Mi fotografía ha cambiado mucho debido al interés que profeso por otras culturas y a los viajes que me ofrecen. Son imágenes que me dan otra visión del mundo y sirven para entender esos países y el mío, expresa la fotógrafa Graciela Iturbide (DF, 1942), quien el jueves 31 recibirá la medalla Bellas Artes, en un homenaje por sus 45 años de trayectoria auspiciado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Asimismo, el 10 de agosto ingresará como miembro de número a la Sección de Gráfica de la Academia de Artes.
Con gratitud hacia el INBA por el reconocimiento a su quehacer, Iturbide, por fortuna, sigue trabajando –es mi terapia y me encanta–, y lo piensa hacer durante mucho tiempo, siempre al acecho de nuevas inquietudes.
Respecto de su trabajo actual, cuyas imágenes presentará en el homenaje, explica: "Lo que pasa es que viajo mucho. Por ejemplo, estuve en Bangladesh y Bolivia, y en noviembre me voy a Kobe, Japón, a realizar una residencia de mes y medio.
Ahora lo que hago es una suerte de cuadernos de viaje, porque me resulta muy difícil dedicarme a un solo proyecto. Por supuesto, al trabajar salen mis obsesiones, que también van cambiando.
Guiada por la intuición
Sin precisar cuáles son esas obsesiones, dice trabajar en la actualidad con elementos naturales, como la piedra, el agua, es decir, paisajes con la piedra, sin que esto signifique ya no fotografiar a personas.
No obstante, ya no tengo tiempo para estar en una comunidad como antes hacía.
En Japón, país que en 1990 le confirió el Gran Premio Internacional, en el Museo de la Fotografía, en la isla de Hokkaido, espera poder trabajar en lo que encuentre.
Mientras tanto, el próximo septiembre Graciela Iturbide viajará a Santo Domingo con motivo de una exposición suya.
En entrevista, la fotógrafa habla de sus lecturas recientes de Serge Gruzinski, historiador francés especializado en temas latinoamericanos, quien la invitó a Francia, "quizá en enero. Estoy leyendo sobre las imágenes y él habla mucho de cuando Cristóbal Colón llegó a las islas del Caribe, donde vio los objetos taínos. Acabo de consultar otros libros que tengo sobre los taínos y sé que en Santo Domingo hay un museo del hombre, que espero visitar.
"Una vez en un viaje a Puerto Rico –prosigue Graciela Iturbide– fui al juego de pelota de los taínos. Todas esas cosas que los españoles creían que eran demoniacas, es muy interesante lo que dice Serge. También en la Iglesia católica existían algunas curaciones, porque aparecían las ánimas del purgatorio. Sin embargo, cuando vienen a América dicen que estaba el demonio detrás de todo lo que estas personas construían por su religiosidad. Entonces, cada día se genera una nueva perspectiva para analizar lo que hago, leo o aprendo".
Así son los viajes de Iturbide: Voy, observo, fotografío, regreso, vuelvo a fotografiar. Mi intuición va marcando todos estos aspectos.
Contestación de Arnaldo Coen
En el homenaje que se efectuará este jueves a las 19 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez, esquina Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro Histórico), participarán la escritora Fabienne Bradu y el especialista en fotografía Alfonso Morales, que ofrecerán su visión sobre la obra de la fotógrafa.
El discurso de ingreso de Graciela Iturbide a la Academia de Artes se titula La poesía de la fotografía y la contestación y bienvenida estará a cargo del pintor Arnaldo Coen, miembro de número de ese cuerpo colegiado que reúne a a los personajes más distinguidos en el campo de las artes.
Al término de la ceremonia en Bellas Artes será inaugurada la exposición Naturata, que reúne 20 imágenes, en la planta alta del Museo Nacional de San Carlos (avenida Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera, cerca de la estación Revolución del Metro).
Fuente:www.jornada.unam.mx