (Morelos) y Yanhuitlán (Oaxaca).
PARADA 1. JANTETELCO, MORELOS
Fue el punto de partida de Mariano Matamoros para unirse al ejército de José María Morelos y Pavón. Una vez reunidos en Izúcar de Matamoros, regresó para formar su fuerza militar, un ejército de 40 personas, integrado por amigos y feligreses. Tras el Sitio de Cuautla, Matamoros nuevamente regresó a este pintoresco poblado para reorganizar su tropa, la cual aumentó considerablemente gracias al cariño que la gente le tenía.
En este lugar de paisaje, pintado por jacarandas y tabachines, se puede visitar el Museo Dormitorio de Mariano Matamoros, donde se resguardan importantes objetos de este párroco.
Otro sitio que recuerda la figura de este prócer de la Patria es la Parroquia de Jantetelco, fundada por la orden agustina en el siglo XVI y secularizada en 1771. Ahí oficiaba misas, aunque, en ese tiempo, el altar mayor lo ocupaba una escultura de San Pedro (ahora verás la del Sagrado Corazón).
3 imprescindibles
1. Parque Ecoturístico Cerro del Chumil. Un espacio cien por ciento natural, donde podrás estar en contacto directo con la naturaleza y dar una caminata o un recorrido en bicicleta. Cuenta con habitaciones por si quieres hospedarse y descubrir la vegetación del oriente del estado.
2. Dulces cristalizados. Con una tradición de casi tres siglos, en Jantetelco encontrarás los deliciosos dulces de chilacayote, higo, calabaza, sandía y más.
3. Zona arqueológica de Chalcatzingo. Guarda interesantes vestigios de los grupos ahí asentados. En un recorrido apreciarás las estelas, las pinturas, los códigos de piedra y un sinfín de relieves que forman la historia del estado. A unos minutos del poblado.
Conoce más
En esta región verás cuexcomates pequeños, que en la época prehispánica eran usados para conservar el maíz. Ahora convertidos en artesanía, los puedes encontrar en cualquier parada de esta ruta.
Sabías que...
A la llegada de los realistas a Jantetelco, la gente escondió a Matamoros; engañaron a sus enemigos al decirles que estaba en una confesión.
Cómo llegar
En automóvil: Autopista 95 y 115, carretera federal 160.
PARADA 2. YANHUITLÁN, OAXACA
Asentado en la mixteca alta, este poblado resguarda el Ex convento de Santo Domingo, uno de los templos más valiosos de Oaxaca. Durante el movimiento insurgente del sur fue base militar del ejército de José María Morelos; después de la entrada triunfal de sus tropas a la ciudad de Oaxaca, éste le pidió a Matamoros permanecer en Yanhuitlán para asegurar la fidelidad de la ciudad y sus alrededores.
En abril de 1813, un par de meses después del triunfo de los independentistas, se enteró que el Capitán General de Guatemala mandó una expedición, la cual se puso a las órdenes de don Manuel Dambrini, jefe de las fuerzas españolas en Chiapas, con el fin de apoderarse de Oaxaca. Matamoros salió a su encuentro y los derrotó en Tonalá, Chiapas. A su regreso, el 28 de mayo, Matamoros hizo su entrada triunfal en Oaxaca, donde recibió felicitaciones y obtuvo el grado de Teniente General.
De vuelta en Yanhuitlán, Matamoros se ocupó activamente en disciplinar a sus soldados, proveerse de pólvora y municiones, fabricar cañones y arreglar las milicias de la provincia de Oaxaca.
Si te interesa el arte del siglo XVI visita el Ex convento y conoce su atrio, iglesia y capilla abierta. También destacan sus bóvedas nervadas y el retablo barroco con pinturas del pintor novohispano Andrés de la Concha. Recorrer este lugar detenido en el tiempo, permite imaginar a Mariano Matamoros entrenando y dirigiendo a su gente en medio de la tranquilidad del valle.
