La industria que graba, produce, recupera y difunde música de concierto y tradicional de México no será sostenible en 10 años, coinciden productores
JUAN CARLOS TALAVERA. EXCELSIOR.
La caída de las ventas en un 40%, la falta de estímulos de las secretarías de Cultura o Hacienda, el cierre de tiendas, la piratería y el incremento en el precio del dólar han propiciado una aguda crisis en la industria del disco clásico y tradicional en México.
Así lo dicen a Excélsior José Luis Rivera, de Quindecim Recordings, Modesto López, de Ediciones Pentagrama, y Ranulfo Mandujano, de Tempus Clásico, quienes suman dos problemas más: la venta de esta música por internet no rebasa el 5%, y las librerías Educal –uno de los puntos de venta más fuertes–ya no son funcionales debido a su modelo burocrático.
Éste es el panorama de la industria que graba, produce, recupera y difunde música clásica, de concierto y tradicional de México, y algunas propuestas para sobrevivir al precipicio.
Primero habla José Luis Rivera, quien reconoce que el disco clásico está en un callejón sin salida y sentencia que a este oficio le quedan menos de diez años para su extinción, pues el mercado hoy apuesta por lo que vende.
Comenta que en los mejores años
–entre 2007 y 2009– Quindecim realizó entre 15 y 20 producciones por año, mientras que en 2015 sólo consiguió lanzar tres, debido a que la operación y distribución de este sello apenas alcanza el 20% de lo que tenía en aquellos años.
“Lo más triste fue cuando la librería Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo redujo potencialmente su espacio para exhibir el disco de música clásica y de World Music. Hoy esta sucursal sólo tiene dos muebles pegados a la ventana con este material, y el resto es popular o espacios que comercializan juguetitos para niños, incluso ha metido un Starbucks”.
El mismo panorama encuentra en las ferias del libro, como la de Guadalajara, donde predominan los títulos comerciales y cada vez más se cierra el espacio para mostrar el disco clásico o tradicional.
Esto lo llevó a buscar un mercado alternativo, más allá de Mixup y de librerías como Gandhi o Educal, utilizando estantes giratorios en tiendas de artesanías, puntos turísticos, galerías, librerías alternativas, restaurantes y las ferias del libro, “que hoy se asumen como los mayores puntos de venta”, reconoce.
Además, lamenta que YouTube y Spotify hayan mermado el mercado y la calidad de la música, porque el mp3 es un formato de alta demanda, pero mala calidad. “Porque cuando escuchas un mp3 sólo tienes el 5% de lo que deberías escuchar en calidad de audio”.
¿Cómo afecta el dólar a Quindecim? “Tremendamente porque todos los costos son en dólares: el papel, la maquila, el copiado, los derechos. Así que la más reciente alza se comió la poca utilidad que teníamos”.
Y aunque destaca la existencia de proyectos del Fonca para impulsar este tipo de grabaciones, lamenta que en el futuro la Secretaría de Cultura, encabezada por Rafael Tovar y de Teresa, sólo impulsará proyectos y productos digitales. “Esa será la regla, la tendencia y la política que se establecerá en el futuro”.
¿Por qué Educal ya no es funcional? “El proyecto de comercialización en Educal era exitoso, pues funcionaba con su propio presupuesto y ventas, pero desde 2013 el esquema cambió, se le retiró el presupuesto y la autogestión, por lo que ahora envía el dinero a Hacienda y uno tarda en cobrar entre un año y año medio, lo cual no nos permite proyectar nuestro trabajo”.
Después habla Modesto López, quien reconoce un panorama adverso ante el cierre de tiendas en todo el país y la imposibilidad de incrementar el precio del disco desde hace ocho años, pese al alza del dólar.
Aunado a esto, señala una falta de atención especial por parte de la SHCP a empresas de carácter cultural, como la inexistencia de una política cultural para apoyar la difusión de la música de los pueblos y la cultura de México y América Latina.
“Muchos recuerdan la música mexicana y hablan orgullosamente de ella, pero únicamente lo hacen durante las fiestas patrias... y lo único que ponen es mariachi como si fuera la única música que suena en México... Pienso que es una ofensa al resto de la cultura musical de este país”.
Esto implicaría la omisión de las grabaciones de la Banda de Tlayacapan, que tocó con la tropa de Emiliano Zapata, o del grupo La princesa Donají con más de 90 años de creación, apunta.
¿Cómo beneficia la creación de la Secretaría de Cultura a este mercado?, se pregunta. “No tiene presencia a favor ni en contra, porque en lo nuestro no hay ningún cambio”.
¿El mercado digital rescataría este mercado? “Eso no tiene futuro para nosotros. Porque la gente joven, que tiene un amplio acceso, está influenciada por el consumo de música comercial. Además, las ventas digitales de los últimos años no han crecido”.
Por su parte, Ranulfo Mandujano coincide en la mayor parte de señalamientos y acepta que el panorama “es más aterrador que nunca, en particular porque el tipo de cambio y la merma en la distribución es lo que más nos ha golpeado”.
Aunado a esto asevera que desde 2015 las ventas se han reducido en un 40%. “Lo que más me ha golpeado es el tipo de cambio. Fue muy sorpresivo este año porque fue un descalabro inesperado”.
Y lamenta el posible cierre de 10 tiendas Mixup para este año. “Algo que me deprimió fue que en la cadena de librerías Gandhi no sólo se redujeron los espacios, sino que en sucursales como Querétaro decidieron cerrar estas secciones”.
Medidas
Acciones que podrían apoyar la industria:
Promover estímulos a la música, como Eficine y Efiteatro.
Plantear créditos blandos a proyectos culturales y músicos independientes, con 50% menos de interés.
Destinar una hora del tiempo aire en los medios para difundición.
Combatir mejor la piratería.
Incrementar el porcentaje de subvenciones a estos materiales a través del FONCA.
- Que las autoridades de la Secretaría de Cultura se acerquen a este mercado y evalúen su potencial.