México desconocido
Descubre esta iglesia -poco conocida-, ubicada al oriente de la ciudad de Puebla, donde el Gral. Ignacio Zaragoza se concentró para planear (y llevar a cabo) la Batalla del Cinco de Mayo.
Ubicada al oriente de la ciudad de Puebla, frente a un parque que luce un poco olvidado, la Iglesia de Los Remedios, fue el importante bastión donde el General Ignacio Zaragoza decidió concentrarse para planear (y llevar a cabo) la heroica defensa de la “capital de los ángeles”, ante la inminente llegada del ejército francés encabezado por el experimentado Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez, durante los primeros días del mes de mayo de 1862.
De elegante fachada azul y luciendo actualmente una sola torre completa, esta discreta edificación religiosa fue originalmente la capilla de un desaparecido fuerte que, al igual que los sustentados en los cerros de Loreto yGuadalupe, tenía como misión la obstrucción (total o parcial) del paso de los soldados europeos (la mejor fuerza militar de la época) en su camino -por la vieja vía que venía del Puerto de Veracruz- hacia la región centro del país.
En este sitio determinante, al cual la historia le ha hecho poca justicia, fue donde participó activamente durante la Batalla del Cinco de Mayo el General Ignacio Zaragoza, y no en los fuertes de Loreto o Guadalupe como mucha gente cree.
Fue aquí también donde sucedió un “milagroso” pasaje que salvó la vida del militar nacido en Bahía del Espíritu Santo, Texas, que entonces (1829) pertenecía a territorio mexicano. De acuerdo con la tradición, un soldado francés, que había logrado internarse en la nave central de Los Remedios, al ver una sombra disparó contra ella sin saber que la persona que hacía por ocultarse era el mismísimo jefe de la División de Oriente. El General Zaragoza libró la muerte al protegerse tras la escultura de un Cristo de madera que, finalmente, recibió el impacto de la bala (la cual aún puede apreciarse incrustada en la parte derecha de su doliente rostro).
Desde ese entonces, en el marco de las fiestas típicas deSemana Santa en la ciudad de Puebla, esta imagen (conocida también como el Cristo de la Columna o de Bala) es muy venerada por aquellos que han logrado sobrevivir tras haber recibido un ataque o asalto por arma de fuego.
Durante las horas que duró el terrible combate a las afueras de la segunda metrópoli más importante del país durante el siglo XIX aquel 5 de mayo, cinco telegramas dirigidos al Ministro de Guerra y al presidente Benito Juárez salieron de las paredes de este histórico espacio. El más importante y cuyo emotivo mensaje pasó a la posteridad fue aquel recibido en México hacia las 17:49 horas, y que indicaba lo siguiente:
“El ejército francés se ha batido con mucha bizarría... (sin embargo) ...su general en jefe lo ha hecho con torpeza...”, (por ello, finalmente) ...“Las armas nacionales se han cubierto de gloria”.