José Antonio Román | La Jornada
La exposición tiene tres fases de interacción con los asistentes. Foto Cuartoscuro
Ciudad de México. En el mundo existen 285 millones de personas que padecen algún grado de visión reducida, 90 por ciento de ellos se encuentran en países en desarrollo y con menores ingresos, dijo Ana María Cetto Kramis, directora del Museo de la Luz, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además, señaló que la enorme mayoría de estos padecimientos se pueden prevenir, curar o corregir, a través de una adecuada atención del problema de salud visual.
En la inauguración de la exposición temporal “Una mirada al arte a través de los sentidos”, de la artista Shino Watabe, la directora Cetto Kramis dijo que los padecimientos de tipo visual impactan de manera importante en la calidad de vida de quienes los tienen, pues incluso llegan a tener una vida dependiente de los demás.
La exposición se da en el marco de la celebración del vigésimo primer aniversario del Museo de la Luz y del vigésimo quinto aniversario de la licenciatura en Optometría de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.
En el auditorio principal del Museo, ubicado en el Centro Histórico, la también investigadora del Instituto de Física de la UNAM comentó que en muchas ocasiones los seres humanos entendemos el valor de lo que tenemos hasta que lo vemos perdido. Este es el caso de la vista, dijo.
Por ello, agregó, junto con la exposición, y en colaboración de la FES Iztacala, también fue reinaugurado el gabinete de optometría al interior del Museo, que tiene el objetivo no sólo de explicar los principales padecimientos de la vista, sino también de atender medicamente a los visitantes que así lo deseen.
La exposición, que estará abierta al público de este martes y hasta el 31 de enero de 2018, se divide en cuatro áreas. La primera consiste en presentar a Sino, la artista, a través de algunos autorretratos. La segunda es una sesión donde se sensibiliza a los visitantes en lo que significa la pérdida total o parcial de la visión.
La tercera corresponde a un acercamiento “a ciegas” a la obra, con el fin de despertar los sentidos del tacto, oído y el olfato. Y en la cuarta se propone un taller de modelado, con los ojos vendados, para generar una experiencia de creación palpable.