Por Paula Carrizosa. La Jornada de Oriente
Desde el siglo VII hasta el siglo XX en la escritura de los manuscritos prevaleció un elemento: las tintas ferrogálicas, las cuales por ser permanentes y de fácil elaboración sustituyeron a las tintas de carbón, como se refleja en la gran cantidad de documentos realizados alrededor del mundo, incluido México.
Para ahondar sobre este complejo orgánico formado por sales de hierro, ácido gálico y una goma natural, la restauradora Alejandra Odor Chávez impartirá el taller Manuscritos con tintas ferrogálicas, consideraciones para su identificación, diagnóstico y conservación, en la Biblioteca Histórica José María Lafragua de la Universidad Autónoma de Puebla.
Dicho curso, que tendrá valor curricular, será impartido los días 13, 14, 20, 21, 27 y 28 de octubre, los días viernes de 17 a 20 horas, y los sábados de 10 a 14 horas, en la sala de lectura de la Biblioteca Lafragua –Juan de Palafox y Mendoza 407.
En el ensayo Tintas ferrogálicas: su composición y principales mecanismos de transformación, Alejandra Odor señaló que los archivos y bibliotecas mexicanos cuentan con miles de manuscritos con tintas ferrogálicas.
En dicho texto, publicado en el sitio de la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas (Adabi) de México, la investigadora añade que a la condición de estos documentos “se suman las condiciones ambientales dadas por la gran variedad de zonas climáticas a lo largo del país y que influyen directamente en sus transformaciones”.
La especialista de la Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM agrega que éstos documentos constituyen parte importante de las fuentes primarias de la historia política, social, económica y religiosa del país.
Por tanto, expone que “su entendimiento y conservación resultan necesarios para la investigación y difusión de nuestra historia”.
Odor Chávez agrega que en los cambios de las tintas ferrogálicas influyen tanto factores intrínsecos como extrínsecos.
En los primeros tienen que ver la composición del papel: tipo de pulpa, encolantes y cargas, así como la composición de la tinta. En los segundos, en cambio, tienen que ver la temperatura y sobre todo, la humedad relativa.
“El principal deterioro que este tipo de tintas ocasionan en el papel que las soporta es conocido como corrosión de la tinta”, señala la experta de la UNAM.
Acota que de acuerdo a las investigaciones más recientes, este deterioro consiste en “la combinación de los mecanismos de hidrólisis ácida y oxidación de la celulosa, catalizados respectivamente por ácido sulfúrico –generado durante la manufactura de la tinta–, y iones metálicos provenientes de los componentes de la misma”.
Para inscribirse en el taller Manuscritos con tintas ferrogálicas, consideraciones para su identificación, diagnóstico y conservación hay que escribir al correo electrónico lourdes. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. con atención a Lourdes González o llamar, a partir del 2 de octubre, a los teléfonos locales 2295675 y 2295500 extensión 5173.