5 imprescindibles
1. Fachada renacentista. Formada por tres cuerpos, en cada uno apreciarás dos nichos con imágenes de santos dominicos.
2. Órgano monumental. Decorado con entrelazos y elementos vegetales dorados.
3. Retablo del altar mayor. Sus tableros están en forma de biombo y tiene varias pinturas del siglo XVI del artista Andrés de la Concha.
4. Decoración del interior. Admira el techo de madera del sotocoro y el ábside con nichos y molduras de estilo plateresco.
5. Pila bautismal. Tallada en piedra y hecha de una sola pieza.
Conoce más
Al suroeste de Puebla se ubica Izúcar de Matamoros, ahí Matamoros se encontró con Morelos para unirse a su ejército. Motivo por el cual esta ciudad lleva su apellido. Ahí puedes visitar su centro y pasear en la laguna de Epatlán. Se localiza a 3:30 horas de Yanhuitlán por la autopista 130 y 150, y la carretera federal 190.
Sabías que...
Al enterarse de la disposición virreinal de degradar a los eclesiásticos involucrados en la revolución, Matamoros formó un regimiento de Dragones llamado San Pedro, el cual llevaba un estandarte negro con una cruz roja, con la inscripción: “Morí por la inmunidad eclesiástica”.
Cómo llegar
En automóvil: Carretera federal 160 y 190.
MEXICO DESCONOCIDO

Fue de lo convencional a lo experimental; tejió cortinas de sonido que cambiarían la concepción de la música en su época; logró que sus notas resonaran en los dedos, cuerdas y voces del siglo XXI. Y justo cuando no podía ser mejor, lo fue.
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Desde sus inicios en el hard bop hasta el final de sus días, que envolvió en free jazz, John Coltrane construyó un universo sonoro que ha influenciado no sólo a los nuevos artistas del género, sino también a la música clásica contemporánea y al rock desde su boom experimental en los años 60.
La infancia de John se vio marcada por el fallecimiento de su padre, así como por el apego espiritual de la comunidad en la que creció ⎯Hamlet, Carolina del Norte⎯. Coltrane inició su carrera musical a nivel profesional a los 23 años, pero desde pequeño sintió una especial atracción por la música y, en particular, por los instrumentos de viento. Aprendió a tocar la flauta, el corno, el clarinete y el saxofón, y logró hacerlo con una destreza que lo colocó desde muy temprana edad en la mira de su propio destino artístico.
Apenas cuatro años después de haber tocado por primera vez en una banda, Coltrane se consolidó como solista y arrancó una carrera a lo largo de la cual grabó más de 60 discos, y con la que quedó registrado en la historia como un referente tanto de los clásicos como del free style: uno de los jazzmen más importantes de todos los tiempos.

Los cincuenta: el inicio
A mediados del siglo XIX, Charlie Parker y Thelonius Monk eran dos de los principales motivos de inspiración para los músicos que perseguían tendencias «alternativas». En aquel grupo se encontraba «Trane», quien como muchos más daba entonces los primeros pasos de su carrera. Sin embargo, aquel joven John parecía ir en una línea distinta a la del promedio amateur: sonaba como Parker, pero a diferencia de todos los aprendices ⎯y del mismo Charlie⎯ él no repetía sus clichés; porque John Coltrane no estaba inspirado sólo por el jazz, sino por la versatilidad de las notas de Stravinsky, la inestabilidad de los ritmos africanos y la espiritualidad de la música hindú, y porque el compromiso que estableció con su proyecto artístico lo condujo a un nivel de técnica y ejecución inigualable: mientras todos descansaban, «Trane» perfeccionaba.
En 1949 se unió a la banda de Dizzie Gillespie ⎯uno de los padres del be bop⎯, y luego de desintegrarse el grupo continuó su camino por otras agrupaciones. De entre las colaboraciones que hizo en este periodo destaca su trabajo en la banda de John Cornelius Hodges. Finalmente, en 1955, Coltrane dio el primer gran salto de su carrera al integrarse al Miles Davis Quintet, una de las agrupaciones más importantes de la década.
