Excélsior
El nuevo coordinador de arte visuales, Santiago Espinosa de los Monteros, creará un comité para que la institución adquiera obra
CIUDAD DE MÉXICO.
El curador advierte que la UAM no será productora de obra, pero sí le interesa abrir espacios de exhibición que deriven en un acervo propio.
La UAM adquirió hace algunos años piezas para formar una colección. El proyecto inicial se detuvo en 12 piezas por cuestiones de presupuesto, pero se espera que a partir de este año se forme un comité de selección para reactivar la compra de acervo de manera paulatina.
La universidad tiene trabajos de Marcela Armas, Carlos Aguirre, Marcos Kurtycz y Enrique Ježik, entre otros. Una docena de piezas que son un semillero, señala Espinosa de los Monteros, quien fue coordinador Nacional de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes de 2008 a 2009.
Si bien aún no se define el presupuesto tanto para adquirir obra como para la programación artística, al curador le interesa la producción joven que ocupa ahora las salas de museos y galerías nacionales. Para ello formará un comité integrado por curadores, creadores visuales, investigadores y críticos que propongan artistas y obras para que, en cierto sentido, sea el “pulso” del arte mexicano, y a partir de allí formar su colección. “Es la mejor manera de tomar decisiones, de forma colegiada y atendiendo las revisiones de diferentes plataformas”.
Con el acervo universitario propondrá exposiciones itinerantes en las diferentes unidades académicas de la universidad, y así también cumplir con el objeto de integrar las diversas sedes en un mismo programa artístico.
Quien también fuera consejero cultural de la Embajada de México en Canadá prevé que durante 2018 se defina el discurso curatorial de la colección y se hagan las primeras adquisiciones; para que en 2019 se pueda apreciar el crecimiento de la misma de manera formal.
Insiste en que no se harán compras aceleradas, sino bajo consenso y de acuerdo con una línea discursiva que ya se estudia. “Es importante seguir alimentando con obras fundamentalmente contemporáneos de largo aliento, con aportaciones al discurso”.
En tanto, se enfocará también en reactivar la programación en los espacios culturales de la UAM: Casa Rafael Galván, Casa del Tiempo, Galería Metropolitana, Teatro Casa de la Paz y Casa de la Primera Imprenta de América.
Sitios que si bien tienen una programación, en los últimos dos años quedaron fuera del mapa de la actividad artística de la ciudad, señala el también crítico de arte con colaboraciones en diarios de Venezuela, Colombia y México.
Son espacios que, explica, se comparten con actividades de artes escénicas, pero la propuesta ahora es intensificar la programación de exposiciones para reinsertarlos en el corredor cultural. De acuerdo al perfil de cada espacio se propondrán exhibiciones de arte contemporáneo, incluso históricas. La mira de Espinosa de los Monteros es que en la próxima edición de Gallery Weekend o Sábado de Galerías, participen algunos de los espacios de la UAM.
La selección de exposiciones colectivas o individuales también se hará a través de un comité, pero para iniciar el año ya se tiene programación prevista. De las primeras muestra será una revisión de la cotidianidad alrededor del movimiento estudiantil de 1968 a propósito del 50 aniversario. “La UAM nace después del 68, entonces en realidad no tuvo nada que ver de manera directa, pero la UAM tampoco se explica sin el 68 porque nace como una especie de contrapeso académico, entonces queremos reconstruir cómo era el México de esos años, cómo se vestían, que veían en la tele, escuchaban en la radio para contar lo que sucedió en torno al movimiento y las Olimpiadas”.
Otra exhibición ya concretada es un homenaje póstumo a Felipe Ehrenberg, quien murió en mayo pasado. El curador explica que es una individual que se trabajaba mientras el artista vivía, y tras su muerte se retomará el proyecto con la curaduría de su pareja Lourdes Hernández. Y aún está por concretarse la muestra Fronteridad, que trata temas migratorios, culturales de las zonas fronterizas y el entorno social a partir de la movilidad de las
personas.
Con un interés especial en el arte joven, Espinosa de los Monteros dice que también se abrirán los espacios a creaciones emergentes: “Vale la pena constatar aquello de lo que está sucediendo hoy y dar espacio al mayor número de voces posibles, claro que siempre a través de un comité de selección que haga revisiones muy cuidadosas”.