Durante 11 meses, 12 mil soldados estadounidenses se dedicaron a buscar a Pancho Villa quien había atacado días antes Columbos. El evento se considera una violación a la soberanía nacional.
Josué Huerta
Editor web en México Desconocido
El 15 de marzo de 1916 un aproximado de 10 mil soldados del ejército estadounidense emprendieron una invasión al territorio mexicano en busca de capturar vivo o muerto al Centauro del Norte, Pancho Villa.
Querían hacerle pagar la ofensa de haber robado, seis días atrás, un destacamento militar en Columbus, Nuevo México, llevándose caballos, mulas y fusiles. Pero no solo eso, también se le acusó a él y a sus hombres de haber robado, asesinado y violado a mujeres de esa localidad norteamericana.
En la "Expedición punitiva" la milicia estadounidense utilizó su mejor tecnología
Fue el presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, quien envió a las tropas a la caza de Pancho Villa en una operación a la que llamaron “Expedición Punitiva” comandada por el general Black Jack Peshing, quien años después comandaría a las fuerzas de aquella nación en la Primera Guerra Mundial.
El despliegue armamentista de aquella incursión fue espectacular: 10 mil soldados que a la postre se transformaron en 12 mil, empezaron a manejar automóviles, motocicletas, camiones, coches blindados, aviones y dirigibles.
Todo ese equipo recorrió 600 kilómetros a la redonda en busca de Villa, que, de acuerdo con las crónicas, levantó tanto polvo que permitió que el objetivo pudiera esconderse justo detrás de ellos todo el tiempo.
Durante este lapso el gobierno mexicano retiró a su embajador de Estados Unidos en protesta por la invasión militar norteamericana, pero no sirvió de mucho pues la tropa comandada por Black Jack Peshing duró 11 meses en territorio nacional.
Pancho Villa nunca fue capturado por los estadounidenses, de hecho algunos historiadores sugieren que la milicia norteamericana lo que en realidad buscaba era entrenar a sus soldados y probar su equipo previo a la primera guerra mundial. Sin embargo se sugiere otra hipótesis: que el trasfondo real era distraer la atención nacional para que industriales anglosajones de los combustibles entraran a territorio mexicano con el fin de apropiarse de hidrocarburos, minerales y metales