Por Mónica Mateos-Vega. La Jornada.
Ciudad de México. Para rendir un homenaje al escritor Salvador Elizondo (1932-2006), a 10 años de su fallecimiento (que se cumplen el próximo 29 de marzo), el Fondo de Cultura Económica presentó esta noche el libro Diarios 1945-1985, una selección de los textos íntimos y personales que el autor plasmó en más de cien cuadernos durante toda su vida.
Además, se inauguró en la librería Rosario Castellanos de la colonia Condesa, una exposición dedicada a quien se consideraba un “artesano del lenguaje”.
Su máquina de escribir Olivetti, el último de sus diarios, donde hay una anotación realizada tres días antes de morir, fotografías, así como acuarelas y dibujos realizados por Elizondo conforman la muestra que abarca desde la infancia hasta la madurez del autor de El grafógrafo.
La viuda del escritor, la fotógrafa Paulina Lavista, tuvo a su cargo la coordinación del libro, así como la selección del material que lo integra. Durante tres meses leyó alrededor de 83 libretas, cinco noctuarios -diarios de noche-, cuatro o cinco cuadernos de tarde, y 17 cuadernos de escritura, sin contar los cuadernos de dibujo y pintura, guiones y centenares de cartas que dejó su esposo.
Diarios 1945-1985 es un volumen impreso a dos tintas, ordenado cronológicamente en 12 capítulos, en el que se descubre, principalmente, a un gran lector, a un incipiente escritor, a un gran filósofo, “a un hombre de carne y hueso, que disfrutó la vida y los viajes, pero sobre todo la literatura”, dijo Lavista durante la presentación del libro.
La edición y curaduría de esa obra (que recibió el premio al Arte Editorial 2015 que otorga la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana) estuvo a cargo de Gerardo Villadelángel.