La colaboración de John dentro del quinteto resultó una sorpresa para todos en el medio: sus interpretaciones eran perfectas y sus solos llegaron a superar ⎯no sólo en duración, sino en complejidad y pulcritud⎯ a los del mismísimo Davis.
Coltrane: ¿Cómo esperas que acorte mis solos?
Davis: Prueba sacándote el saxofón de la boca.
Del álbum Kind of blue, «Blue in green»

Particularmente aplaudida fue la presentación del grupo en el Festival de Jazz de New Port, en el que interpretaron temas que hasta hoy laten en los setlistsbásicos del género. Del legado que ambos músicos dejaron destaca uno de los discos más brillantes, una de las producciones más importantes del siglo anterior: Kind of blue.
Para Coltrane, ésta fue la época que determinó su destino y proyección. A pesar de haber sido despedido por Davis debido a sus problemas con la heroína ⎯Miles conocía de primera mano lo devastador de aquella adicción⎯, Coltrane logró, en 1957, ser firmado como solista. Así, el 31 de mayo, «Trane» por fin saldría al mercado como músico líder de la banda que llevaba su nombre, y en aquel momento dio inicio su nueva etapa como artista, la cual le permitió trabajar y hacer arte con todo el poder de creación en sus manos. O mejor dicho, en sus labios.
Los sesenta: la transformación
«I experienced, by the grace of God, a spiritual awakening which was to lead me to a richer, fuller, more productive life.»
«Say It Over and Over Again«, de Ballads (1957)
Ya como solista, la evolución de su estilo desde principios hasta mediados de los años 60 provocó críticas divididas. Por un lado, lo colocó a la cabeza de listas de íconos que habían sido lideradas por Thelonius Monk, Bill Evans, Charles Mingus, Duke Ellington y, por supuesto, Miles Davis; por el otro, sus composiciones e interpretaciones logradas durante este periodo llegaron a ser calificadas por la crítica escéptica como «horror musical», «material incomprensible» e incluso como «anti-jazz». Sin embargo, su música ya influenciaba, entre muchos otros movimientos emergentes, al del resurgimiento de la música clásica en Norteamérica. La autenticidad, originalidad y lo arriesgado de su estilo fueron las aportaciones más importantes de John a la música en todos sus géneros.
A pesar de las polarizadas opiniones, para mediados de esta década Coltrane ya era referente no sólo del género, sino de la industria musical entera. Por estos años, las disqueras relanzaron bajo su nombre muchas de las producciones que «Trane» había grabado en otras agrupaciones, como si él hubiese sido el líder de las bandas en las que colaboró.
Durante los sesenta la música fue un particular reflejo de la sociedad de la época y de sus necesidades de conexión con lo espiritual, y el jazz no fue un género aislado a este fenómeno. Coltrane es uno de los nombres que brillan cuando de pensar en esta conexión se trata. En medio de cualquier política y de cualquier religión, «Trane» creó su propio «peace on Earth», su propio «dear Lord». Es que en aquel momento ⎯y para muchos, aún hoy⎯, la música de Coltrane creada en su etapa experimental es una forma de entender la estructura universal.
1964. Como una fusión del nacionalismo africano, la espiritualidad hindú y la racionalidad occidental; como bandera de su obra completa y como su pieza más representativa: así surge A love Supreme, obra maestra de Coltrane y ápice de su desarrollo espiritual y musical, el cual cobró forma de armonías arriesgadas y largos, largos, larguísimos solos.
«[...] My music is the spiritual expression of what I am ⎯my faith, my knowledge, my being.»
El último disco de «Trane» fue lanzado en julio de 1967, apenas unos días antes de que el cáncer de hígado que padecía apagara su vida; sin embargo, las proezas artísticas realizadas en vida le valdrían ser ganador de múltiples premios póstumos, incluyendo el Grammy por Mejor Interpretación de Jazz, en 1981, y el Premio por Carrera Artística, en 1992 ⎯25 años después de su muerte. Para muchos, el mayor logro de John fue atrapar al público que se rehusaba a aceptar al jazz moderno por medio de los elementos característicos del free y el experimental.
