La cálida y entrañable figura de Hugo Gutiérrez Vega faltó por vez primera en materia a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, pero no en sustancia, pues en el homenaje que se le brindó esta noche la poesía del jalisciense anidó primero y tomó vuelo después en la voz de su viuda Lucinda Ruiz Posada.
Fernando del Paso, estoico en su silla de ruedas, resistió las dos horas del acto que en el salón Juan Rulfo convocó a cientos de personas, para recordar la entrañable amistad que los unía, las barbas blancas que compartieron los últimos años y su alegría conjugada con tristeza porque “su ausencia pesa mucho”.
El propio Raúl Padilla López, en su calidad de presidente de la FIL, recordó las tertulias que a principios de la década de los 70 del siglo pasado, realizaba Gutiérrez Vega con grandes amigos como Ignacio Arreola, Guillermo García Oropeza, Gabriel Flores o Efraín González Morfín. Gonzalo Celorio también trajo a cuento anécdotas del ensayista y director de La Jornada Semanal, de quien afirmó fue un hombre cuya honestidad estuvo a toda prueba, mientras Coral Bracho también dio lectura a poemas de la época diplomática de Gutiérrez Vega.
Fuente: www.jornada.unam.mx