Un libro coordinado por el autor de El nombre de la rosa y editado por el FCE, pone en su justa dimensión ese largo periodo histórico
JUAN CARLOS TALAVERA. Excélsior.
A un mes de la muerte de Umberto Eco (1932-2016), recordado el pasado 19 de marzo, el Fondo de Cultura Económica (FCE) publica el libro La Edad Media. I. Bárbaros, cristianos y musulmanes, coordinado por el autor de El nombre de la rosa, donde reúne diversos textos sobre filosofía, ciencia, tecnología, literatura, teatro, música y artes visuales, para mostrar el escaso conocimiento que existe en torno a esta época donde están las raíces de la cultura occidental.
“Los siglos medievales no son una edad oscura”, afirma Eco, “si con esta expresión se entienden siglos de decadencia física y cultural, siglos sacudidos por terrores abismales, fanatismos e intolerancia, pestes, hambrunas y matanzas”, detalla el autor en la introducción.
De inicio, el escritor y filósofo, autor de novelas como El péndulo de Foucault, Baudolino y Número cero, explica que ubicar históricamente este espacio en la historia no es fácil porque no se le puede encasillar en un siglo: “La Edad Media no es un siglo. No es un siglo como el XVI o el XVII y tampoco es un periodo con características fácilmente reconocibles como el Renacimiento, el barroco o el romanticismo”.
Es más bien, añade, una secuencia de siglos que recibieron ese nombre del historiador y humanista Flavio Biondo (1392-1463), a quien se le atribuye la división de la historia en tres periodos: la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Moderna.
Biondo esperaba y vaticinaba el retorno de la cultura de la antigüedad clásica, y aseguraba que el periodo entre la caída del Imperio romano, en el año 476, hasta 1492, año en que se descubrió América.
Esto implica que la Edad Media tuvo una duración aproximada de mil dieciséis años, donde existió una infinidad de hechos históricos, desde las invasiones bárbaras, hasta la expansión árabe, el feudalismo, la obra de Dante Alighieri y la Conquista turca de Constantinopla.
Al pensar en la Edad Media se debería hablar de un periodo dividido en tres momentos: la Alta Edad Media, que va de la caída del Imperio romano al año 1000. Después hay un Medievo intermedio, del año 1000 a la Baja Edad Media, que a pesar de su connotación negativa “es la época gloriosa en la que Dante concluyó su Divina comedia, y en la que escribieron sus obras Petrarca y Boccaccio”, dice Eco.
Edgar Krauss, editor de la obra, explica que el volumen, en el que participan numerosos especialistas italianos, demuestra que aún persisten numerosos prejuicios sobre este periodo de la historia europea.
Aunque para algunos pensadores la época actual es más religiosa que la Edad Media, opina, las nuevas religiones, incluyendo la fe en la tecnología y el capitalismo, es más drástica, que la religión en el medievo.
Gusto por la luz
El libro se divide en seis partes. La primera dedicada a la historia y está escrita por el propio Eco; la segunda aborda la ciencia y la tecnología (Pietro Corsi); la tercera profundiza en la literatura y el teatro de ese periodo (Ezio Raimondi y Giuseppe Ledda). A continuación sigue un apartado dedicado a las artes visuales, a cargo de Valentino Pace, y cierra con el estudio de la música hecho por Luca Marconi y Cecilia Panti.
En el capítulo dedicado a la literatura, los autores no sólo dan cuenta de la Biblia y los poemas bíblicos, sino de las aportaciones de humanistas como Beda el Venerable, un monje benedictino que escribió el primer manual práctico didáctico sobre los aspectos más problemáticos de la ortografía latina en De orthographia.
También se aborda la evolución del teatro y cómo a la caída del Imperio romano de Occidente, por el colapso social y cultural del mundo antiguo, se extinguieron las formas teatrales y los espectáculos hasta entonces exitosos.
Tal fue el caso de los ludi circenses, que incluían gladiadores y carreras de carros, representaciones de batallas navales o las venationes (lucha con fieras). Sin embargo, “la decadencia y la lenta extinción del sistema romano del espectáculo, condenó al silencio y al olvido, durante siglos, a toda la tradición escénica y el ritualismo pagano de la fiesta espectáculo”, desde la pantomima hasta la teatralidad nómada. Sin olvidar que de este periodo datan escritores como Wolfram von Escenbach, Snorri Sturluson, Alfonso X el Sabio, Marco Polo, Francesco Petrarca, Dante, entre mucho otros.
La Edad Media también debiera ser recordada como ese periodo histórico en que se desarrolló el nuevo sistema de arreo y herraduras, la mejora del arado, la primera brújula, el perfeccionamiento del astrolabio, se inventó el timón de codaste y las modificaciones en el velaje, que a la postre utilizaría Cristóbal Colón para llegar a América.
Eco asegura que “para refutar el mito de la “edad oscura”, es oportuno reflexionar sobre el gusto medieval por la luz”, por lo que durante la Edad Media la belleza fue asociada a la luz y los colores rojos, azules, dorados, plateados, blancos y verdes”.
Título: La Edad Media. I. Bárbaros, cristianos y musulmanes
Coordinador: Umberto Eco.
Editorial: FCE, México, 2016; 864 pp.