Coltrane fue un visionario. Hacia el final de su vida logró plasmar en partituras sus ideas sobre la relación física con lo espiritual y las transformó en arte. Sus notas inspiraron a lo experimental, sus notas cantaron «Libertad». Y fue precisamente eso lo que trascendió al tiempo y a su muerte: John le dio libertad al jazz. Después de «Trane», el sax no volvió a sonar igual.
John «Trane» Coltrane
23 de septiembre de 1926 – 17 de julio de 1967.

Algarabía

Estos son los lugares por donde transitó el "Padre de la Patria" durante la Independencia. ¡Descubre sus atractivos culturales y naturales en el Edomex, Guanajuato, Jalisco y Chihuahua!
PARADA 1. TOLUCA Y MONTE DE LAS CRUCES, ESTADO DE MÉXICO
Asentada entre mesetas, la capital mexiquense conserva un sinfín fe historias. Una de ellas es la del antiguo convento de San Francisco, en cuyos restos está construida la Catedral de Toluca, y que fue testigo de la visita de don Miguel Hidalgo. Llegó el 28 de octubre de 1810; hacía frío, pero eso no ahuyentó a la multitud, quien lo acogió con repiques de campanas, aclamaciones y bajo palio o dosel como recibían a las máximas autoridades. El cura Hidalgo entró a Toluca con su uniforme de generalísimo, en compañía de su estado mayor, la banda de músicos y su ejército -compuesto de poco más de 80 mil hombres-. Entró a orar a la Iglesia de San Francisco, que entonces tenía intacto el inmenso monasterio.
Después de la estancia de las tropas insurgentes en Toluca, el 30 de octubre se libró la Batalla del Monte de las Cruces, en lo que hoy es el Parque Nacional Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla, mejor conocido como La Marquesa. Te recomendamos visitarlo: ahí podrás acampar, caminar, comer quesadillas y demás antojitos, y pasear a caballo o en cuatrimoto por el bosque. Este lugar se encuentra en la sierra de las Cruces, sitio estratégico usado por los realistas para detener a las tropas insurgentes en su entrada a la capital de la Nueva España. Sin embargo, los independentistas lograron una rotunda victoria, después de diez horas de combate.
5 imprescindibles
1. Cosmovitral. Emblema de la ciudad, construido para conmemorar el centenario de la Independencia. Entre delicados vitrales, ahora se aloja el jardín botánico con más de mil plantas de distintos lugares del mundo.
2. Museo de las Bellas Artes. Es el museo más antiguo de la ciudad, ubicado en parte de lo que fuera el convento de la Purísima Concepción de los carmelitas descalzos. Guarda alrededor de 400 piezas de arte: dibujos, pinturas, esculturas y otros objetos.
3. Los Portales. El mejor lugar para admirar la ciudad y disfrutar de su gastronomía.
4. Parque Nevado de Toluca. Sitio perfecto para la caminata, la bici de montaña, la escalinata y el camping. Es casa del cuarto volcán más grande de México y el único del país que tiene en su cráter dos cuerpos de agua: la laguna del Sol y la laguna de la Luna. Se ubica a 45 kilómetros de Toluca.
5. Zoológico de Zacango. Es casa de más de 180 especies de animales. Dentro de sus instalaciones cuenta con un museo, área de cine, juegos y un lago. A 12 kilómetros al sur de Toluca.
Conoce más
Cerca de la Catedral, descubrirás una casona del siglo XVII la cual perteneció a José Mariano de Oláes quien hospedó al cura Hidalgo durante su estancia. Hoy en día, aloja al Museo José María Velasco, consta de 11 salas, unas dedicadas a la obra de este paisajista mexicano y otras más con exposiciones temporales.
Cómo llegar
En automóvil: Autopista 15 y carretera federal 15.
