La mitología griega, nórdica y hasta la prehispánica ha sido muy estudiada a lo largo de los años, pero ¿qué hay de una de las más fascinantes de todas? La japonesa
VICE / GABRIELA HERSTIK. EXCELSIOR.
folclor japonés está lleno de espíritus femeninos y demonios poderosos que aterrorizan a los vivos. El tema en común de sus vidas y sus muertes es la transgresión: esposos mujeriegos, hijos asesinados o vergüenza familiar.
Estos espíritus buscan venganza y tratan de ejercerla en todo lo que encuentran. Mientras que algunos tienen la capacidad de matar, otros simplemente ven cómo sufren y mueren las personas que los hicieron sufrir. La maldición de estos fantasmas vengativos es contagiosa como una enfermedad y hasta puede dejar un área infectada aún después de que se vaya el fantasma.
Oiwa
La historia de Oiwa es una de las historias de fantasmas más famosas de Japón. El esposo de Oiwa la envenenó y desfiguró su rostro para poder casarse con la nieta de un vecino adinerado. La pobre mujer no pudo soportar ver que su rostro estaba desfigurado, su ojo colgaba y se le caían mechones de cabello. Murió de locura y corazón roto por la traición de su esposo. Sin embargo, su esposo termina atormentado por su fantasma que ve con frecuencia en linternas de papel.
SazaeOni, caracoles marinos
Aunque su nombre no sea el más intimidante, las sazaeoni son caracoles marinos que atormentan los siete mares y adquieren forma de mujeres hermosas para atraer marineros. Estas criaturas fingen estar ahogándose y atacan a sus salvadores después de que las "rescatan". Hay una leyenda de una sazaeoni que rescataron unos piratas y no la reconocieron como demonio. Después de que la violaron, la criatura arrancó todos sus testículos uno por uno y pidió oro por sus "kintama" o "bolas de oro".
YamaUba, bruja de la montaña
La yamauba es una vieja bruja que vive y asecha en las montañas y se come a todos los desafortunados que cruzan su camino. Usualmente aparece en forma de una mujer joven que ofrece cobijo a los viajeros perdidos. Cuando el viajero se queda dormido, usa su cabello como trampa para su víctima, la arrastra, la mete a su boca y se la come. Se dice que la yamauba era una mujer normal que vivía en la zona cuando hubo una hambruna. Su familia no podía alimentarla y la dejaron en el bosque para que muriera de hambre. Después de un tiempo encontró refugio en una cueva, aunque se volvió loca y empezó a comer gente. Se convirtió en la yamauba por desesperación o ira...
Puedes leer la nota original en:
*Este contenido es publicado con autorización de Vice.