Ángel Vargas | La Jornada
La soprano Olivia Gorra durante la entrevista con ‘La Jornada’ en las instalaciones del diario el 23 de marzo de 2017. Foto Cristina Rodríguez
Ciudad de México. La soprano mexicana Olivia Gorra, una de las cantantes nacionales más importantes y con mayor proyección internacional en la actualidad, celebrará 30 años de trayectoria artística con un concierto en el Palacio de Bellas Artes y una gira por diversos puntos del país.
La presentación en el máximo escenario cultural del país está prevista, inicialmente, para septiembre y en ella interpretará un programa con canciones populares mexicanas y arias de ópera, al lado de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Esa misma agrupación la acompañará en su gira en la ciudad de Veracruz, Xalapa y Baja California.
En entrevista con La Jornada, la intérprete veracruzana originaria de Coatzacoalcos, afirma que ganarse la vida en México de sólo cantar es prácticamente imposible.
“Hay gente que piensa que debería estar cantando todo el tiempo. ¡Ojalá fuera así! ¡Háganmela buena¡ Aquí estoy para cantar cuanto gusten, si quieren, pero dónde están las condiciones para estar todo el tiempo sobre el escenario”, señala.
“En México, no se puede vivir solamente del canto; es muy difícil. Bueno, sí se puede, pero con un nivel de vida precario. Ya no se puede ser artista ni cantante de tiempo completo en este país, sobre todo en la ópera. Cierto, si uno es popular le dan hasta las perlas de la virgen y le pagan mucho sin siquiera cantar bien”.
Ésa es, en parte, la razón por la que Olivia Gorra no sólo ha tenido que diversificar su carrera y abarcar inclusive géneros populares, además de que éstos son también muy de su agrado.
De igual manera, su espíritu emprendedor la ha llevado a los ámbitos de la producción artística –es creadora y promotora de algunos de sus espectáculos--, el rescate y la preservación de la música mexicana, la enseñanza musical y el apoyo y la promoción de nuevos cantantes.
Para poder abarcar todas estas actividades creó la asociación civil Vive Cultura Viva, con la cual apoya a las artes en general, así como un centro cultural y un concurso de canto que llevan su nombre. La tercera emisión de este último, por cierto, tendrá lugar en mayo próximo, en el Centro Nacional de las Artes.
Según la soprano, cantar trasciende los límites estrictamente artísticos y representa una actividad social.
“Siempre he tenido presente que lo que hago es para servir. Veo al canto como un servicio a la sociedad, de otra forma no sirve. ¿Para qué hacer algo que es bonito y adorna un escenario si no deja algo en la gente?”, dice.
Precisa por último que “sí hay un precio” por ser cantante y menciona el caso de la mítica María Callas, quien tuvo una vida personal difícil y triste. Para fortuna suya, subraya que ha logrado conciliar tres grandes desencuentros con su esposo y estar cerca de sus dos hijos.