PARADA 2. ACULCO, ESTADO DE MÉXICO
Ubicado al noroeste del Estado de Mexico, en este Pueblo con Encanto tuvo lugar, el 7 de noviembre de 1810, la primera derrota significativa del ejército insurgente.
Las crónicas cuentan que Félix María Calleja se presentó con su ejército en 5 columnas, impresionando a las tropas de Hidalgo con sus uniformes y su marcha al son de tambores. La acción duró poco más de una hora, haciendo que los insurgentes desalentados abandonaran la plaza. Una vez terminada la lucha, los realistas entraron al pueblo e hicieron repicar las campanas de la Parroquia de San Jerónimo como anuncio de la victoria.
5 imprescindibles
1. Parroquia y Ex convento de San Jerónimo. De sus varias etapas de construcción, destaca su estilo tequitqui en la parroquia. En el interior verás un reloj de sol y la Última Cena, obra de Miguel Cabrera.
2. Presa Ñadó. Si te gusta la pesca deportiva, el campismo, los paseos a caballo y la comida campestre, este lugar es para ti,
3. Cascadas La Concepción y Tixhiñú. En La Concepción verás una caída de agua de más de 25 metros de altura, perfecta para hacer rappel. En Tixhiñú, presenciarás un espectáculo natural cuando su caída de agua, de 15 metros de altura, baña las columnas de piedra basáltica.
4. Productos lácteos. Por ubicarse en una cuenca lechera, ahí encontrarás deliciosos quesos, crema, mantequilla y dulces de leche. En las tiendas del pueblo podrás adquirirlos.
5. Textiles. Es un lugar para comprar cobijas, sarapes, chales, sombreros y prendas de vestir.
Conoce más
Cerca del centro se encuentra la Casa Hidalgo, ahí se cobijó el Padre de la Patria en su paso a la ciudad de México, el 5 y 6 de noviembre de 1810.
Sabías que...
En este Pueblo con Encanto se encuentra un encino donde, según la historia oral, ofició misa el cura Hidalgo al día siguiente de su derrota.
Cómo llegar
En automóvil: Carretera federal 55.
PARADA 3. DOLORES HIDALGO, GUANAJUATO
En este Pueblo Mágico parece detenerse el tiempo. Es un destino ideal para descansar y disfrutar de un paseo atemporal, entre cerros, y grandes plazas.
El edificio más importante es la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, cuyos campanarios parecen dictar el ritmo de la vida de los lugareños. ¿Cómo olvidar que esos mismos campanarios tocó el cura Hidalgo la madrugada del 16 de septiembre de 1810 para inivitar a sus feligreses a unirse al movimiento?
Al caminar por Dolores Hidalgo verás el Museo de la Independencia, ubicado en la antigua cárcel de donde el cura Hidalgo y sus seguidores liberaron a los presos y encerraron a los españoles. Cuenta con siete salas en las cuales conocerás los antecedentes del movimiento, los precursores de la Independencia, las armas utilizadas por los insurgentes; así como la historia de nuestro escudo, bandera e himno nacional.
Aquí prueba una de las exóticas nieves artesanales: pulque, camarón, tequila, camarón, etcétera. Otra visita obligada es alMuseo Casa de Hidalgo, una antigua casona de un piso donde se recrea el ambiente y mobiliario de la época, acompañados de objetos personales de don Miguel Hidalgo y documentos de la Independencia.
5 imprescindibles
1. Parroquia de la Asunción. La mezcla de estilos (grecorromano, etrusco y gótico) acentúa su arquitectura, en especial, la de su pórtico, el altar mayor y la torre.
2. Casa Abasolo. Ahí nació el insurgente Mariano Abasolo. Ahora el inmueble cobija a la Presidencia Municipal.
3. Templo del Señor del Llanito. Ornamentado con murales al temple. Ahí, el cura Hidalgo ofició varias misas. Hoy en día puedes visitar su museo, con una atrayente colección de exvotos, muchos del siglo XVIII.
