Luis Fernando Solís Ávila revela las entrañas de obras de Félix Candela, Enrique Landa, Pedro Ramírez Vázquez y Teodoro González de León
JUAN CARLOS TALAVERA. EXCÉLSIOR
Luis Fernando Solís Ávila es autor del libro Principios estructurales en la arquitectura mexicana. Foto: Mateo Reyes
CIUDAD DE MÉXICO.
La obra emblemática de arquitectos como Félix Candela, Enrique Landa, Carlos Mijares, Pedro Ramírez Vázquez, Teodoro González de León y Honorato Carrasco, entre otros, es analizada, revisada y compilada en el libro Principios estructurales en la arquitectura mexicana, donde Luis Fernando Solís Ávila revela las entrañas de 27 edificios mexicanos que han hecho historia, apoyado en una aplicación para teléfonos inteligentes que pueden construirse en realidad aumentada.
Este volumen, que será presentado hoy a las 19:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, no sólo revela esa arquitectura, que hoy muchos han olvidado a pesar de su reconocimiento internacional, sino que permite observar los huesos de edificios como el Palacio de los Deportes, la Alberca Olímpica, la cubierta del patio principal del Palacio de Minería, el Auditorio Nacional, la Basílica de Guadalupe, el Museo José Luis Cuevas, el Conjunto Aristos, el Conservatorio Nacional de Música, el Museo de Historia Natural y el Conjunto Calakmul, entre otros.
El volumen es editado por Trillas y contiene una aplicación descargable mediante un Código QR, que permite revisar paso a paso la construcción de cada uno de estos edificios, detalló Solís Ávila, donde es posible observar los elementos de tensocompresión, tensotracción y flexión de cada edificio.
Durante la entrevista, Solís Ávila reconoció que la arquitectura en México fue de vanguardia en los años 50 y 60 porque el país crecía a una velocidad impresionante, lo que implicó un desarrollo brutal. Dicho crecimiento llegó al grado de que a México llegaron personajes tan importantes como Max Cetto o Mathias Goeritz.
Por desgracia, actualmente lo que domina en el ámbito de la arquitectura es el negocio y otro tipo de intereses, como la monumentalidad, y no la combinación de tres elementos que imperaron en la arquitectura de los años 50 y 60: la suma de conocimientos científicos, humanísticos y artísticos.
Por último, habló sobre la devastación y la falta de conservación de los edificios históricos, en particular del siglo XVIII y XIX. “Uno tiene que respetar y cuidar sus raíces y tradiciones, entre ellas la arquitectura, porque ésta en todas sus épocas ha tenido valores inmensos que lamentablemente se han ido perdiendo. Sin embargo, desde la arquitectura colonial, del periodo barroco y el plateresco son valiosísimas sin importar su dimensión física”, dijo el autor.
Luis Fernando Solís ha sido catedrático de la UNAM desde 1976, en 2004 recibió el Premio Universidad Nacional, premio “José Villagrán” a la Práctica Docente, y autor de libros como La remodelación de la Biblioteca Central y Los arquitectos forjadores del campus de Ciudad Universitaria.