Las ciudades de Puebla y México, estableció la historiadora Emma Yanes Rizo, comparten problemáticas por lo que establecer un intercambio académico permite conocer su naturaleza y crecimiento, a la vez que dan sustento a la defensa del patrimonio cultural.
En el marco del ciclo La plaza principal, su entorno y su historia, que se inició en abril pasado en esta ciudad y continuó días atrás en la Ciudad de México, la investigadora de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señaló que una de las similitudes de las urbes es su crecimiento urbano dado a partir de su fundación.
El ciclo, que es organizado por el INAH a través de la DEH y la Universidad Autónoma de Puebla por medio del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”.
Yanes Rizo, coordinadora del encuentro junto con Francisco Vélez, director del Instituto Vélez Pliego, subrayó que este tipo de intercambios académicos permiten ver que “las ciudades y los edificios valen no sólo como edificaciones en sí mismas, sino por quienes las han habitado”.
La especialista resaltó que Puebla se fundó para aquellos españoles que habían participado en la Conquista, que no tenían tierra y se habían convertidos en vagabundos.
“La capital angelina se planificó como una urbe renacentista, como una república con ciertos límites de igualdad entre sus habitantes, quienes debían ser españoles de origen, casados, con un oficio, que construyeran una vivienda en un plazo corto y que no tuvieran esclavos”. Añadió que de esa manera, Puebla se conformó en una sociedad gremial de productores.
Emma Yanes acotó que en esta ciudad la traza se distribuyó en solares con las mismas dimensiones y con una plaza al centro, mientras que en los alrededores estaban los asentamientos indígenas.