4. Iluminación Monumental. Caminata nocturna a los siete edificios históricos más importantes de la ciudad: Casa de Visitas, Casa de Hidalgo, Templo de la Tercera Orden, Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, Casa de Abasolo, Parroquia de la Asunción y Templo del Calvario.
5. Hacienda de la Erre. Fue el primer cuartel del ejército insurgente. Es una de las haciendas más antiguas del país. A 8 kilómetros de Dolores Hidalgo.
Cómo llegar
En automóvil: Autopista 55 y 57, carretera federal 111 y 1.
PARADA 4. GUADALAJARA, JALISCO
El 26 de noviembre de 1810, don Miguel Hidalgo entró aGuadalajara, gracias a un insurgente apodado, el “Amo Torres” quien organizó el recibimiento con autoridades civiles y eclesiásticas para llevarlo hasta la Catedral. La ciudad estaba adornada con arcos de flores, banderas y pendones.
Después de la ceremonia, el cura Hidalgo se hospedó en el Real Palacio, hoy Palacio de Gobierno, donde recibió a todas las comisiones y disfrutó un banquete. Durante sus primeras dos noches en Guadalajara, la ciudad lucía iluminada con cera y aceite, y la orquesta deleitaba a los asistentes. En este lugar el cura Hidalgo decretó la abolición de la esclavitud, razón por la cual José Clemente Orozco, pintó a don Miguel Hidalgo con la antorcha de la libertad en la escalera del edificio.
Los insurgentes permanecieron en esta ciudad hasta el 14 de enero de 1811. En ese tiempo se publicó el diario insurgente El despertador americano, considerado el primer periódico independiente de América. El sitio donde se alojaba la imprenta, actualmente es el Museo del Periodismo y Artes Gráficas, mejor conocido como la Casa de los Perros.
5 imprescindibles
1. Instituto Cultural Cabañas. Declarado Patrimonio de la Humanidad, fue diseñado por Manuel Tolsá y en sus orígenes fue albergue para niños y ancianos. Durante la Independencia sirvió como almacén para armas, tropas y caballos. Desde 1983 se ha dedicado a la difusión cultural.
2. Plaza de Armas. Escenario de importantes sucesos históricos, es el lugar ideal para apreciar la ciudad.
3. Recorrido por la ciudad. Paseo a los principales edificios de la ciudad, las calles antiguas y las zonas comerciales, ya sea a bordo del Tapatío Tour o de las calandrias.
4. Templo Expiatorio. Su estilo neogótico se enaltece por involucrar diversos elementos de varios países: vitrales de Francia, mosaicos italianos del Vaticano y un reloj de Alemania con 25 piezas musicales.
5. Tequila Express. Un espléndido viaje a las tierras del tequila, a bordo de un tren y acompañado del mariachi.
Conoce más
El 17 de enero de 1811 tuvo lugar el último combate de la primera etapa de la Independencia conocido como Batalla del Puente de Calderón (a 35 km de Guadalajara). La pelea fue entre los insurgentes –alrededor de diez mil hombres– y los realistas –seis mil–. La tropa de Hidalgo en un principio iba triunfando pero una explosión en la artillería insurgente provocó el temor de éstos quienes huyeron de la zona.
Sabías que...
El despertador americano sólo duró un mes y publicó siete números. Con la derrota de las fuerzas insurgentes en el Puente de Calderón desapareció el periódico. Los ejemplares sobrantes fueron quemados públicamente y los redactores fueron enjuiciados.
Cómo llegar
En automóvil: Autopista 45, 80 y 90, carretera federal 110.
PARADA 5. PABELLÓN DE HIDALGO, AGUASCALIENTES
Al norte del estado, se localiza este poblado donde los independentistas llegaron tras la batalla de Puente de Calderón. Era evidente una gran tensión entre Hidalgo y Allende; Allende culpaba a Hidalgo del fracaso debido a su falta de experiencia militar, pero sobre todo por no escuchar las recomendaciones de los demás.
