La autora Jennifer Clement revela a Excélsior que le tomó una década traducir La suave patria, el poema canónico de Ramón López Velarde
JUAN CARLOS TALAVERA
Traducen al inglés alma mexicana
Clement es mexico-estadunidense. En 2015 se convirtió en la primera mujer presidenta de PEN International desde que se fundó la organización en 1921.
CIUDAD DE MÉXICO.
La suave patria, de Ramón López Velarde (1888-1921), desembarcó en tierras inglesas bajo el título de The Soft Land, la más reciente traducción del poema que preserva la esencia del alma mexicana, para celebrar el 130 nacimiento del poeta jerezano que se cumple el próximo viernes.
La edición bilingüe (inglés-español), publicada por el sello Shearsman Books, fue traducida por la autora mexico-estadunidense Jennifer Clement, quien tardó una década para lograr una versión que sortea las acrobacias de la rima en español. También está ilustrada por el Nuevo biombo de la Conquista, de Gustavo Monroy, y acompañada por un ensayo de Luis Miguel Aguilar.
En dicho texto, Aguilar —ganador del premio del Festival Internacional de Poesía Ramón López Velarde 2014— escribió que este poema “repleto de mujeres” se escucha como un rezo o un conjuro, que mantiene la versión de Clement, cuya eficacia en inglés no habría disgustado a Jorge Luis Borges.
Y recuperó lo que Villaurrutia pensaba sobre el poeta zacatecano: “En la poesía mexicana, la obra de López Velarde es, hasta hoy, la más intensa, la más atrevida tentativa de revelar el alma oculta de un hombre; de poner a flote las más sumergidas e inasibles angustias; de expresar los más vivos tormentos y las recónditas zozobras del espíritu ante los llamados del erotismo, de la religiosidad y de la muerte”.
FASCINACIÓN Y ACROBACIA
La primera traducción de La suave patria fue hecha en 1995, por Margaret Sayers Peden, y circuló de manera moderada. Así que The Soft Land será la segunda oportunidad para este poema y un nuevo acercamiento al también autor de Zozobra y La sangre devota.
“Lo que más me sorprende de esta poesía es el atrevimiento de sus metáforas, la acrobacia y la carga simbólica y profunda de sus palabras. Para mí, López Velarde es genial y sorpresivo. Me enamoré de su poesía cuando leí su poema Tus dientes”, dijo Clement a Excélsior.
“También estoy fascinada con su mito personal y la existencia de Josefa de los Ríos, a quien el autor llamó Fuensanta; me fascinó su foto y saber toda la poesía que construyó gracias a ese ser, más allá de su amor a la provincia, el cual comparto”, añadió la traductora.
¿Cómo fue el proceso de traducción?, se le preguntó. “Me tomó 10 años. Lo intenté una vez y lo abandoné, volví a intentarlo y lo abandoné; es un poema de una acrobacia tan inusual como única. No fue fácil. Además, hoy existe un mayor interés por este poeta fuera de México debido a que hay un antes y un después en la poesía mexicana con López Velarde”.
¿Qué hace a este poema tan atractivo? “No sólo era traducirlo, sino que fue una labor por conocerlo profundamente. Algo que me atrae de López Velarde es su mundo de mujeres, algo que también está en mi trabajo narrativo, y para eso también podemos leer otros poemas como La tejedora, Mi prima Águeda, La doncella verde y La dama de los guantes negros.
¿Por qué es tan poco conocido fuera de México? “No es por falta de interés; es que es muy difícil de traducir. Ojalá esta traducción ayude. Lo que asombra de México es que autores, críticos, poetas y periodistas están enterados de quiénes fueron Wisława Szymborska, Walt Whitman, Rimbaud y todo lo que sucede en la literatura del mundo. Pero si vas a Inglaterra o a Estados Unidos... nadie te puede hablar de Villaurrutia o López Velarde”.
ECOS Y RIMAS
Uno de los mayores retos de esta traducción fueron las rimas perfectas del poeta zacatecano, reconoció Clement. “Es cierto que La suave patria depende mucho de sus rimas, pero mi traducción está más al servicio del sentido que de la rima. El reto fue descubrir la manera de asimilar esa acrobacia en español, con sus imágenes extrañas y rimas perfectas. ¿Cómo crear ese contenido juguetón en inglés sin reproducir las rimas?... como traductora ese fue el reto más grande”, dijo.
¿Ha hallado ecos de La suave patria en la poesía inglesa? “Me han dicho que este poema recuerda a otros dos de Whitman —quizá pudo leerlos—, y me refiero a: I Hear America Singing (Escucho a América cantar), que es también un poema patrio, y Song of Myself (Canción de mí mismo), con el cual podría entablar un diálogo; además de La tierra baldía de T. S. Eliot”.
¿Faltan poetas mexicanos por conocerse en inglés? “¡Falta que muchos grandes autores mexicanos lleguen ahí! Se conoce a Sor Juana hasta cierto punto y a Octavio Paz, aunque más por sus ensayos, a Juan Rulfo y a Carlos Fuentes, pese a la riqueza literaria de México”.
ESPEJO ROTO
Para ilustrar The Soft Land, Clement pensó en el Nuevo biombo de la Conquista, del pintor Gustavo Monroy, pieza creada en 2012, que reinterpreta el Biombo de la Conquista, obra anónima del siglo XVII que se expone de manera permanente en el Museo Franz Mayer.
En entrevista por escrito, Monroy reconoció que la imagen del biombo original le recordó el poema de López Velarde, el cual observó como una suerte de espejo donde los mexicanos pudieron reflejarse. “Primero pensé que esa visión idílica de la Ciudad de México se puede ver en la versión original, que me recordaba al poema de López Velarde, en contraste con la otra cara del Biombo que es sumamente violenta por los hechos históricos ahí representados”.
Reconoció que La suave patria pudo ser el espejo donde alguna vez los mexicanos pudimos vernos... el cual se ha roto para siempre. Tal vez ese espejo, ahora negro como la obsidiana, es el agujero negro de esta violencia infernal”, concluyó.
LA SUAVE PATRIA (FRAGMENTO)
Proemio
Yo que sólo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo
para cortar a la epopeya un gajo.
Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.
Diré con una épica sordina:
la Patria es impecable y diamantina.
Suave Patria:
permite que te envuelva
en la más honda música de selva
con que me modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero.