Ayer se presentó en Bellas Artes 'Carpe Risum. Inmediaciones de Rabelais', libro póstumo del lingüista
JUAN CARLOS TALAVERA. EXCELSIOR.
UN homenaje a la risa y a la gula del lenguaje. Bajo esa idea el polígrafo y lingüista Ernesto de la Peña (1927-2012) escribió Carpe Risum. Inmediaciones de Rabelais, libro que el Fondo de Cultura Económica (FCE) pública de forma póstuma, donde el autor bordea la vida y la obra del escritor francés François Rabelais.
CIUDAD DE MÉXICO. El título, que fue acuñado por el propio De la Peña, significa “el goce de estar vivo es la risa”, como ayer lo comentaron el ensayista PhilippeOlléLaprune, el narrador y poeta Vicente Quirarte y su viuda María Luisa Tavernier en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Sin embargo, al término de la presentación, María Luisa Tavernier comentó a Excélsior que aún no ha conseguido publicar el conjunto de poemas Palabras invernales, de Ernesto de la Peña, volumen con una centena de poemas que no han visto la luz.
Claro que pienso publicar este conjunto de poemas pero aún no encuentro la editorial. Teóricamente será el FCE, pero luego se tardan un poquito, pues ese libro debió haber salido hace dos años”, dijo.
Adelantó que el libro no contará con un prólogo especial ni con un ensayo introductorio. “Cuando hay poesía debemos dejarle a la gente que la lea en bruto, porque es para disfrutarse. La poesía se disfruta y no necesita explicaciones. Como decía Borges: el que pregunte para qué sirve una flor, es que nunca lo va a entender”, explicó.
Durante la presentación de Carpe Risum. Inmediaciones de Rabelais, OlléLaprune explicó que éste es un ensayo sin demagogia, con un grado muy alto de conocimiento, enfoques, conocimiento y una profunda lectura sobre el escritor francés.
Se trata de un volumen accesible que pinta el paisaje de la época, una visión histórica de quienes han escrito y hablado sobre Rabelais –como Bajtín–, así como su relación con las literaturas anteriores y un acercamiento al hombre”, explicó.
Además, dijo que se trata de un libro fascinante y singular dedicado a los lectores mexicanos que ya conocen un poco sobre la obra del francés, pues aunque él no desarrolló una tesis sobre el autor, tampoco le habla a los lectores que no lo conocen.
Por su parte, Vicente Quirarte recordó al miembro de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) y las extensas charlas que ofreció sobre el significado y la etimología de cada palabra, lo definió como un escritor tardío cuya musa fue María Luisa Tavernier no sólo en el sentido de que lo inspiró sino como responsable de animarlo a publicar sus
ideas.
Sobre el libro, Quirarte explicó que éste no pretende ser erudito, y recordó que el volumen le recuerda las palabras de José Joaquín Fernández de Lizardi, sobre que no todos los que leen saben leer ni comparten su
conocimiento.
Aunque en el caso de Ernesto de la Peña fue alguien que dedicó toda su vida a aprender, toda esa etapa en la cual el ser humano se dedica a escribir y poner en letra lo que aprende, él se dedicó a aprender y a compartir ese conocimiento con nosotros”, recordó Quirarte.