Merry MacMasters. Periódico La Jornada
El pintor, promotor cultural y activista Francisco Toledo enarbola la defensa de los pueblos originarios y, en particular, el suyo: el zapoteco.
En eso coincidieron los participantes del foro Francisco Toledo y su papel en la defensa de los pueblos originarios de Oaxaca y la preservación de sus lenguas, efectuado el pasado lunes en el Centro de Cultura Casa Lamm.
Ángel Guerra, coordinador del encuentro, advirtió que el debate iría más allá del título y así fue. Incluso al final varias personas del público hablaron en zapoteco.
La investigadora Carmen Gómez del Campo, quien comenzó la sesión, afirmó que Toledo, ligado y comprometido con la tierra que lo vio crecer, ha conjugado bajo una convicción ética y estética milenaria, a su región enraizada.
Por los rasgos y las formas de su obra, podemos representarnos cómo su infancia y adolescencia transcurrió bajo el cobijo de las voces de sus mayores narrando, en lenguas diversas, los cuentos y leyendas que hablaban de habitantes de otros mundos los que, poco a poco, comenzaron a acompañarlo y a poblar su imaginación, explicó Gómez del Campo.
La autora del libro Miradas a Francisco Toledo explicó que el artista descubre que el barro resguarda la memoria milenaria de las tierras de donde proviene, como un archivo, una huella, como lo llamaría Derrida, como una escritura a ser traducida.
Gisela Salinas, profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, consideró que desde hace “muchos años el maestro Toledo, sin duda el artista vivo más importante de México, se ha mantenido permanentemente activo y preocupado por la defensa de los pueblos originarios y las preservación de sus lenguas.
Su trabajo ha consistido en apoyar la elaboración de materiales educativos y de divulgación, promover la realización de talleres con jóvenes escritores indígenas zapotecos, mixes y mixtecos para fortalecer y enseñar las lenguas indígenas y apuntalar la tarea de los maestros y los futuros docentes de educación indígena.
Eloy López Hernández, nuevo secretario general de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, luego de hablar sobre la noción de ser indígena en México y abundar sobre la historia de los esfuerzos educativos al respecto, dijo: “Queremos que se forme un frente único en la defensa de la educación pública que se incluya a las lenguas indígenas con base en los siguientes puntos: una reforma profunda a los planes y programas de educación indígena que tengan como objetivo central mantener y promover la expresión cultural de los pueblos originarios.
Antonio Valle, estudioso de la obra de Toledo, recordó que el artista ha fundado premios literarios de relevancia para las comunidades indígenas. En el Centro de las Artes de San Agustín, en Oaxaca, ha implementado una lotería bilingüe en la que los niños juegan y aprenden.