Roy McKrank. Algarabía
El viento divino que se transformó en escuadrón suicida.
Kublai Khan —nieto del famoso Gengis— intentó invadir Japón en dos ocasiones, pero, en ambas, sendos tifones despedazaron a la flota mongola, obligando a los atacantes a retirarse, salvando de paso a Japón de una conquista extranjera.
Los Japoneses creyeron que los dioses habían enviado los tifones para protegerlos y los llamaron Kamikaze (神風) que significa «viento divino»
De acuerdo con la leyenda, el kamikaze fue creado por Raijin —dios del rayo, trueno y las tormentas— para proteger a Japón, Kaminari —como también se le conoce— es una de las deidades más antiguas en en panteón japonés y es representado como un espíritu con apariencia de demonio tocando tambores para crear truenos.
Los pilotos kamikaze
El término kamikaze fue usado durante la ii Guerra Mundial para referirse a los pilotos que deliberadamente estrellaban sus aviones en blancos enemigos.
Éstos pilotos se apropiaron del nombre ya que pensaban ser el «viento divino» que una vez más derrotaría al enemigo que amenazaba a Japón desde el mar.
Los pilotos kamikaze hicieron mucho daño a la flota estadounidense, pero a un alto costo, ya que más de 2000 jóvenes pilotos se sacrificaron de esta forma. Este acto de sacrificio revela la tradición nipona de «muerte en lugar de la derrota, captura y vergüenza» muy arraigada en la milicia de ese país y una de las principales tradiciones en la vida de un samurai.
Durante la ceremonia que antecedía a un ataque suicida, los soldados juraban lealtad al emperador Hirohito, recitaban un tanka1 como despedida y bebían su último sake mientras miraban en la dirección a la provincia donde habían nacido. Los kamikaze aumentaron cuando se hizo evidente que Japón perdería la guerra.
Hoy en día usamos esta palabra para referirnos a alguien que toma grandes riesgos sin preocuparse mucho por su integridad.