Miguel Ángel Segundo Guzmán, Arqueología Mexicana
La segunda carta de relación de Hernán Cortés cuenta la obertura de la conquista. Es un poderoso monumento cuya pieza central narra cómo el emperador Moctezuma entregó el reino al europeo, pero ¿es un documento transparente o una retórica legal que instituyó el dominio español en el Nuevo Mundo?
La historia de México está llena de postales, imágenes que emergen como ventanas al pasado y a través de ellas se pueden leer los hechos de la tradición. Se encuentran llenas de historia, barrocas; son huellas que nos remiten a los hechos, pero también crean efectos. Su eficacia radica en poder pensar el pasado a través de ellas. Instituyen memorias sobre los eventos, permiten verlos. El imaginario de la conquista de México no escapa a esas postales, está lleno de elementos simbólicos que nos acosan, pues seguimos implicados-afectados en las estructuras imaginarias de ese evento fundador. Tal vez una de las más conocidas es la que representó el encuentro originario en donde se enfrentaron el tlatoani mexica y el conquistador español: Moctezuma cara a cara con Hernán Cortés. El suceso fue grabado por medio de las grafías del europeo, su pluma capturó el sentido de los acontecimientos, su ingenio organizó en la narración las formas adecuadas para contarlo, la retórica que mejor diera cuenta del hecho. Pero está lejos de ser una instantánea que transparentemente nos remite al evento, es más bien, una postal hecha a mano, garigoleada.
Las Cartas de relación son la primera mediación para pensar el hecho de la conquista. La segunda carta del conquistador ha instaurado las memorias de la gesta bélica en América. Pero ¿es un documento transparente? En primer lugar, es un acto comunicativo: tiene la intención de dar cuenta al rey de España de las gestas en las tierras allende las columnas de Hércules, aspiró a instituirse como el ojo y la voz que contara los hechos del mundo al monarca español. En segundo lugar, es un acto político: con ella Cortés intenta derrotar en la arena cortesana a Diego Velázquez, el adelantado y gobernador de las islas, que le dio las “instrucciones” que desembocaron en la empresa de conquista. Con su discurso trata de ganarse un lugar en el mundo, arropándose en el servicio personal del monarca, en ese sentido se codifica su experiencia en una “probanza de méritos”. Pero la carta también es un acto jurídico: intenta mostrar que el actuar del conquistador se encuentra dentro de un marco de legalidad, que sus acciones tienen fundamento y pueden crear un nuevo estado del mundo, la conquista del espacio americano. Múltiples tradiciones interpretativas se encontraron para retratar el evento, y al final construyeron una poderosa postal señorial sobre el Nuevo Mundo, aquella en donde Moctezuma entregaba el reino al monarca español.
Miguel Ángel Segundo Guzmán. Doctor en antropología, UNAM. SNI-C. Profesor-investigador del Departamento de Historia de la Universidad de Guanajuato.
Segundo Guzmán, Miguel Ángel, “Retóricas legales de la Conquista . Hernán Cortés y la simbólica del vencido”, Arqueología Mexicana núm. 142, pp. 51-55.
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