Juan Villoro tiene la cualidad de romper la ecuación distancia-velocidad-tiempo. Los 200 metros que separan a la entrada de la FIL con el estudio de El FINANCIERO BLOOMBERG pueden recorrerse en un minuto. Pero si se camina al lado de este enorme escritor, el acumulado puede llegar a la media hora porque los fanáticos de su obra le van deteniendo para la selfie, para la foto, o para la firma del libro recién comprado. Generoso, el autor de La casa pierde no hace gesto alguno de desagrado, aunque las paradas le compliquen la agenda de entrevistas, de presentaciones de libros o de ponencias sobre la literatura mexicana. Villoro es querido, entre otras cosas, por eso: el lector es su primera y última excusa. Lo persiguen los fans del futbol, las jóvenes de la prepa o los hombres y mujeres maduros que le siguen como una punta moral de este México al borde del área grande del abismo.
___Va a presentar aquí un libro del caricaturista Naranjo, uno de los signos más éticos que tiene el periodismo en México...
___Sí, Rogelio Naranjo es una leyenda de la caricatura en el país, un gran comentarista de todos los desastres que hemos tenido. Yo creo que México tiene recursos naturales muy renovables y por desgracia uno de ellos son los errores de los políticos, y él ha encontrade en los políticos una especie de musas furibundas que lo estimulan a reaccionar con el sentido del humor. Hicimos un libro juntos que se llama Funerales preventivos, que recoge buena parte de su trayectoria. Recogerla toda sería imposible porque ha hecho más de 13 mil cartones -lo cual se dice fácil tomando en cuenta el grado de tabajo que pone en todos ellos-, y yo reaccioné ante ciertas series de dibujos que fui escogiendo, con fábulas políticas. Muchas veces se dice que México es un país donde Kafka sería un autor costumbrista, entonces me quise valer de este principio para demostrar que, en efecto, si yo analizo la realidad a partir de las caricaturas de Naranjo, lo único que puedo hacer es escribir fábulas kafkianas sobre nuestra política.
Fuente: www.elfinanciero.com.mx