Envueltos en este ambiente de desánimo y hostilidad llegó el ejército insurgente a la Hacienda y Templo de San Blas de Pabellón, hoy conocido como Pabellón de Hidalgo. Las paredes de esta hacienda fueron testigos de la remoción del cura Hidalgo por parte de los altos mandos del ejército insurgente y el nombramiento de Allende como general en jefe de las tropas insurgentes. Don Miguel Hidalgo conservó el cargo político y título de generalísimo.
Visitar este sitio significa recorrer los pasillos de uno de los momentos más álgidos en la vida del cura Hidalgo. Por eso en 1964 abrió sus puertas como Museo de la Insurgencia, con cuatro salas permanentes.
3 imprescindibles
1. Rincón de Romos. Esta localidad recuerda el paso del cura Hidalgo por sus tierras. Posee también uno de los recintos más famosos del estado: el Templo y Santuario del Señor de las Angustias. A 7 kilómetros de Pabellón de Hidalgo.
2. San José de Gracia. La magia de este lugar se manifiesta en elSantuario del Cristo Roto, en el embarcadero y en el mirador con una amplia carta de platillos típicos de la zona. A 21 kilómetros al oeste.
3. Parque Aventura Boca del Túnel. Por encontrarse en la Sierra Fría brinda una interesante biodiversidad, tiene cabañas para hospedarse y actividades al aire libre. A 40 kilómetros.
Sabías que...
Durante el movimiento independiente, Hidalgo se hacía tratar como un soberano: vivía rodeado de guardias, andaba del brazo de una joven hermosa y aceptó el título de “Alteza Serenísima”.
Cómo llegar
En automóvil: Autopista 90, 80 y 45, carretera federal 80, 45 y 20.
PARADA 6. CHIHUAHUA, CHIHUAHUA
La capital chihuahuense fue el escenario del trágico fin del Padre de la Patria. En el centro se ubica el Museo Casa Chihuahua, donde está el calabozo de Hidalgo en el que pasó sus últimos días. La noche antes de morir, escribió con carbón en las paredes unos versos para agradecerle a su carcelero y alcalde sus buenos tratos.
Algunas crónicas cuentan que el alcalde de la prisión procuró suavizar la estancia de Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez, pues en cuanto se enteró que el chocolate no había sido de su agrado pidió en su casa que le llevaran cuatro pozuelos más con bizcochos. Esto se repitió todos los días. Lo mismo hizo con los alimentos: sopa, arroz, un guisado al cual llamaban olla –una especie de puchero– y el arroz con leche de postre. También les conseguía cigarros.
5 imprescindibles
1. Palacio de Gobierno. Es una de las construcciones más significativas de la ciudad. En su interior se alojan el Museo de Hidalgo, con dioramas y medios audiovisuales que presentan los hechos más destacados en la historia de México; y la Galería de Armas que muestra una basta colección de las armas utilizadas durante la Independencia.
2. Plaza Mayor. Aquí se erige una columna de cantera y mármol en cuya cúspide está el Ángel de la Libertad.
3. Iglesia de San Francisco. Es una de las más antiguas de la ciudad, y hasta1823 mantuvo los restos de don Miguel Hidalgo, mismos que fueron exhumados y trasladados a la ciudad de México.
4. Calle Libertad. En este corredor peatonal encontrarás el sabor de Chihuahua, con una amplia oferta de restaurantes y tiendas de dulces.
5. Grutas Nombre de Dios. Impresionantes formaciones rocosas tienen lugar ahí: la Torre de Pisa, el Gran Cañón, El Quijote o un águila, son algunas de las varias figuras apreciadas, con mucha imaginación, en esta gruta de alrededor de 1,330 metros de longitud. A 5 kilómetros de la ciudad.
Sabías que...
Don Miguel Hidalgo hablaba otomí, náhuatl y purépecha. Era traductor de francés y aficionado a la lectura de obras de artes y de ciencias.
México Desconocido